El comercio del Centro y la Judería de Córdoba vive su "noche más larga" para dinamizar las ventas

Los comercios del Centro y la Judería de Córdoba han celebrado este jueves su "noche más larga" con una jornada en la que abren sus puertas hasta las 00:00 con el objetivo de atraer clientes y dinamizar las ventas.

La iniciativa ha surgido de las asociaciones Iluminando Juntos y Judería y a ella se han adherido alrededor de 300 negocios (comerciantes y hosteleros) de estas dos zonas de la ciudad. Debido a la situación que vive Córdoba capital -que ha retrocedido en la desescalada y ha pasado a nivel de alerta 3 por la incidencia de contagios de covid-19- la jornada ha sido más light de lo que los participantes hubieran deseado.

En este caso, no se han podido celebrar espectáculos ni actividades en la calle y los empresarios han insistido en todo momento en el seguimiento de las medidas de seguridad para evitar posibles contagios.

El presidente de Iluminando Juntos, Pedro Jiménez, ha explicado que La noche más larga surge con la idea de, ya que ha terminado el colegio, comienza la temporada de vacaciones y muchos cordobeses se van a la playa o a sus parcelas, "aprovechar esta noche" para animar y facilitar las compras con diferentes descuentos o promociones. Además, algunos han sacado percheros a sus puertas con gangas y artículos especiales. "Sabemos que no es la noche más larga, pero sí lo es para el comercio porque vamos a abrir hasta las 00:00", ha apuntado.

Jiménez ha destacado que "los clientes son súper conscientes" de que hay que respetar unas normas, según percibe en su establecimiento, que es de moda de hombre pero al que suelen ir familias.

Iluminando Juntos ya ha organizado otros actos desde que se fundó hace año y medio, en especial en los meses de abril y mayo, cuando hicieron un homenaje a la Semana Santa desde sus escaparates o adornaron las calles para el Mayo Festivo.

En general, los comerciantes han recibido muy bien esta iniciativa. Aunque en principio algunos fueron reticentes, finalmente se ha sumado casi un centenar de ellos en la zona Centro, mientras que los otros 200 son de la Judería.

Jiménez ha señalado que los últimos meses han sido "difíciles" para el comercio de cercanía, de hecho, "muchos no han podido subsistir", pero "nos vamos recuperando un poco". Una muestra de ello es que han surgido algunos establecimientos, lo que supone "una gran alegría" porque "el comercio tiene ser vivo y con competencia, al mismo tiempo que seguro".

Por su parte, la presidenta de la asociación Judería, Laura Roda, ha insistido en la necesidad de proponer actividades que fomenten que los ciudadanos se muevan por esa zona del Casco Histórico. En esta ocasión, en La noche más larga participan negocios de hostelería, tiendas de souvenir y talleres artesanos, que han preparado algunos descuentos o consumiciones especiales para atraer clientes.

La idea es animar el Casco Histórico, "que ahora necesita un poco más de ayuda que el resto de barrios porque no tiene tantos habitantes". Proyectos como este reflejan que "vamos al unísono, tenemos un criterio común y queremos salir de esta", ha explicado Roda.

Por otro lado, se ha mostrado preocupada, al igual que el resto de comercios de la Judería, porque "ningún turista quiere venir a un lugar en el que la tasa de contagios está alta; es decir, no es un atractivo ni para los cordobeses ni para el turista". Por ahora, "se está moviendo algo los fines de semana, pero entre semana estamos demasiado tranquilos, y eso nos sigue inquietando".

Una de las comerciantes del Centro que se ha unido a esta iniciativa es Rocío Cerdá, propietaria de la tienda de ropa Inga, que ha ofrecido promociones en algunos percheros. En la calle Barqueros, donde se ubica su establecimiento, suelen poner adornos y música e incluso sacar percheros a la calle, pero debido al covid han decidido "ser precavidas".

El sentido de esta actividad es "dinamizar el Centro, hacerlo un poco más atractivo", ha añadido, para lo que también se ha unido la hostelería y el Casco Histórico para que "se vea que vamos todos a una".

También en esta zona, Eva Leiva, propietaria de Ruval, coincide en que "todas las iniciativas positivas para esta zona están bien". En su caso, ha puesto más de 250 prendas a 10, 15 y 20 euros. Además, ha sacado dos percheros fuera para atraer a los clientes.

Esta empresaria mira el futuro con positividad y optimismo y espera que se normalicen las cosas para ver cómo responde el público porque "no podemos perder la experiencia" que supone salir de tiendas. Esto, además de mantener vivo al pequeño comercio, da vida y "hace únicas" a las ciudades.