El comercio del Centro, optimista ante la próxima apertura del centro comercial en el antiguo Simago

Córdoba/La inminente apertura del centro comercial de la calle Jesús y María es una buena noticia para los comercios del Centro de Córdoba. Conocido popularmente como el antiguo Simago, establecimiento en el que también se instauró durante un tiempo el Corte Inglés, la mitad del espacio de estas instalaciones ha sido adquirido por el Grupo Inditex, que va a darle una nueva vida a este edificio que, pese a su privilegiada ubicación en el corazón de la ciudad, ha estado más de una década abandonado.

Será la semana que viene, en principio, cuando al fin abra sus puertas. No será todo el espacio, pues las obras continúan, pero sí lo hará la que por ahora ha sido la única tienda anunciada oficialmente en el antiguo Simago: Bershka, una de las firmas más conocidas de la empresa de Amancio Ortega. La tienda antes estaba ubicada en la calle Concepción, pero cerró sus puertas a finales del pasado mes de octubre para instalarse en el nuevo proyecto de la calle Jesús y María. Será la primera tienda en asentarse de forma definitiva en el edificio.

Zara, la marca más popular de Inditex, será la siguiente en llegar al espacio, sin fecha todavía y cuya tienda sigue abierta en la calle Conde de Gondomar. Queda por confirmar qué otras firmas del grupo podrían desembarcar en este espacio: Inditex tiene en el corazón de Córdoba tiendas de Pull&Bear, Stradivarius, Oysho y Zara Home, mientras que faltan Massimo Dutti y Lefties.

La estrategia de aglutinamiento de firmas y permanencia en el centro que va a aplicar Inditex es "positiva" para el comercio de la ciudad. Así lo valora la federación provincial Comercio Córdoba, cuyo presidente, Rafael Bados, hace hincapié en que "hay ciertos grupos empresariales que, si abandonaran el centro, sería un problema tanto en Córdoba como en otras ciudades de Andalucía y de España". Inditex es uno de ellos, cuyas tiendas son las más demandadas en todo el territorio nacional y también en el extranjero.

"El traslado a la calle Jesús y María puede ser positivo. Lo primero, porque no se van del centro, y lo segundo, porque puede ser lo que necesitábamos para atraer a la zona comercial del centro de la ciudad a ese millón de turistas que cada año visita Córdoba y pasea por su Casco Histórico. Que el turismo acceda al centro es en lo que llevamos trabajando años con mucha esperanza y esta es la oportunidad para que se consiga de manera natural", señala Bados, quien confía en sellar esa "vinculación turismo-comercio" que la asociación lleva años intentando.

El centro de Córdoba, de hecho, se encuentra en una situación "mejor que la de hace bastantes años", pues "a nivel de ocupación de locales se ha mejorado mucho, tanto las arterias principales de Cruz Conde, Gondomar y Claudio Marcelo, como las calles secundarias", destaca el presidente de Comercio Córdoba. Pese a ello, es consciente de que "la situación del pequeño comercio es complicada" y de que "el comercio de cercanía sigue peleando duro para mantener su sitio dentro el conjunto del sector".

Superadas las crisis financieras de comienzo de siglo y la pandemia del Covid, los pequeños comercios han vivido "una reconversión silenciosa" ante los grandes formatos comerciales. El centro comercial del antiguo Simago apunta a ser una de esas grandes plataformas de la que, sin embargo, esperan beneficiarse las tiendas que hay instauradas en las diferentes calles del Centro de Córdoba. Los negocios de Jesús y María, de lejos, serán los más favorecidos. Justo enfrente del edificio está ubicado Abril Complementos, tienda de bisutería con más de 20 años de servicio en la capital cordobesa.

Antonio Cecilia, dependiente en este negocio, asegura que desde hace un tiempo recibe "a más turistas, tanto nacionales como internacionales". Y ahora, con la inminente apertura del Grupo Inditex enfrente de su tienda, espera "mucho más movimiento". "Es una buena forma de conseguir lo que se está intentando, que se mueva el turismo al Centro y también la propia gente de Córdoba", explica Antonio rodeado de toda esa bisutería y complementos que van a estar mucho más demandados en las próximas semanas.

A pocos metros del antiguo Simago, al inicio de la calle Cruz Conde desde las Tendillas, en la tienda Me lo dijo Pérez están muy expectantes sobre cómo influirá la apertura de este nuevo centro comercial. "Es todo relativo porque la calle Jesús y María ya en sí es turística y aquí se desvían poco, aunque esperamos que, al ser línea recta, los clientes vengan", ruega Conchi Moreno, gerente del negocio. Y es que, aunque "ahora vienen más turistas", Conchi recuerda que los pequeños comerciantes son "los pececitos alrededor de la ballena", que en este caso es Inditex.

Pedro Jiménez, gerente de la tienda Pedro Jiménez Moda Hombre en la calle Góngora, insiste en la importancia de que "esas tiendas no se vayan" del Centro y de que "atraer comercio es positivo". Eso sí, este empresario prefiere "que las tiendas de Inditex sigan a pie de calle para que el pequeño comercio reciba también y no estén todas en un centro comercial". Expectante en si el antiguo Simago atraerá a más turistas o no a las calles del Centro, algo que "es posible al estar cerca de la Judería", le preocupa "que se pierda el pequeño comercio tradicional que da una atención personalizada y un asesoramiento a cada cliente".

Ese comercio de toda la vida confía en que el turismo que se acerque al centro atraído por el nuevo centro comercial "tenga estilo y busque una tención más selecta y una mejor calidad en los productos". De hecho, Rosa Salcedo, gerente de Salcedo Modas, asegura que "ahora hay más turistas comprando atraídos por el escaparate y una atención más exclusiva". Por eso, pese a la ubicación en la calle Concepción de donde recientemente se ha marchado Bershka, muestra su "positividad" de que "la gente igualmente se va a estar moviendo por todo el centro".

Por supuesto, como comenta Rosa Salcedo, "es difícil saberlo todavía hasta que no se vayan todas las tiendas a la calle Jesús y María". Algunas como Zara, Pull&Bear, y Stradivarius abandonarán la calle Conde de Gondomar y los negocios allí instalados están en ascuas por saber cómo les va a afectar. Positivo o no, la esperanza es lo último que se pierde. Y es que, como defiende Carlos Serrano, empleado de la tienda Etichetta & North LA ubicada frente al Zara, "esta calle es histórica y al final la gente va a seguir pasando por aquí".