Condenada una mujer que amenazó con "rajar" a la directora de un centro de servicios sociales de Córdoba

Sentencia

Una orden de alejamiento le impide a la acusada acercarse a la infraestructura municipal

A la cárcel por robar en dos casas de la Judería y el Sector Sur

Una plaza de Las Moreras.
Una plaza de Las Moreras. / Miguel Ángel Salas

Córdoba/El Juzgado de Instrucción número 2 de Córdoba ha condenado a una mujer que amenazó a la directora de un centro de servicios sociales de la ciudad, a la que llegó a esperar a la salida del trabajo con un palo y le gritó que iba a “rajarla”. Los hechos se produjeron el pasado 23 de septiembre.

La denunciada era beneficiara de una solución habitacional consistente en un alojamiento en un hostal para ella y su familia que concluía en el momento en que se sucedieron los hechos. Así, a primera hora de aquel día, se personó en el centro a fin de que le dieran una solución alternativa.

En primer lugar, fue atendida por una trabajadora social, que le explicó la situación y las competencias que tenían para resolver su problema y le indicó que allí no podían adjudicar directamente nada, sino que estas cuestiones se resolvían por orden de prioridad según un baremo.

Como no recibió la solución que esperaba, la sentencia considera probado que regresó sobre las 13:35 y pidió hablar directamente con la directora, que la recibió en su despacho, le explicó que hacía “lo que estaba en sus manos” y le reiteró lo que previamente le informó la trabajadora social.

Así, “enfadada”, se dirigió a la directora señalando las fotografías de su familia que tenía en el despacho y le dijo que conocía a sus hijos, pues “ya sabía dónde vivían y que la iba a rajar de arriba a abajo”. Tales palabras la asustaron, por lo que pidió auxilio al vigilante de seguridad, que ya estaba alertado al oír voces, y le pidió que abandonara el edificio.

La esperó con un palo

Más tarde, sobre las 15:00, cuando la directora se marchaba a su casa se encontró con la acusada, que “la esperaba con un palo”, relata la resolución judicial. La mujer lo esgrimía a lo lejos mientras reiteraba que la iba a “rajar”.

La sentencia considera que la declaración de la directora es “prueba de cargo suficiente” para una condena, pues no aprecia en el relato “circunstancia alguna que enturbie el juicio de credibilidad”. Por contra, la denunciada “no ha dado una explicación satisfactoria de los hechos, ni siquiera con el aporte documental de una denuncia por racismo contra la directora que nada acredita sobre el trato despreciativo que supuestamente recibió desde los servicios comunitarios”.

Además, el juez aprecia “graves contradicciones” entre el testimonio prestado por la denunciada y su hermana, quien depuso como testigo, por ejemplo, sobre el comportamiento del vigilante de seguridad. Y no considera creíble que esta “se hubiera limitado a quejarse en voz alta por no recibir la solución habitacional que buscaba”.

Así, el juzgado condena a la imputada como autora de un delito de amenazas a una multa de 30 días con una cuota diaria de 2 euros, al tiempo que le prohíbe comunicarse con la denunciante por cualquier medio o procedimiento y acercarse a ella, a su domicilio y al centro de servicios sociales a menos de 200 metros durante un periodo de tres meses.

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