Una calle en honor a Miguel Ángel Blanco en la capital
El alcalde anuncia la intención del Consistorio de dedicar una vía al edil asesinado por ETA
“Miguel Ángel Blanco tenía 29 años cuando la banda terrorista ETA le robó la libertad y la vida”. Es parte del manifiesto que leyó ayer el alcalde de Córdoba, José María Bellido, cuando se cumplen 22 años de aquel hecho para el que no quedan calificativos suficientes en el mundo. Por eso, y para que el terrorismo siga fuera de nuestras vidas y en honor a Miguel Ángel Blanco, aquel joven concejal popular de Ermua, el alcalde propuso que se le conceda una calle en la capital.
Su secuestro y posterior asesinato –ETA pedía el acercamiento de los presos etarras al País Vasco en 48 horas a cambio de su vida– hizo que aquel 10 de julio de 1997, cuando muchos éramos aún jóvenes, saliéramos a la calle y mostrásemos nuestra más enérgica repulsa y llenásemos España de manos pintadas de blanco.
Así, según recordó en el manifiesto Bellido, “nació una nueva conciencia ciudadana de lucha contra el terrorismo: el espíritu de Ermua”. “Nació la exigencia de firmeza democrática y el reconocimiento general del valor de las víctimas del terrorismo”, añadió. Con ello, según Bellido al leer el manifiesto, “se asentaron las bases de una mejor y más eficaz política antiterrorista: la que defendía que debía haber vencedores –las víctimas, la sociedad democrática y el Estado de derecho– y vencidos: los terroristas y sus cómplices”.
“La voz de las manos blancas es la historia de un proyecto exitoso de paz y estabilidad, de valores compartidos, que se integra en el profundo significado de las víctimas del terrorismo que, como Miguel Ángel Blanco, son referentes éticos y políticos de lo mejor que hemos sido capaces de construir juntos como sociedad”, concluye el manifiesto.
Al acto de homenaje y en recuerdo de Miguel Ángel Blanco, que tuvo lugar en la puerta de entrada del Ayuntamiento, acudieron representantes del equipo de cogobierno municipal y también del PSOE y de Podemos, pero no de IU. Vox, por su parte, no ha acudido por, según ha explicado, “la falta de notificación de esta convocatoria”.
El último asesinato que cometió ETA en Córdoba fue el del sargento Miguel Ángel Ayllón, de 27 años, el 20 de mayo de 1996 en la avenida Carlos III al estallar una bomba que dos terroristas habían dejado en un contenedor de basura.
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