El carril bici aumentará hasta superar los cien kilómetros

La Junta desarrollará el Plan Andaluz de la Bicicleta con una inversión en Córdoba de casi 13 millones La red se extenderá hasta Alcolea

Un usuario de bicicleta usa la acera.
Noelia Santos

01 de septiembre 2013 - 01:00

Usar la bici sale a cuenta. Al menos así lo ha calculado la Junta de Andalucía, en concreto la Consejería de Fomento y Vivienda, que va a lanzar una propuesta a los ayuntamientos de las capitales andaluzas para fomentar el uso de este medio de transporte. Según datos aportados por la Administración autonómica, el beneficio económico, que serían 413 millones de euros, es superior en 11 millones a la inversión económica prevista que supera, por poco, los 400 millones.

A día de hoy, Córdoba cuenta con un total de 65 kilómetros de carril bici -52,3 en red urbana y 12,7 en metropolitana- los cuales alcanzarían los 107,6 kilómetros si finalmente se lleva a cabo el Plan Andaluz de la Bicicleta (PAB). Si los datos se mantuvieran, Córdoba sería la penúltima provincia andaluza en número de kilómetros de carril bici, sólo por delante de Jaén. Pero el dato no es tan negativo como parece, ya que esta red se incrementará en casi un 70%. Asimismo, también cabe resaltar que, dentro de las capitales andaluzas, Córdoba es de las que menos área metropolitana tiene, por lo que ve reducida la cantidad de kilómetros de carril. Otro de los factores que sitúan a la capital a la cola en esta materia, es el hecho de que el centro y el casco histórico ocupan una cantidad considerable de terreno del área urbana y en este tipo de zonas instalar el carril bici es casi imposible debido a la cantidad de restos históricos. A pesar de ello, existen algunas infraestructuras ciclistas que pueden entenderse como metropolitanas como es el eje Córdoba-Medina Azahara y la travesía de Villarubia. Algunas otras vías desconectadas de Córdoba son las que llegan hasta el campus de Rabanales donde la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente quiere instalar una Puerta Verde de conexión. Esta unión entre la zona universitaria y la capital contaría con más de cinco kilómetros. El proyecto también tiene previsto continuar al este las vías ciclistas y que lleguen hasta la barriada de Alcolea, con cinco kilómetros.

Pero el beneficio económico que supondrá este plan no lo es todo. En materia de contaminación, por ejemplo, las toneladas de dióxido de carbono que se evitarían cada día, si se contabilizará una media de un 10% de la movilidad en bicicleta en los días laborales, ascenderían hasta 708,79 toneladas. En consumo de combustibles, el ahorro ascendería hasta los 40 millones de litros al año. Todos estos datos pertenecen al conjunto de Andalucía, pero en Córdoba las cifras también son llamativas. Teniendo en cuenta que cada kilómetro de carril bici necesita una inversión de 300.000 euros, la Junta destinará 12,78 millones de euros a la remodelación y construcción de estos caminos sostenibles en Córdoba.

A pesar de contar con un carril bici relativamente corto, la capital se sitúa en el podio de las ciudades con más desplazamientos en bici en días laborales. En Córdoba hay alrededor de 900.000 desplazamientos y un 2,1% de ellos, son en bici. La única provincia que la supera es Huelva, con un 2,5%. Muy por delante de la bici se encuentran los desplazamientos en coche propio y a pie, que suponen un 40,9 y un 33,3%, respectivamente, del total. El Plan de Movilidad Urbana Sostenible que se realizó en Córdoba en 2011 ya anunciaba un incremento destacado del uso de la bici. Los viajes en este transporte eran los únicos que ascendían con respecto al año 2004, junto a los de coche. Si en 2004 tan solo un 0,68% usaba la bici, un 1,63% lo hacía siete años más tarde.

El objetivo general del actual PAB es crear un modelo sostenible que, según la Consejería de Fomento, se concreta en aspectos como el retroceso del coche frente al desplazamiento a pie, en transporte público y, ante todo, en bici. Según la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, "la bicicleta no es sólo un medio de transporte que puede suponer perfectamente una alternativa al coche para los desplazamientos rutinarios sino que es también una herramienta de transformación de la ciudad a favor del espacio público y la convivencia". Además de los efectos beneficiosos para el medio ambiente, el plan de la bicicleta también busca la promoción del comercio y el turismo.

La inversión mayoritaria en este proyecto la hace la Junta de Andalucía, que aportará un 75% del total. El 25 % restante correrá a cargo de los ayuntamientos, a los que la Administración autonómica ya ha empezado a presentar el programa. Este 25% del total que aportan los consistorios lo podrá hacer asumiendo el coste, o con una compensación económica. Esta compensación consistiría en la cesión de derechos a la Administración autonómica de los ingresos que se pudieran obtener del aprovechamiento del subsuelo, por ejemplo, de una empresa que quiera aprovechar la obra para instalar fibra óptica para internet.

La Consejería también ha explicado los distintos usos que se prevén del incremento de kilómetros de los caminos. El aumento en el área urbana servirá netamente para el uso de la bici como transporte mientras que en el área metropolitana también se insertan el uso de la bici para deporte, ocio o turismo. Asimismo, este plan parte de las vías existentes lo que permitirá la mejora de los desperfectos y la integración de los viejos carriles en una oferta más moderna. Desde la Consejería también se destaca la "intermodalidad", ya que el plan está diseñado para promover el acceso desde la red ciclista hasta el transporte público. Uno de los aspectos más importantes y en los que más se centrarán será en la continuidad; es decir, que el trazado se interrumpa lo máximo posible, algo que pasa mucho en el actual tramo de Córdoba. La universalidad, a su vez, permitirá que la red no se centre en un tipo de usuario, sino que también esté desarrollada para mayores y niños.

Los análisis realizados por la Consejería han detectado falta de homogeneidad en las vías existentes por lo que el PAB prevé la redacción de un documento con recomendaciones específicas para evitar este hecho. Estos análisis también han tenido en cuenta el clima o las características orográficas de los que se extrae, según el área de Fomento de Junta, que la capital es una zona "con gran potencialidad para el uso de la bicicleta".

Los datos extraídos para el PAB también desvelan todos los proyectos anteriores que han pretendido fomentar el uso de la bici. En 1997 se creó el Plan Director de la Bicicleta que propició la mayoría de los caminos para bicicletas que existen hoy en día además de una gran cantidad de aparcamientos. Cinco años más tarde se instaló el denominado Eco-Bici Cyclocity que consistía en un servicio de préstamo de bicicletas. Este proyecto sigue en pie hoy en día pero los puntos en los que están las bicis -sólo cuatro- y el número de vehículos -60- es demasiado reducido para una ciudad de más de 300.000 habitantes. El siguiente proyecto se desarrolló ya en 2011 con el fin de completar los itinerarios pendientes del programa de 1997. En ese mismo año, 2011, el Ayuntamiento crea la Oficina de la Bicicleta para fomentar su uso y crea la figura del defensor de este vehículo. También se han hecho otros planes que no se centran específicamente en la bicicleta pero que favorecen su uso. Así, por ejemplo, destacan el Plan de Accesibilidad del Conjunto Histórico o la semipeatonalización de la ribera del Guadalquivir.

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