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Sábado de Feria
Otra vez volvió la lluvia amenazando con aguar la última cita del Mayo Festivo. Por si los feriantes no tenían bastante con haber sacrificado la noche del viernes, las nubes llegaron la mañana del sábado a Córdoba para descargar con fuerza, haciendo presagiar lo peor. Pero la meteorología no puede con las ganas de fiesta y tras una mañana pasada por agua, el sol se hizo un hueco entre las nubes. A medida que se iba animando el tiempo se iba llenando El Arenal, cuyas casetas tenían permiso para abrir desde las 13:00. Algunos no pudieron esperar más y a esa hora ya estaban tomando el primer vino. Es el caso de Javier, que llegó la tarde-noche del viernes desde Burgos a su "cita ineludible" con la Feria cordobesa, que visita desde hace unos años después de haber permanecido en la ciudad un curso universitario gracias a una beca Séneca. Desde entonces no falla pero en esta ocasión nadie le avisó de que la fiesta se aplazaba al sábado a mediodía. "Después de 650 kilómetros no me lo creía, pero hoy tendremos doble sesión", bromeaba.
Con aquello de que hay una noche menos en la Feria, no había tiempo que perder y las casetas pronto empezaron a llenarse, aunque no al mismo ritmo que otro sábado cualquiera. Se notaba menos ambiente y eso que no había que recuperarse de la resaca. Ya a media tarde, el recinto empezó a lucir sus mejor estampa, con miles de cordobeses y turistas dispuestos a dejar a un lado la crisis. No importa que estemos a fin de mes o que la propia Feria hay sufrido recortes. Es mayo y es Córdoba y las penas se olvidan en El Arenal. Grupos de amigos, familias o compañeros de trabajo inauguraron la Feria a ritmo de sevillanas y rebujito. "No queda otra, hay que subir el ánimo", aseguraba Manuela junto con sus nietos Álvaro y Sofía. "No nos vamos a quedar en casa, que ya tenemos bastante con lo que tenemos, esta semana es para disfrutar".
Beatriz recordaba la última vez que vino a la Feria. "Fue hace muchos años y porque tuve que venir a la boda de un primo", pensaba en voz alta. Su residencia está en Madrid y, aunque cuenta con familiares en Córdoba "nunca me viene bien bajar en mayo". Pero ayer fue el día en que consiguió cuadrar todos los planes para enfundarse un traje corto de flamenca y pasear por El Arenal. "¿No era más grande la portada?", preguntó al llegar. Justo la mitad. La entrada a la Feria mide este año 70 metros de ancha frente a los 140 de otras ediciones. El Mayo Festivo tampoco se ha escapado de los recortes pero eso no ha sido impedimento para que esta vez se haya alcanzado el máximo número de casetas y no quede ni una parcela libre en el recinto ferial.
Y así la tarde se fue animando hasta llegar a la medianoche, ya con botellón incluido -perdón, concentraciones de jóvenes-, para dar paso al encendido del alumbrado por parte del alcalde, José Antonio Nieto. ¡Que comience la fiesta!
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