"Tras el cáncer te sientes más viva"

sanidad | día mundial contra el cáncer de mama

Dos supervivientes al cáncer de mama, Rosa María Baena y Estrella Vilches, cuentan cómo les ha cambiado la vida después de pasar por esta enfermedad

Estrella Vilches. / Reportaje Gráfico: Juan Ayala
Ángela Alba

19 de octubre 2018 - 02:31

El cáncer de mama cambia la vida de las supervivientes pero también su forma de pensar y asimilar lo que ocurre a su alrededor. "Ahora me quedo con el día a día", asegura Estrella Vilches, que ha superado esta enfermedad cuyo día mundial se celebra hoy. Ese sentimiento es compartido por Rosa María Baena, otra superviviente que manifiesta que "tras el cáncer te sientes más viva; aunque parezca mentira, tienes más ganas de hacerlo todo". Ambas han sido intervenidas este año y han recibido quimioterapia, a ambas les han practicado una mastectomía y ambas esperan ahora la reconstrucción de su pecho para pasar página y seguir disfrutando de sus vidas.

Estrella tenía nódulos fibrosos por los que iba a revisión cada seis meses. En la última le detectaron "algo diferente", por lo que tuvo que hacerse una biopsia y resonancia donde los médicos vieron que había tres tumores cancerígenos de diferentes dimensiones; el más grande de dos centímetros. El 5 de abril le dieron el diagnóstico y la intervinieron el 31 de mayo. "Desde el principio, cuando me hablaron de que había un nódulo cancerígeno, les dije que si tenían que quitar el pecho, lo quitaran" y, tras estudiar su caso, la cirujana determinó que era lo mejor por la zona en la que estaban y por el tipo (hormonal). Le hicieron una mastectomía con expansión porque no tenía afectado el ganglio centinela y durante estos meses le han inyectado líquido de forma progresiva con el objetivo de reconstruirle el pecho.

Tengo asumido que estoy curada, pero eso no quiere decir que no tenga miedo"Estrella VilchesAfectada por cáncer de mamaAhora es cuando valoras que hay cosas a las que no es necesario prestar tanta atención"Rosa María BaenaAfectada por cáncer de mama

Aunque los médicos cogieron su caso a tiempo, Estrella, que tiene 45 años, ha necesitado quimioterapia "por prevención" porque cada tumor estaba en un estadio diferente. Ha recibido cuatro sesiones que ha "llevado bien, no me ha afectado notablemente salvo que se me ha caído el pelo, me ha cambiado el paladar y tengo la piel más sensible".

El diagnóstico le pilló con unas circunstancias familiares difíciles por la muerte de sus padres pero, por otra parte, se siente bien porque no tiene dolores y puede cuidar normalmente de su hija, que tiene cuatro años y medio. "Estoy viva, puedo seguir teniendo mi vida; hay aspectos en los que me ha afectado pero las grandes cosas como poder salir y disfrutar con mi hija puedo hacerlas", indica. "Tengo asumido que estoy curada pero eso no quiere decir que no tenga miedo", añade.

Estrella explica que es importante la "lucha mental y no pensar que has sido desgraciada, sino que eres afortunada porque se ha cogido muy a tiempo y, aunque mi pecho ya no es el que era, sigo viva". Este mes tiene programadas las pruebas de la preanestesia para la intervención en la que se sustituirá el expansor por la prótesis definitiva de silicona. También espera esas pruebas Rosa, una joven de 30 años a la que operaron de cáncer de mama el pasado mes de mayo, haciéndole una mastectomía bilateral.

Un día se notó un bultito pero como estaba localizado muy arriba pensó que era un hueso. Sin embargo, al cabo del tiempo vio que había crecido y acudió al ginecólogo "porque me asusté". "Viendo la rapidez con la que me hizo las pruebas, ya pensé que no era bueno", apunta. El 10 de noviembre del pasado año le dieron el diagnóstico: tenía dos carcinomas en el pecho izquierdo. "Mi novio se puso a llorar y mi madre me decía que con los avances que hay esto tiene cura, pero intentan cuidarte tanto y protegerte que a veces te sientes algo agobiada", reconoce Rosa.

Aunque los tumores estaban en el mismo pecho, los especialistas decidieron extirparle los dos porque su cáncer es genético y había muchas probabilidades de que se le desarrollase también en el otro. Incluso en un futuro puede que le salga en los ovarios y, por precaución, también tengan que quitárselos dentro de unos años.

"Lo intento llevar lo mejor posible y, como dice Estrella, estoy viva, puedo seguir estando con mi familia, conociendo gente y disfrutando cada día. A veces te sientes más viva que los demás; aunque parezca mentira, tienes más ganas de hacerlo todo", confiesa Rosa. De hecho, al día siguiente de recibir el diagnóstico, se fue a la boda de una amiga porque "no me servía de nada quedarme en casa llorando y lamentándome".

Como tratamiento recibió 12 sesiones de quimioterapia antes de la operación. Sus tumores no eran muy grandes pero avanzaban rápido, por lo que cuando le plantearon preservar óvulos por si en un futuro quería ser madre, dijo que no y prefirió comenzar con la quimio para no dejar que el cáncer evolucionara. "Es mejor estar viva y, aunque no puedas tener hijos, puedes adoptarlos, pero si no sigues para delante no estarás ni tú ni el niño", señala.

Sus vidas han cambiado, pero sobre todo su forma de pensar. "Te agarras como una garrapata a la vida", confiesa Estrella, que ahora vive el día a día con más intensidad. También hay miedo por lo que puede pasar en un futuro, pero "me quedo con el ahora, y ahora estoy curada. Lo llevo muy bien y estoy deseando que me operen y me pongan mi prótesis definitiva para pasar página".

Esa misma sensación es la que tiene Rosa, que era muy previsora pero ahora intenta "vivir el presente y aprovechar más el tiempo". También "simplificas" y "te das cuenta de que hay cosas que son tonterías y realmente les damos más importancia de la que tienen. Ahora es cuando valoras que hay cosas a las que no es necesario prestar tanta atención", añade. De hecho, ella era "muy negativa pero justo después de diagnosticarme esto hasta yo misma me asombraba de la forma tan positiva en la que veía todo. Incluso le daba ánimos a mis amigas, a mi familia y a mi novio. Cuando terminó el procesó "me vine un poco abajo y pensé cómo había podido ser tan fuerte", asegura.

Tanto Rosa como Estrella están curadas tras la intervención y la quimioterapia, pero "siempre tienes el miedo de que te pueda salir por algún sitio y no te des cuenta". Ese es uno de los aspectos en los que inciden los psicólogos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), de la que ambas forman parte. "Te hacen ver que hay que quedarse con el presente", agrega Estrella.

Para las mujeres que se encuentran en el proceso de lucha contra esta enfermedad dan un claro mensaje: "Hay que ser positiva, vivir el día a día y hablar de tu experiencia; no viene bien cerrarse en uno mismo". Y para todas en general recomiendan las revisiones: "hay que revisarse y, si se detecta algo, ir rápido al médico porque cuanto antes se coja, mejor".

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