Las cofradías niegan que el lazo blanco tenga un interés político
Las hermandades censuran las declaraciones de la ministra de Igualdad, que ha pedido que no mezclen religión con política cuando aborden la nueva ley de aborto
Las cofradías no han encajado nada bien que la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, se dirigiera a ellas este fin de semana para pedirles que no mezclaran "política con religión" a la hora de abordar la nueva ley del aborto, una normativa que las corporaciones han rechazado de forma tajante. Así lo pusieron ayer de manifiesto los hermanos mayores consultados El Día en un sondeo realizado con motivo de entrada en escena de la ministra de Igualdad.
Los dirigentes de las cofradías cordobesas reivindicaron su derecho a la "libertad de expresión" y, en líneas generales, rechazaron que esta protesta tenga esos tintes políticos a los que se refiere Aído. En esta línea, los dirigentes de las hermandades también defendieron de forma férrea a la cúpula de la Agrupación de Cofradías, que ha sido el colectivo que ha abanderado esta protesta.
El mensaje de la ministra hacia las hermandades no tendrá, por tanto, el resultado pretendido por la responsable del ramo de Igualdad. Las cofradías mantienen con firmeza el documento de defensa de la vida y rechazo a la nueva ley del aborto que firmaron la pasada semana en la sede de la Agrupación y, en la mayor parte de los casos, tienen previsto colocar los lazos blancos en un lugar visible de las procesiones que celebrarán en la próxima Semana Santa. En este sentido, el hermano mayor de Las Penas, Rafael Cervantes, fue bastante contundente en sus declaraciones y consideró que la "Semana Santa es sagrada y no tiene nada que ver en absoluto con la política como así parece que nos quieren hacer creer". Ésta es la misma posición que defendió la hermana mayor de la Esperanza, Olga Caballero. A la dirigente de la cofradía radicada en la parroquia de San Andrés no le parece bien que "se siga hablando una y otra vez de nuestra postura, ya que hemos dejado bastante claro que defendemos el derecho a la vida".
El dirigente de la Agonía, Francisco Gabriel Carbonero, recalcó que se siente "totalmente legitimado" a hablar sobre esta normativa que pretende aprobar el Gobierno central. "Puedo asegurar que no vamos a hablar de la crisis económica o de otros asuntos de Estado, pero cuando se trata de defender la vida, como es el caso, no nos vamos a callar", dijo. Carbonero descartó asimismo que las hermandades hayan querido "politizar" la situación y criticó, sin embargo, a las administraciones públicas que "a veces utilizan el tema de las subvenciones".
De los hermanos mayores consultados por este periódico tan sólo el de la Paz y Esperanza, Manuel Quirós, creyó ver un cierto atisbo de relación con la política en todo este asunto, aunque "no por parte de las hermandades, sino desde el Gobierno". A este respecto, el dirigente de la corporación de Capuchinos aconsejó que "lo que no tenemos que hacer es alimentar un debate que sólo viene bien a los políticos, ya que así desvían la atención sobre la mala situación económica en la se encuentra este país".
El hermano mayor de Ánimas, José Aguilera, por último, concluyó que, "como Iglesia que somos, tenemos que estar en contra de la nueva ley del aborto y defender a ultranza la vida, y nadie nos puede callar en este sentido".
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