Carta de un médico a los Reyes Magos
Humanidades en la Medicina
La inversión en Sanidad debe de verse como una producción de salud, no como un costo. España necesita actuar por un Pacto Nacional por la Sanidad sin color político
El día 6 de enero los hogares se despertarán con los regalos o con las ilusiones pedidas en sus múltiples cartas, sobre todo en lo que atañe a la salud, que es una de las razones más importantes y valoradas por los ciudadanos.
Según la tradición, los tres Reyes Magos llevaron dádivas, que más que ofrendas divinas los científicos las consideran en la actualidad como presentes para mejorar la salud. Aprovechando estas fechas mi carta, como médico de la sanidad pública durante toda una vida de ejercicio profesional, es de esperanza, para que el nuevo Ministerio de Sanidad, dentro de sus primeros 100 días de existencia, y la Consejería de Salud se impliquen en la valoración de sus profesionales y promocione la mejora de la salud que durante la pandemia ha dado signos de una flaqueza que debemos evitar en el futuro. Para ello pido:
1º Potenciar y fomentar el entorno sociosanitario, con una atención integral a los pacientes, con una convergencia de servicios de atención primaria y hospitalaria para optimizar la atención médica y social, ésta a veces olvidada.
2º Mayor inversión en recursos humanos y materiales y garantizar su sostenibilidad a largo plazo.
3º Armonizar el Sistema Nacional de Salud con la Historia Única Digital.
4º Abordar y actualizar los planes de prevención pendientes y /o deficitarios, como por ejemplo la salud mental y suicidio.
En Europa los dos modelos sanitarios más influyentes son el modelo Beveridge y el modelo Bismarck (es un sistema de atención médica limitado, mutualista, que garantiza la asistencia sanitaria a los empleados que cotizan). En nuestro país tenemos el modelo Beveridge que se basa en que la atención médica es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, sin importar de su estatus económico. Este sistema tiene un riesgo, y es que puede conllevar dificultades de sostenibilidad financiera y listas de espera considerables, por lo que la estrategia económica, planificación y gestión debe ser muy eficiente para que no repercuta en investigación, recursos humanos y recursos materiales.
¿Pero qué puede y debe, hacer la administración para abordar temas tan importantes como la jubilación, guardias, sistema MIR, fuga de profesionales sanitarios, reconocimiento y homologación de algunas especialidades, etc.?
A nadie se le escapa que el ambiente de trabajo de cara tiene una extraordinaria influencia en la calidad de la atención al paciente, y esta calidad está supeditada al número de usuarios, horas de trabajo en exceso como puede ser en las guardias médicas de 24 horas a las que aún no se les ha dado salida, con más incidencia si cabe en los Urgenciólogos, pendientes de la oficialización de la especialidad Medicina de Urgencias y Emergencias, incluyendo para la misma a los colectivos de enfermería y técnicos de Emergencias Sanitarias.
Hay que mimar el pilar fundamental de una sanidad de excelencia, que es su Atención Primaria, destacada durante la pandemia Covid 19 con una gran capacidad de adaptación y de trabajo en equipo pese a los escasos recursos humanos, estructurales y de autogestión con los que contó. Recursos humanos que dieron el 200% y algunos incluso la vida, habiendo sido testigo y colaborador con mis compañeros, tanto de Urgencias como de otras especialidades en Hospital, de la reinvención ante nuevas necesidades, que han marcado un saber hacer.
Otro elemento clave es la formación MIR, que precisa de una gestión en tiempo real de las convocatorias para el acceso a las plazas con una plataforma fiable. Dejar la imprevisión a un lado en el caso de situaciones especiales, como ocurrió durante la pandemia, que abandonaba en la cuneta a los opositores por ser Covid+ y sin la posibilidad de presentarse hasta el año siguiente. Aumento del número de plazas, acorde con las necesidades, así como hacer un estudio de las vacantes presentes y futuras a corto plazo teniendo en cuenta las jubilaciones venideras. Es muy importante que los médicos MIR estén siempre supervisados, con la implicación máxima de los tutores y jefe de estudios, lo que los llevará a un mejor desempeño de su educación médica dejando de ser “mano de obra barata”.
Cuando nos referimos a la jubilación hemos de verla como necesaria, en algunos casos anticipada por las características del puesto de trabajo, exceso de horas que no computan, y sin compensación, guardias, etc. Que se puede llevar a cabo en parte por el Real Decreto 1698/2011.
Consideramos importante como petición que se reconozca la especialidad de Cuidados paliativos y garantizar el acceso al 100% de la población, independientemente de donde resida, constituyendo un derecho universal.
Pensando en la Salud Mental, necesitamos psicólogos, para lo cual habría que aumentar el número de plazas PIR (psicólogo interno residente) para acercarnos a la media europea, que es de 18 psicólogos por cada 100.000 habitantes. En la actualidad la ratio especialista/ciudadano en nuestro país es de 6 por cada 100.000 (en 2021). Hemos de tener en cuenta que en los últimos años los psicólogos han sido los profesionales más demandados por la sociedad.
El Gobierno debe de plantearse por qué hay fuga de cerebros en la medicina. Hay que parar el éxodo de profesionales sanitarios, mejorando condiciones laborales, económicas y sociales, haciendo un país atractivo.
Como vemos son asignaturas pendientes que una sanidad pública que debiera aprobar con matrícula, porque la inversión en Sanidad debe de verse como una producción de salud y no como un costo. España necesita actuar por un Pacto Nacional por la Sanidad sin color político.
Y, por último, y no por ello menos importante, hacer la petición de apoyo para que la investigación y la ciencia en el ámbito de la Medicina, sigan avanzando para proporcionar salud y bienestar, que es nuestro objetivo.
También te puede interesar