Antonio Barrios cumple 50 años en el teatro como actor, director y "maestro de maestros"

Artes escénicas

Profesionales de la escena, profesores de la Escuela de Arte Dramático y familiares homenajean al impulsor de Teatro Par

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Antonio Barrios (centro), en el homenaje de la compañía Trápala por sus 50 años en el teatro.
Antonio Barrios (centro), en el homenaje de la compañía Trápala por sus 50 años en el teatro. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/La de Antonio Barrios (Córdoba, 1936) es una vida ligada al teatro desde su juventud. Hace 50 años que el actor, director y profesor comenzó en el mundo de las artes escénicas, siendo "maestro de maestros" para varias generaciones. La compañía Trápala Teatro le ha organizado este lunes un homenaje en la Sala de Telares del Gran Teatro al que han acudido profesionales del sector, profesores de la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) y familiares.

"Humildad, cercanía, magisterio, ternura y paciencia" hacen de Antonio Barrios un "ser humano excepcional" como "esposo, padre, abuelo, maestro, profesional, compañero y amigo". Así ha presentado el actor y director de Trápala, Juan Carlos Villanueva, el acto de reconocimiento al director de Teatro Par en el que quieren dejar "constancia" de lo que ha significado y aún significa "para muchas generaciones de jóvenes y no tan jóvenes enamorados del teatro a los que has dejado tu legado" incluso en años "muy difíciles".

A pesar de que estudió Graduado Social y Magisterio, Antonio Barrios se formó en canto y luego se decantó por la interpretación. Se formó en Madrid y en Córdoba y en 1969 entró en la primera Escuela de Arte Dramático de Andalucía (la de Córdoba), siendo uno de sus primeros alumnos y terminando sus estudios con premio extraordinario de fin de carrera.

Durante esa etapa de formación comenzó una relación con la que luego se convirtió en su esposa, María del Carmen Mejías. Se casaron en 1963, formando pronto una familia numerosa. Esta era su "familia número uno", ha destacado Villanueva en su semblanza, ya que la "familia número dos" siempre ha sido la del teatro. Su hijo Álvaro sigue sus pasos, siendo actor y productor en Teatro Par.

Juan Carlos Villanueva lee una semblanza de Antonio Barrios en el homenaje.
Juan Carlos Villanueva lee una semblanza de Antonio Barrios en el homenaje. / Miguel Ángel Salas

Dadas "sus características y su impronta", en su etapa como alumno de la ESAD "siempre le encomendaban papeles protagónicos sin que por ello cambiara su concepción del hecho teatral como trabajo de un colectivo", ha resaltado Villanueva. Esta es la premisa que ha transmitido año tras año a sus alumnos y que "tanto nos ha servido después a muchos de nosotros", ha asegurado.

Aprobó las oposiciones a maestro y estuvo ejerciendo en varios pueblos de la provincia para luego, años más tarde, pasar a formar parte del cuadro de docentes de la ESAD como profesor de interpretación textual, especializándose en teatro del Siglo de Oro y en verso. También impartió la que entonces era una nueva materia, expresión corporal. Todo ello, ha recordado Villanueva, sin abandonar "su otra labor docente en el colegio Trinidad Sansueña, en el que también se hizo cargo de las representaciones teatrales", logrando "éxitos que lo llevaron también a dirigir los grupos de teatro de los colegios La Salle y Las Teresianas, consiguiendo la unión de ambos en uno solo". Así, Antonio Barrios fue pionero en hablar de la "transversalidad del teatro como una materia muy valiosa en todas las etapas de la enseñanza".

"Siempre desde tu pequeña tribuna docente -ha apuntado Villanueva- has sabido facilitar el acceso de tus alumnos y alumnas no solo a textos clásicos, sino a los autores contemporáneos vivos y complejos, montando lecturas dramatizadas, puestas en escena y recitales poéticos, haciendo lo posible y lo imposible para contar con la presencia física de los propios autores" como Pablo García Baena, Juan Bernier o Juana Castro.

En los años 70 impulsó la compañía de teatro de cámara y ensayo La Garnacha, "sentando las bases de una forma diferente de hacer teatro" y con la que llegó al Festival de Teatro Clásico de Almagro y al Teatro Romano de Málaga. Años más tarde, y compaginándolo con la docencia, impulsó y dirigió el Grupo de Teatro Andaluz bajo el patrocinio de una entidad privada.

Debido a su formación en canto y a su voz de barítono, también formó parte del incipiente movimiento musical de la ciudad en aquellos años, participando en el cuarteto Fernando de las Infantas y formando parte del Centro Filarmónico Eduardo Lucena y el Coro de Ópera del Gran Teatro. "Eres un orgullo y un ejemplo para muchos que a los taitantos años sigas activo y dirigiendo desde su creación la Compañía de Teatro Clásico de Córdoba", Producciones Teatro Par, ha reconocido el director de Trápala, añadiendo que Barrios es "una persona que ha estado detrás de muchas de las carreras de compañías, actores y actrices del panorama nacional e internacional".

Una vida con dos familias

Antonio Barrios ha explicado en el acto que "la bigamia nunca ha estado permitida" pero, sin embargo, él sí la ha tenido porque, por un lado, ha contado con su familia (su mujer, sus hijos y sus nietos) y por otro con su familia artística. En este sentido, ha agradecido el apoyo que ha recibido de su mujer y sus hijos, que "han colaborado con lo que podían". También ha recordado a los "alumnos que se marcharon y están en su plenitud, otros, aunque no estén en los carteles, están en iluminación, sastrería..." mientras que "otros permanecieron en Córdoba valientemente".

El director ha traído a la memoria el momento en el que comenzó su carrera teatral, dejando atrás el canto: cuando le dieron el papel de Alguacil primero en Don Juan Tenorio. Desde entonces, ha estado ligado a las artes escénicas.

"Me dicen: 'qué bien está usted'", ha señalado, explicando que su "fórmula" es "actuar con la juventud", que es la que le ha dado "fuerza". De hecho, en el acto se han proyectado vídeos de varios actores que han salido de la escuela de Barrios como Aníbal Soto, Luis Rallo, Carmen Tejedera, Leonor Canales o Carlos de Austria.

También ha tenido palabras para los promotores de este homenaje, Juan Carlos Villanueva y Paco Montero, y para quienes ya no están y han sido parte importante en su trayectoria, como Juan Carlos Limia, José Antonio Figuerola, Pablo Domínguez, Loli Martorell o Paco Benítez.

Barrios ha recordado también a su "gran maestro", Miguel Salcedo, el que le enseñó todo lo que sabe de teatro. "Gracias a él estamos donde estamos (el Gran Teatro)" porque "esto se hubiera perdido bajo la picota del urbanismo".

Entre los montajes de Antonio Barrios con Teatro Par se encuentran obras de autores españoles como Abre el ojo y Entre bobos anda el juego, de Rojas Zorrilla; Majas y chisperos, de Ramón de la Cruz; La cena del Rey Baltasar y Los encantos de la culpa, de Calderón de la Barca; Don Juan Tenorio, de José Zorrilla; y Entremeses, de Miguel de Cervantes. De autores extranjeros ha dirigido Asesinato en la Catedral, de T. S. Eliot, Las mujeres sabias, de Molière o Miles Gloriosus, de Plauto.

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