Con charanga y mucho ruido: una despedida de solteros indigna de nuevo a los vecinos del centro de Córdoba

Las escenas se repiten todos los fines de semana en el centro de Córdoba. La fiesta sin control y una despedida de soltero con charanga incluida ha acabado en destrozos en el mobiliario de la ciudad y un nuevo malestar entre los vecinos, que han pasado la madrugada de este domingo sin poder dormir.

Ha ocurrido en la calle San Fernando, en pleno Casco Histórico, sobre las 22:00, cuando una multitud de personas de fiesta, celebrando una despedida de soltero, han generado "un escándalo, mucho ruido" en la zona, en la que además han interrumpido el tráfico rodado, según han denunciado ya los vecinos, cansados de vivir este tipo de escenas cada fin de semana en Córdoba.

La fiesta de esta noche estuvo acompañada también de vandalismo: una papelera fue arrancada y destrozada en la misma calle, que ha amanecido "con vómito y orín" y "la Policía ni aparece", denuncia la presidenta de la asociación La Medina, Lourdes Martínez, que ha pedido, una vez más, a la Delegación de Seguridad del Ayuntamiento de Córdoba "control" para las fiestas.

"Los vecinos están planteándose el irse", afirma, porque considera que el Consistorio "no está evitando que el Casco Histórico se vacíe, ni están conservando el patrimonio y su esencia". Desde la plataforma Andalucía entre Tod@s han pedido ya a la Subdelegación del Gobierno que convoque la Junta Local Técnica de Seguridad para aprobar un plan de actuaciones conjunto.

No es la primera vez que habitantes de la zona se quejan de la situación y llaman a la Policía Local durante la madrugada. El pasado 23 de octubre en las calles Cabezas y Martínez Rucker, varias personas de fiesta colgaron vallas de obras en las ventanas de edificios para treparse, mientras que el 7 de septiembre un joven intentó trepar por las rejas de las ventanas de una vivienda en la calle Lineros del centro una vez que un vecino llamó la atención del grupo, que salía de un restaurante de la zona y seguía de fiesta por la calle. El hecho llevó a los vecinos a protestar y a la Policía a reforzar su presencia en el casco, aunque el alcalde consideró esa vez que se trataba de un "hecho aislado" y que "puede ocurrir en cualquier barrio".