Córdoba cuenta ya con más de 3.000 instalaciones de autoconsumo de electricidad

Ahorro energético

Los profesionales indican que el siguiente paso es el autoconsumo compartido, es decir, placas solares en bloques de vecinos y edificios comunitarios

Instalación de placas solares.
Instalación de placas solares. / El Día

El precio de la energía lleva meses disparado en España. Seguro que más de uno se habrá llevado una sorpresa -ingrata- al leer la factura de la luz, que ha vuelto a repuntar en julio. Esta ha sido la principal motivación que ha hecho que muchas familias empiecen a interesarse por el autoconsumo con energías renovables.

En los datos ofrecidos por la Agencia Andaluza de la Energía en su histórico sobre la potencia instalada estimada en la provincia de Córdoba, se observa un aumento exponencial en los últimos años. Tanto es así que en 2018 había una potencia de 0,3 megavatios (mw) y en el 2021 ya eran 53,0 mw. El incremento es más que evidente, aunque también se observa este crecimiento en el año anterior y posterior a la pandemia; en 2019 había 3,9 megavatios instalados y al cerrar 2020, el dato subió a 13,9.

Asimismo, según las estimaciones de la Agencia, a finales de 2021 (último dato disponible), en la provincia de Córdoba había 3.081 instalaciones de autoconsumo, lo que incluye a particulares, empresas y entidades públicas.

El consumo fotovoltaico es la principal medida que se ha implantado en las viviendas para intentar meter la tijera en el recibo de la luz, pues los precios, impensables hasta hace relativamente poco tiempo, han llevado a que las familias reflexionen sobre qué hacer para disminuir los consumos.

No solo eso. Otra de las razones que está motivando el auge de las energías sostenibles es el fomento desde las administraciones públicas, tanto a nivel nacional como europeo. Hace un año, el Gobierno central aprobó una partida de 1.320 millones para autoconsumo, baterías y climatización renovable.

A nivel municipal, en Córdoba instalar placas solares también tiene ventajas administrativas, pues hasta un 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) durante diez años puede ahorrarse el ciudadano que se decante por estas instalaciones en su vivienda.

“Hay mayor concienciación a nivel político y por parte de los ciudadanos”, como reconoce el director de desarrollo de proyectos del grupo Aljaval en Córdoba, Rafael Aguado. Este grupo de energía cordobés creó Aljaval Solutions, dedicado específicamente a la instalación de autoconsumo fotovoltaico industrial y residencial. “Se ha visto ese crecimiento en el volumen de instalaciones en los últimos tiempos”, reconoce.

Al principio, el primero en apostar por este tipo de tecnologías fue el sector de la industria, aunque en el último año se ha notado un aumento importante en el sector residencial, que fundamentalmente son viviendas unifamiliares. “De 2020 a 2021 se han incrementado un 85% las instalaciones, casi el doble”, indica Aguado.

Estos sistemas tienen una vida útil por encima de los 20 años. Además, otra de las ventajas de dichas actuaciones es el cuidado al medioambiente. Una instalación que puede estar entorno a unos cuatro kilovatios evita casi dos toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera al año.

En Córdoba, este auge por instalar renovables se ha visto en distintas zonas donde abundan los viviendas unifamiliares, como El Brillante, la Carrera del Caballo o Cañero, indica Aguado.

“El cambio importante en una factura eléctrica se consigue teniendo como medida principal el autoconsumo”, concluye el profesional. No obstante, "aún queda mucho". "Actualmente tenemos una potencia total instalada en España de unos 2,5 gigavatios y el objetivo es llegar a los 11 en 2030”, dice Aguado.

Paneles solares en un tejado.
Paneles solares en un tejado. / El Día

¿Qué más queda por hacer? Los profesionales detallan que cada vez hay una mayor implantación de este tipo de instalaciones, aunque todavía existe un gran nicho de mercado referente al autoconsumo colectivo, es decir, aquel que se instala en bloques de vecinos o edificios compartidos.

“Va a ser el siguiente paso. Hay bloques de pisos que ya están preguntando y realizando presupuestos de autoconsumos compartidos. Va a ser el siguiente nicho de mercado”, avanza Aguado, que también comenta que una de las primeras instalaciones de este tipo en Córdoba la han realizado en el polígono empresarial del Parque Joyero.

Desde la Asociación de Energías Renovables de Andalucía (Claner), su presidente, Alfonso Vargas, comparte esta misma opinión. Y profundiza: “El perfil del cliente ha cambiado y los instaladores ahora en cualquier tejado son capaces de intervenir a un coste razonable, no hace falta tener una gran casa”. Además, indica que la ley ya prevé que cada propietario tenga “un coeficiente de participación y, por lo tanto, un coeficiente de ahorro en su factura”.

Este auge en las energías renovables también se ha notado entre las empresas y profesionales del sector: “En la asociación notamos un importante incremento de asociados que se dirigen a nosotros fuera del sector tradicional”.

A nivel nacional, el año pasado se instalaron más de 1.000 megavatios de autoconsumo, que es mucho más que en los años anteriores; en concreto, este dato corresponde al 25% de toda la potencia renovable que existe en España. La previsión para 2022 es de llegar a ese 50% de todo lo que se instala, según los datos que maneja Claner.

“El autoconsumo siempre merece la pena”, subraya Vargas, ya que el encarecimiento de la luz ha repercutido de manera positiva en las ventajas de la instalación de placas solares. Antes, estas infraestructuras se podían amortizar en seis o siete años, mientras que ahora se puede hacer en la mitad de tiempo, en tres o, incluso, dos años. “Son cifras que hasta ahora no se conocían”, añade Vargas.

Los montajes más demandados corresponden a instalaciones fotovoltaicas sin almacenamiento, que son las que no precisan de un sistema de batería. Un autoconsumo residencial puede ahorrar en torno a un 30 ó 40% en la factura, y para las estructuras con batería roza incluso el 60%, aunque los costes de la inversión inicial se tardarían más tiempo en recuperar.

Satisfacción de unos vecinos y la espera de otros

“Más que satisfecho”. Así se muestra Víctor José Romero, uno de los vecinos cordobeses que se decidió por instalar placas solares en su hogar. Una de las principales motivaciones que le hicieron informarse por estas energías era para rebajar el precio de la luz, aunque “el empujón definitivo” vino a través de las experiencias de conocidos: “Prácticamente estaban pagando la mitad que yo”.

Ahora, sus facturas se han reducido un 50%, aunque reconoce un “miedo inicial por la inversión”. “No es un cambio radical en la forma de gastar, ni de tener todo encendido. Hay que priorizar, hacer el mismo ritmo de vida pero aplicado a las horas de luz”, relata.

Este cordobés también posee vivienda en la zona del Casco Histórico, donde actualmente no se le permite a los vecinos la instalación de placas solares, dado que así lo recoge el Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico (PECH) a pesar de que en octubre del pasado año el Pleno aprobó una moción conjunta de todos los grupos municipales por la que se desbloqueaba esta prohibición recogida en un acuerdo de 31 de julio de 2007 de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU).

La vivienda de Romero se ubica en un bloque de vecinos donde están interesados en poner las placas, sino para el ahorro individual, para los gastos de la comunidad. “Hay cierto tipos de edificios que no provocan impacto visual”, defiende Romero.

Hace unos días, de hecho, los vecinos del Casco Histórico se manifestaban frente al Ayuntamiento para instar a Urbanismo a que les permita ya instalar placas solares. “Los paneles solares son instalaciones livianas y reversibles, con una vida útil de diez a 20 años, justo el tiempo que necesitamos para implementar la transición energética", indicaban.

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