Un alojamiento en un clima de lo más familiar
Setefilla Martínez acoge en su hogar a dos jóvenes peregrinos franceses
Los jóvenes que llegan a Córdoba desde todas las partes del mundo para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), ya tienen alojamiento. Son alrededor de un centenar las familias que acogerán en sus domicilios a los peregrinos, haciéndolos sentir como uno más en casa e intentando que su estancia en la ciudad sea lo más cómoda posible.
Desde ayer por la mañana, los jóvenes recién llegados se reparten entre los distintos hogares que se comprometieron a acogerlos. Es el caso de la familia Martínez, que acudió a la parroquia de Cristo Rey a recoger a dos peregrinos franceses de 20 y 19 años. "Vienen a la iglesia de San Nicolás y ya los acogemos, además, nos vamos a hacer cargo también de un chico de Bangladés", comentó Setefilla Martínez.
La estancia de los peregrinos será corta, solo tres días, hasta que el 16 de este mes partan hacia Madrid al encuentro con el Papa. Estas jornadas previas a las de Madrid se conocen como Días en la Diócesis, en los que hay programadas una serie de actividades, eucaristías y convivencias para que los jóvenes se vayan conociendo y que así la experiencia sea más rica y variada ya que se conocen otras ciudades y se comparte con más personas.
"Nosotros vamos a acoger a tres jóvenes, pero no vamos a ir a Madrid porque, aunque es una experiencia abierta a todo el mundo, el ambiente de tantos jóvenes no es mucho para nosotros", añadió entre risas Setefilla. Para los jóvenes es un alivio económico estar de acogida con una familia. "Estamos en la retaguardia, los acogemos, hacemos posible que ellos puedan ir a Madrid y que puedan disfrutar de estar con el Papa", puntualizó Setefilla.
La familia Martínez ofreció cuatro camas para acoger a peregrinos, pero "hay más familias que jóvenes han venido, por eso tendremos en casa a tres".
Para la familia es una toda una experiencia el darle un hogar a los peregrinos. "Es la satisfacción de acoger a gente que vive tu misma fe y siente lo mismo que tú de otros países y que van a compartir lo mismo que tus hijos, la visita del Papa en Madrid", comentó emocionada Setefilla.
El idioma podría ser, en principio una barrera a la hora de convivir, pero no en este caso. "Mi hija se defiende en francés y mi marido y yo lo estudiamos de jóvenes, además ellos saben inglés, comentó Setefilla.
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