La huella de Julio César en Montemayor
Campiña Sur
La prospección rastrea los campos de la batalla de la conquista romana en el siglo I a. C. y el estudio del asedio de Vlia Fidentia
La temporada estival es una buena fecha para descubrir la historia de la localidad de Montemayor. Después de tres meses de actividad, han concluido los trabajos arqueológicos en esta localidad de la Campiña Sur de la segunda campaña denominados Prospección superficial terrestre en el Municipio de Montemayor. Campos de batalla de la conquista romana.
El proyecto, apoyado por la Junta de Andalucía a través de un convenio de colaboración entre la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y el Ayuntamiento de la localidad, perseguía un doble objetivo: proseguir el rastreo minucioso de la evidencia arqueológica asociada a las guerras civiles romanas en el siglo I a. C., y estudiar el contexto de hallazgo del carro ibérico excavado el año pasado.
A lo largo de tres semanas se ha hecho especial hincapié en la documentación del asedio de Vlia Fidentia durante las guerras civiles y las batallas que libraron las tropas de los hijos de Cneo Pompeyo contra Julio César en su pugna por el control de la República romana.
El Ayuntamiento de Montemayor ha informado de que los trabajos de campo de 2018 permitieron recuperar una ingente cantidad de material militar romano fechable, precisamente a mediados del siglo I a. C., localizar el emplazamiento de uno de los campamentos de asedio, así como un posible frente de combate, todo ello recuperado en la zona norte, entre el Cerro de la Horca y el propio municipio de Montemayor.
Los resultados obtenidos este año han permitido localizar otro frente de combate y el posible emplazamiento de otro de los campamentos de asedio al sur de Montemayor. Es particularmente reseñable la variedad de armamento arrojadizo localizado este año sobre el terreno.
Al gran número de proyectiles de honda de plomo (glandes plumbeae), hay que añadir una punta de lanza completa (moharra), varias puntas de flecha, dardos y proyectiles de artillería de torsión (pila catapultaría). Todo este material, junto con monedas, clavos para botas militares (caligae) y otros objetos, demuestran tanto el enfrentamiento entre dos grandes ejércitos romanos en el entorno, como la existencia de un plan de asedio, lo que coincide con el relato conservado en las fuentes literarias.
Por lo que se concierne al carro ibérico hallado en 2018, cuya restauración comenzará el próximo mes de septiembre, se ha efectuado una intervención puntual para estudiar su contexto arqueológico. La excavación ha permitido identificar una zanja practicada en el terreno para depositar el carro en lo que parece un ritual votivo, asociado a un posible enterramiento en las cercanías. Los materiales hallados en la tierra con la que se rellenó dicha fosa parecen reforzar las hipótesis de datación, alrededor del s. IV a.C.
Un proyecto de excelencia
La actividad, dirigida por el doctor Javier Moralejo Ordax y codirigida por Jesús Robles Moreno, se enmarca en un Proyecto de Investigación de Excelencia de I+D-i del Ministerio de Ciencia e Innovación y dirigido por el director del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UMA, Fernando Quesada, y ha contado con un equipo interdisciplinar compuesto por los arqueólogos: Francisca Jiménez, Fernando Javier Tristell, Antonio Carmona y Antonio Moreno.
Otros técnicos y aficionados han participado en la detección de metales, como Francisco Matas, Antonio Carmona, Juan José Aragonés y Blas Reif.
Desde elAyuntamiento, además, han destacado que el uso de la detección de metales y, en un contexto reglado y en combinación con la metodología arqueológica, está ofreciendo “excelentes resultados”.
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