Las cofradías piden la apertura de la segunda puerta de la Catedral
Las hermandades reconocen fallos de organización durante la celebración del cortejo
El Vía Crucis Magno fue, sin duda, un ensayo general de la futura carrera oficial. Se trata de un proyecto que supondría un cambio sustancial en la Semana Santa y que implicaría la apertura de una nueva puerta en la Catedral para así facilitar el paso al interior del templo a las cofradías con sus pasos. Al respecto, el presidente de la Agrupación de Hermandades, Francisco Gómez Sanmiguel, reconoció ayer a El Día que este nuevo itinerario supondría la apertura de esta puerta. A su juicio, el entorno de la Catedral "es un marco impresionante y magnífico" y la Semana Santa "ganaría mucho" con este futuro itinerario si se llevara a cabo. A su juicio, el paso de las 18 cofradías por esta zona de la capital durante el Vía Crucis Magno "invitaba al recogimiento" y subrayó que el "entorno es magnífico, aunque limitado para la gente".
La citada puerta ya estuvo abierta hasta el siglo XIX con la denominación de puerta del Pilar. Este espacio da al Patio de los Naranjos y está situado junto a otras cubiertas por unas celosías, que fueron instaladas a finales del pasado siglo XX y que son obra del arquitecto Rafael de La-Hoz. Hasta el momento, se han celebrado varias reuniones sin que se llegue a ningún acuerdo entre el Cabildo Catedralicio y la Junta de Andalucía.
Gómez Sanmiguel reconoció también los fallos de organización que se registraron durante el Vía Crucis Magno, unos problemas muy criticados ayer en la web de este diario y en las diferentes redes sociales. Así, detalló que unos de los problemas se centró en que muchas personas ocuparon las sillas de la carrera oficial -sin haber comprado la entrada- antes de tiempo y cuando se cerró el espacio acotado "no querían irse". Es más, la Policía tuvo que intervenir en la zona de la Catedral en varias ocasiones debido a las peleas que se originaron por este motivo, así como en el entorno de la calle San Fernando, donde se concentraron miles y miles de personas. Y es que, la elevada afluencia de público colapsó la Cruz del Rastro y provocó el retraso en casi una hora en el comienzo del Vía Crucis. Así, el presidente de la Agrupación de Cofradías explicó que esta situación provocó que se tuviera que "modificar el orden de las hermandades para evitar más problemas". A su juicio, en ese punto hubiera sido necesaria una mayor presencia policial, porque "no fue tanta". "Si hubiera habido más Policía, se hubiera controlado de otra forma", consideró.
Debido a la gran afluencia de visitantes se desplegaron tres centenares de efectivos para garantizar la seguridad tanto de los que acudieron a presenciar el acto religioso como de los miembros de las distintas hermandades participantes.
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