Miguel Campello en Córdoba: "Dentro de cada canción están esas personas que quieres o recuerdas"

Entrevista

El artista alicantino visita la ciudad con un concierto en la Sala M100 para disfrutar de los temas de sus últimos discos

El artista Miguel Campello. / El Día

Desde el flamenco hasta el rock hay un largo recorrido por donde se pasea Miguel Campello. A través de sus temas, esos que compone al caer le sol, muestra un mestizaje de sentimientos cotidianos que le lleva hasta aquel rostro que le ha marcado en su caminar. Cantante y compositor de la banda elbicho, ahora triunfa con su trayecto en solitario. En la sala M100 promete una explosión de adrenalina este sábado 15 de octubre a las 22:30.

-Las entradas de su concierto en Córdoba se han agotado, ¿Cómo vive este recibimiento?

-Estoy muy agradecido, para otra pillamos un sitio más grande -bromea-. Desde que vamos con elbicho la experiencia en Córdoba es muy bonita, la gente muestra mucho cariño. Cuando íbamos a la sala el Quiñón se ponía siempre hasta la bandera, es de agradecer.

-Desde su camino en solitario lleva siete discos a sus espaldas y el próximo verá la luz en el 2023. En los últimos tiempos va casi a disco por año, ¿Cómo lo hace?

-Yo no dejo nunca de trabajar, mi cabeza está dando vueltas y sabe como funciona esto, son muchos años haciendo canciones. Hay veces que más que discos es como una especie de novela porque todas las canciones tiene que tener una coherencia. De repente un día te sientas y te sale una canción y hay otras veces que no, hay épocas que me siento más y otras que recojo experiencias para poder escribir. Noche y Día es el siguiente disco y aunque tengan la misma inquietud se visten de de otra manera.

-¿Busca inspiración en el día a día?

-Yo me paso todo el día en el campo y cuando se va el sol me meto para el estudio, es mi cuarto de los juguetes. Casi siempre va saliendo esa construcción, me encanta hacer canciones. Ya tenía canciones cuando no cantaba. Cuando era chico cantaba las canciones de los demás y las mías me las guardaba para cantarlas alguna vez.

-Después de tantos años, ¿Cuesta escribir las letras?

-Cuesta más escribir una canción que te motive a ti para cantarla, esa es la simbiosis, el encontrar esa canción que te siga motivando. Son muchos años, muchas letras y una sola persona escribiendo. A veces hay temas que suenan parecidos, pero forma parte del juego el exprimirte la cabeza para ver donde esta la canción siguiente que me haga llorar. Otra afición que tengo es que tu me cuentas algo y le pongo imágenes en mi cabeza. Hay canciones que uno dice: ¿eso lo he escrito yo?

-¿Sus canciones son historias inventadas o busca entre sus propios sentimientos para escribir?

-Dentro de todo lo surrealista que puede ser la letra, porque meto muchas metáforas y lo que significa una cosa lo explico de otra manera, pero al final es como soy yo mismo. También suelen ser terceras personas, suelo escribir para mi, para mis hijos o pareja, la gente más cercana. Está claro que dentro de cada canción están esas personas que quieres o recuerdas.

-¿Se le ha pasado por la cabeza alguna vez el tirar la toalla?

-Yo me crié en Matola, una pedanía al alado de Elche. Allí había limoneros, naranjos, higueras, los ojos me los tapaban esas cosas tan bonitas y no veía nada mas allá que esa fantasía mía. Cuando llegué a Madrid de un golpe me lo enseñaron todo. Fue la primera realidad y me di cuenta que no todo era como yo me lo imaginaba. Primero tienes que ser tú el que crea en ti mismo y lo que haces, casi más importante que escribir es creerte lo que escribes.

-Y después de triunfar, volvió al campo, lugar donde vive ahora, ¿no?

-Es la vida la que te lleva y te trae. Para mi era más normal vivir en la tierra, tener un espacio para hacer ruido, yo soy muy ruidoso, y tenía que alejarme. En el campo puedes hacer ruido y puedes gritar, si eso lo haces en un edificio quedas como un loco o te llaman a la policía. Al final la cabra tira al monte, y nunca mejor dicho.

-Aparentemente el rock y el flamenco no se parecen, pero todas las críticas le asignas esos dos géneros a su estilo ¿Lo considera así?

-En ese abanico de colores que va del flamenco al rock nos paseamos mucha gene con inquietudes parecidas como Triana, Enrique Morente, Vicente Amigo... La música al final es música. Creo que en este tiempo, el hecho de poner una categoría a las cosas es por organizarnos.

-El pasado año sacó Con todos mis respetos, disco donde versiona canciones de distintos artistas a modo de homenaje, ¿Le ha marcado la música que escuchaba en su infancia?

-Sí, la copla es algo que me ha marcado a mi, de niño le cantaba coplas a mi abuela, antes cantarte una canción era cantarte una copla. Soy muy de radio y escuchar podscast, a nivel de música me suelo poner lo que ya vengo escuchando desde hace rato, que es mucho y luego van apareciendo cosas que te recomiendan.

-La copla es un género que no está tan presente en las nuevas generaciones, ¿Cree que se ha perdido?

-Es normal también. Pero a mi hija por ejemplo, le dio por escuchar a C. Tangana y es un disco que tiene mucho de cosas antiguas. Creo que no se pierde la copla porque la llevamos dentro, es la que nos une. Yo no tuve la suerte de nacer en Andalucía, pero nací en un barrio muy flamenco. El flamenco es una actitud, una manera de vivir, cantes o no cantes. Hay gente que no canta ni baila y es muy flamenco al tomar un café.

-En su último concierto acabó sin camiseta y ahora está convaleciente de una rodilla por otra actuación, ¿Puede pasar de todo sobre el escenario, no?

-Me parezco un poco a la niña del exorcista -comenta entre risas-. A lo mejor estoy malo y no puedo dar volteretas pero al final las doy. Es una actitud que si no te comes al escenario, el escenario te come a ti.

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