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Menos alquileres permanentes y un creciente aumento de la oferta de arrendamiento temporal. Ese es el panorama del mercado inmobiliario en España del que no es ni mucho menos ajena la ciudad de Córdoba, que supera en ambos apartados las medias nacionales, según los datos referentes al primer trimestre de 2024 publicados esta semana por Idealista, que achaca este fenómeno a las sucesivas políticas del Gobierno sobre el sector.
Así, en los primeros tres meses del presente año, la oferta de alquiler permanente ha caído hasta un 66% en Córdoba respecto al mismo periodo de 2023, siendo la ciudad de España en la que el descenso es más acusado. Una bajada que tiene como contrapunto el aumento de un 76% de la oferta de arrendamientos de temporada, si bien en este caso el incremento interanual está en un valor medio entre las 52 capitales de provincia. Con todo, en la ciudad, este tipo solo ocupa el 3% del total, lejos del promedio nacional.
Porque según los datos aportados por el portal inmobiliario, el peso del alquiler de temporada en España se situó al cierre de marzo en un 11%, destacando el 30% existente en San Sebastián y Barcelona, el 21% en Cádiz, el 18% en Badajoz, el 15% en Madrid o el 13% en Valencia y Málaga. En capitales como Soria, Lugo, Ceuta, Ourense y Guadalajara ronda el 0%, mientras que en Ciudad Real, Melilla, Teruel y Palencia apenas si llega al 1%.
Precisamente la ciudad extremeña es la que experimenta la mayor subida de este tipo de arrendamientos sobre el mismo periodo del año antes, alcanzando el 2.560%. Los aumentos son igualmente importantes en Cáceres (800%), Huelva y Lérida (650%) o Huesca (500%), pequeños mercados en los que este fenómeno era prácticamente inexistente y en los que la aparición de algunos anuncios ha provocado aumentos más que considerables, según señala Idealista.
Con todo, la media nacional se queda en un 56% por el peso en el mercado que tienen grandes ciudades como Madrid (56%), Barcelona (53%), Bilbao (49%), Valencia (62%), San Sebastián (77%) o Málaga (79%). Solo en cuatro capitales han caído las ofertas temporales: Lugo (-100%), Teruel (-67%) y Ávila y Palencia (-33%).
El crecimiento de los arrendamientos de temporada contrasta con la bajada de los alquileres de larga estancia, que en el último año se sitúa en el 15%. El mayor descenso se da en Córdoba (-66%), seguida de Oviedo (-46%), Palencia y Ávila (-41%), mientras que las mayores subidas se han producido en Cuenca (35%), Girona (23%), Soria (17%), Almería (15%), Huelva (13%) y Teruel (11%).
Entre los grandes mercados, la caída es generalizada. Así, baja en Bilbao (-33%), Sevilla (-27%), Madrid (-24%), San Sebastián (-22%), Palma (-20%) y Barcelona (-15%). Destaca, con todo, el aumento leve, pero significativo que ha experimentado la oferta en Valencia (4%) y Málaga (2%), mientras que en otra ciudad costera mediterránea como Alicante se mantiene estable.
Para Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, "los datos del primer trimestre siguen poniendo de manifiesto que legislar de espaldas a los propietarios acaba destruyendo el mercado. Las medidas adoptadas en materia de alquiler han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, una formula perfectamente legal, pero que viene a dificultar aún más el acceso a la vivienda de las personas y las familias más desfavorecidas".
"Resulta obvio, ya que el origen de los problemas de alquiler no está en los precios, sino en el enorme déficit de oferta, lo que genera tensiones en los precios y ansiedad en las familias que comprueban la dureza de la competencia con decenas de familias. La situación exige un reequilibrio en las relaciones de propietarios e inquilinos que aflore mucho producto al mercado y permita que la situación se normalice", concluye Iñareta.
Los expertos inmobiliarios creen que esta tendencia se va a mantener mientras el Gobierno no tome medidas que hagan aflorar producto en el mercado. Actualmente la demanda de alquiler es tal que se estima que cada anuncio de vivienda que se publica tiene una media de 27 familias interesadas, señalan desde idealista.
Los alquileres de temporada son aquellos que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente de vivienda, sino que sirven al alojamiento durante un periodo de tiempo muy concreto (por lo general, inferior al año). Se rigen por la voluntad de las partes, la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil.
Quedan fuera del ámbito de aplicación de la reciente Ley de Vivienda, por lo que no se ven afectados, entre otros aspectos, por las limitaciones en las actualizaciones de la renta o las prórrogas extraordinarias del contrato. Esto ha provocado que su impacto haya sido mayor en los grandes mercados y, sobre todo, en aquellos en los que los gestores públicos han anunciado su interés por aplicar un efectivo control de precios (particularmente, en las llamadas zonas tensionadas).
Para hacer frente a esta problemática, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana estudia las propuestas que ha enviado al grupo de trabajo para la regulación del alquiler de temporada y ha convocado una nueva reunión para decidir las conclusiones, aún sin fecha concreta.
Entre los objetivos del Ministerio figura el establecimiento de mecanismos para no eludir el cumplimiento de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) e intentar salvaguardar los alquileres de temporada que realmente lo son, como los de estudiantes o trabajadores temporales.
Vivienda atribuye la problemática que se está produciendo a la disminución de la oferta de alquiler de vivienda habitual, ya que buena parte del parque existente se está yendo a otras categorías de alquiler.
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