El Bellas Artes de Córdoba exhibe el restaurado 'Álbum de Flavia', con obras de Antonio del Castillo, Valdés Leal o Juan Valera

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El documento fue un regalo del Marqués de Valmar a su hija Flavia que la Junta adquirió en Sotheby's en 2008

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Eduardo Lucena y José María Domenech, junto al recién restaurado 'Álbum de Flavia'. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/El Museo de Bellas Artes de Córdoba exhibe hasta febrero de 2025 el recién restaurado Álbum de Flavia, un libro que reúne varias colecciones de obras gráficas que Leopoldo Augusto de Cueto y Ortega (Cartagena, Murcia, 1815 - Madrid 1901), Marqués de Valmar, elaboró y regaló a su hija Flavia García de Cueto y Fernández de Cáceres.

El libro fue adquirido por la Junta de Andalucía en una subasta de Sotheby's en 2008 para el Bellas Artes de Córdoba con la intención de ampliar la rica colección de dibujos que posee la pinacoteca. Y es que, el álbum incluye obras de Antonio del Castillo, Valdés Leal o Alonso Miguel de Tovar, entre otros, y textos de Menéndez Pelayo, Amós de Escalante o Juan Valera (que cierra el álbum con un escrito dedicado a Flavia). Contemporáneos al Marqués de Valmar son otros autores como Aníbal Álvarez Bouquel o Rafael Enríquez y Villanueva.

Contiene una interesante colección de obras gráficas sobre papel compuesta por 31 dibujos de los siglos XVII y XVIII, 21 dibujos del siglo XIX (contemporáneos a la elaboración del álbum), 34 grabados y fotograbados y dos fotografías. Estas obras están realizadas con diferentes técnicas que van desde el dibujo a carboncillo, sanguina, tiza, lápiz de grafito; tintas sepia, china y metaloácidas y el gouache; timntas de impresión y fotografía a la albúmina y al gelatino-bromuro de plata. Para reunir toda esta colección, se encargó un álbum encuadernado a plena piel con decoraciones de relieves y gofrados y broches y apliques de latón.

Como ha explicado el delegado de Cultura de la Junta, Eduardo Lucena, el trabajo de restauración ha sido "minucioso" sin desmontar el libro. Por su parte, el director del Bellas Artes, José María Domenech, ha añadido que los trabajos se han llevadoa cabo por parte de Rocío Hermosín en el Bellas Artes de Sevilla porque esta institución posee herramientas y materiales adecuados para tratar el papel.

El libro no se ha sometido a una restauración integral con desmontaje porque "presentaba alteraciones producto de la manipulación de escasa importancia", pero la obra gráfica, por el contrario, tenía daños causados por dos motivos. Por una parte, el deterioro provocado por la aplicación de un adhesivo inadecuado para pegar las obras al álbum y, por otro, el desgaste que cada obra presentaba antes de su incluisón en el mismo, que afectaba especialmente a los dibujos más antiguos.

Según ha explicado Domenech, la intervención de estas obras implicó el necesario desmontaje del álbum para poder aplicar los tratamientos de restauración, que consistieron básicamente en la limpieza y retirada de la cola, suciedad y otros residuos, un tratamiento de desacidificación, alisado y consolidación del papel, unión y refuerzo de grietas y desgarros y la reintegración de pérdidas de soporte.

A cada obra gráfica se le añadió un sistema de montaje más adecuado para su conservación mediante la adhesión por el reverso de pequeñas tiras de papel japonés que, plegadas hacia dentro, sirvieron para volver a montarlas en su localización original dentro del álbum.

Así, la intervención del álbum ha sido de carácter conservativo, por lo que se le realizó una limpieza de todos sus elementos y se repararon diversas roturas. Los folios recibieron un tratamiento de desacidificación necesario para prevenir futuras acidificaciones de los papeles de la obra gráfica con la que está en contacto directo.

Como sistema de conservación individual del álbum, se ha realizado una caja a medida que reúne las condiciones y características necesarias para su futura permanencia.

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