El Centro de Emergencia Habitacional debe someterse a unas obras de puesta a punto antes de su apertura

Infraestructuras

El Ayuntamiento tiene que asumir el arreglo de los desperfectos provocados tras las últimas actuaciones realizadas en el centro y que la adjudicataria de las mismas no ha subsanado

El complejo cuanta con 15 apartamentos preparados para dar cobijo hasta a 29 usuarios

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Edificio que ocupará el Centro de Emergencia Habitacional.
Edificio que ocupará el Centro de Emergencia Habitacional. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/El Centro de Emergencia Habitacional deberá someterse a unas obras de adecuación final y puesta a punto antes de su apertura. Esas obras durarán al menos 60 días. El Ayuntamiento ha licitado las actuaciones por 15.490 euros y las empresas que quieran optar a las mismas tienen de plazo hasta el próximo lunes 12 de agosto para presentar sus ofertas. Se trata de actuaciones menores repartidas por buena parte del edificio. Entre ellas, la reparación de cierres de ventanas de trasteros, la construcción de un pequeño tejado, la colocación de mallas antinidos en todo el perímetro del edificio (en unos cien metros lineales), la impermeabilización bajo teja para acabar con el problema de foiltraciones que sufre el techo o la sustitición de un falso techo de yeso laminado.

El Centro de Emergencia Habitacional está ubicado en el antiguo Hospital Militar de San Fernando, en Lepanto, complejo situado en la confluencia de las avenidas Agrupación Córdoba y Almogávares. El Ayuntamiento lo ha reformado cofinanciando las obras con fondos europeos Edusi. Tras la finalización de esas obras de actuaciones de adaptación, rehabilitación y dotación de mobiliario, "se han detectado ciertos desperfectos en el edificio que el contratista del contrato de obras originario, actualmente incurso en concurso de acreedores, no ha subsanado pese a los requerimientos efectuados, por lo que, a fin de poner en marcha el nuevo recurso habitacional, deben ser reparados por esta Administración, junto con la realización de determinadas actuaciones adicionales que mejorarán la conservación del inmueble, la prestación del servicio y el bienestar de las personas usuarias", según se insiste en la memoria de licitación del contrato.

La memoria continúa insistiendo en que el objetivo que se busca con este complejo es el de "atender a la mayor brevedad posible a las familias en situación de calle afectadas por una emergencia habitacional y ofrecerles alojamiento alternativo y temporal, esta Delegación Municipal de Servicios Sociales tiene la necesidad de poner en funcionamiento este nuevo recurso social, siendo indispensable para ello proceder de manera inmediata a la ejecución de las obras de adecuación final y puesta a punto del edificio municipal". Concretamente, el Centro de Emergencia Habitacional tendrá capacidad para 29 usuarios y cuenta con tres plantas distribuidas en un sótano con trasteros, una planta baja y una primera. En total se han construido 15 apartamentos con capacidad para acoger a dos o tres personas en cada uno, y tan solo uno para uso individual. Las viviendas estarán equipadas con cocina y baño.

Un proyecto que data de 2017

El proyecto data de 2017 y las actuaciones se retrasaron dado que el Ayuntamiento dio por extinguido el contrato de la empresa a la que se le adjudicaron cuando el grado de ejecución de las mismas no llegaba ni al 50%. La firma Albaida Infraestructuras era entonces la encargada de llevar a cabo la conversión de las dependencias del antiguo Hospital Militar en Centro de Emergencia Habitacional. El Consistorio le adjudicó el contrato a finales de 2018 por un importe total de 630.284 euros. Ya en esta fecha llegaba con un retraso más que considerable, teniendo en cuenta que era a finales de ese mismo año cuando debían haber comenzado las obras, según el calendario inicial.

El proyecto planteaba la construcción de apartamentos con cocina más espacios comunes, como por ejemplo, lavandería, que darían cabida a personas de manera transitoria, no estacionaria. En octubre de 2019 las obras quedaron paradas por un problema estructural. Hasta entonces se habían realizado demoliciones, reforzado los forjados existentes, reparado la cubierta de teja, y picado y saneado el revestimiento exterior de fachada, colocado rejas en los huecos de fachada y ejecutada la tabiquería de ladrillo de la planta semisótano. También se había comenzado la ejecución de la nueva distribución de tabiquería ligera y de las instalaciones de saneamiento y fontanería, así como del ascensor.

En la segunda fase de obras, adjudicada a Avanza Solutions & Projects por 538.311 euros, se demolió una escalera en mal estado, debido a las serias patologías detectadas, para su sustitución por una nueva escalera de estructura metálica, y se terminaron los trabajos de la distribución de espacios y de nuevos sistemas de instalaciones (abastecimiento de agua, saneamiento, electricidad, iluminación, red de voz y datos, climatización, control climático, protección contra incendios, detección y alarma).

Igualmente, esa segunda fase contemplaba el suministro y la colocación de las nuevas carpinterías de fachada y de puertas de paso interiores, así como la instalación de las puertas cortafuegos, ya suministradas en obra, la terminación y puesta en marcha del ascensor, cuya instalación quedó en fase muy avanzada. Finalmente se realizaron los trabajos de acabado de pintura y limpieza de elementos de fachada preexistentes. El estado de conservación del pabellón "era muy deficiente", según reza la memoria del proyecto del inmueble, que llevaba en estado de abandono desde la finalización de su uso como parte del conjunto del antiguo Hospital Militar de San Fernando.

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