"La vida no va a ser todo trabajo, se necesita ser peñista para que Córdoba, su gente y los que nos visitan lo disfruten". Habla Antonio Mancha Millán, El Mancha en el mundo peñista cordobés, vecino ilustre de La Corredera, el Paseo de la Ribera o San Lorenzo, aunque en su partida de nacimiento le lleve hasta Chauen (Marruecos), en 1932. Desde este miércoles, a sus 90 años, es distinguido con la Medalla Extraordinaria de las Peñas Cordobesas en la conmemoración de su centenario.

El Ayuntamiento de Córdoba, la Diputación, la Junta de Andalucía y la Fundación Cajasur también han posado en la foto de familia con su medalla propia como reconocimiento a su trabajo y lealtad a las peñas, independientemente del color de los gobiernos. "Estas medallas que entregamos, con la mayor satisfacción y gratitud, son lo mejor que podemos ofrecer", ha expresado el presidente de la Federación, Alfonso Morales. 

Con este acto celebrado en el Palacio de Congresos, culmina uno de sus años más especiales, lleno de actividades, celebraciones y homenajes por sus 100 años presentes en la vida social y cultural cordobesa. Ahora son "tiempos de desafíos en los que se demuestra más necesaria que nunca la solidaridad y un espíritu de convivencia que nos permita tener la capacidad necesaria para afrontar las adversidades", ha apuntado Morales, quien ha subrayado el compromiso de las peñas y su total responsabilidad para garantizar el legado cultural y las costumbres de Córdoba.

El Mancha se ha colado entre instituciones porque él es otra institución en sí mismo. Socio número 1 del Córdoba Club de Fútbol -recibió la Insignia de Oro del Club en el año 2000-, peñista desde 1957 y uno de los fundadores de la peña Los 33 Mosquitos, junto a José Varo Zafra al que ha dedicado mención en su discurso. Su participación se extiende también como socio de la Peña Club de Pesca Ciudad Jardín o del Club de Matrimonial de la Unión, donde asumió el cargo de relaciones públicas. "Es el más genuino", "el veterano" y "peñista por excelencia", le han reconocido desde el escenario algunas autoridades y el presidente.

Galardonados con la Medalla Extraordinaria de las Peñas Cordobesas.

La medalla extraordinaria ha puesto el broche de oro a toda una trayectoria y 17 años después de recibir el Potro de Oro de la Federación de Peñas de 2005: "He sabido escoger el camino en el mundo peñista", ha afirmado Antonio Mancha tras recoger el premio. Sobre el relevo generacional, Mancha ha defendido el interés que aún tienen para los jóvenes: "La vida tiene sus fases, las peñas tienen su edad y la gente joven también tiene su edad, valga la redundancia, pero sí reconocen la labor que hacemos". 

Tras la genuina intervención de Antonio Mancha se rebajó la espuma y el estruendo. "Si no existieran las peñas, habría que inventarlas y si no las echaríamos mucho de menos", ha indicado la delegada territorial de Salud, María Jesús Botella, en representación de la Junta; Leopoldo Izquierdo ha recogido el premio de la Fundación Cajasur; Dolores Amo como vicepresidenta de la Diputación de Córdoba; y, por parte del Ayuntamiento, la primera teniente de alcalde, Isabel Albás.