Córdoba es la provincia con la población activa más envejecida de Andalucía
Mercado de trabajo
El 23,5% de la fuerza laboral de la provincia tiene más de 55 años mientras que la media de la comunidad autónoma está en un 19,6%
En dos décadas, el número de personas sénior ha sufrido un aumento del 144%, mientras que los jóvenes de 16 a 19 años son un 37,2% menos
Córdoba se sitúa entre las provincias con las cotizaciones más bajas de España
Córdoba/El envejecimiento de la población en Córdoba continúa su tendencia al alza debido al aumento de la esperanza de vida y la disminución de los nacimientos. Esto ha provocado que el porcentaje de personas sénior (mayores de 55 años) en el total de la población activa sea cada vez mayor. La provincia cordobesa sufre especialmente este problema, de forma que se ha posicionado como la que tiene la fuerza laboral más envejecida de Andalucía.
Así, en Córdoba 23,5% de la población activa supera los 55 años, mientras que la media de la comunidad autónoma está en 19,6%. La segunda provincia con la población en edad de trabajar más envejecida es Granada, donde estas personas suponen un 20,6%; seguida de Jaén (20,3%); Málaga (19,5%); Cádiz (19,4%); Sevilla (19,2%); Huelva (18,4%) y Almería (16,8%).
Actualmente, en Andalucía se contabilizan 116 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, un índice del 116% que, aunque inferior al nacional (137%), crece a un ritmo desbocado, en un contexto en el que los indicadores de esperanza de vida y tasa de natalidad avanzan sin tregua hacia un invierno demográfico.
En España, un 20,8% de la población activa tiene más de 55 años, siendo Ávila, Teruel, Zamora y Burgos las provincias con mayor porcentaje, superando el 25%. Le siguen Lugo, Soria, Valladolid, Palencia, León, Segovia y Vizcaya, que también alcanzan esa cifra. Córdoba se encuentra en el número 16 del ránking nacional, con datos similares a los de Albacete y Ciudad Real.
A pesar de este envejecimiento creciente, los mayores de 55 años afrontan grandes prejuicios y estereotipos en el mercado laboral que pueden conducirles a la inactividad, al desempleo de larga duración, a jubilaciones forzosas y anticipadas o a un mayor riesgo de exclusión y/o pobreza. Todo un contrasentido, teniendo en cuenta que la edad de jubilación tiende al alza, siendo la contribución sénior clave para la competitividad del país, según señala un informe de la Fundación Adecco, especializada en recursos humanos.
Evolución de los activos en la provincia cordobesa
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en Córdoba hay 368.700 ciudadanos en edad de trabajar, es decir, mayores de 16 años con o sin empleo. Por grupos de edad, 8.100 personas tienen entre 16 y 19 años (el 2,19% del total, el menos numeroso), 12.800 tienen entre 20 y 24 años (el 3,47%), 261.000 tienen entre 25 y 54 años (el 70,7%) y, por último, 86.800 tienen más de 55 años (el 23,5%). Este último grupo etario está formado por la llamada generación del baby boom por el aumento de la tasa de natalidad que se dio en España entre 1958 y 1975.
El número total de población activa en Córdoba es similar al de hace una década, de forma que en 2014 había 369.400 personas en edad de trabajar (un 0,19% más que en la actualidad), pero sí es mayor al de hace 20 años, cuando se registraron 331.500 activos (un 11,22% menos que ahora). Teniendo en cuenta las cifras de ese año, 2004, en la provincia había 12.900 jóvenes de entre 16 y 19 años, un 37,21% más que en la actualidad. Suponían el 3,8% del total de las personas en edad de trabajar.
Por otro lado, hace dos décadas había 35.100 ciudadanos de entre 20 y 24 años, un 63,5% más que ahora, y eran el 10,5% del total de activos. Con respecto a la población de 25 a 54 años, eran 247.900 personas, un 5,28% menos que en la actualidad y un 74,7% del total. Para finalizar, 35.500 eran mayores de 55 años, un 144% menos que los que ahora forman parte de la población activa de la provincia, y suponían el 10,7% del total. Esto significa que hoy en día hay 2,5 veces más personas mayores de 55 años que en 2004. Por lo tanto, estos datos reflejan un aumento de la población activa, pero con menos jóvenes y más mayores, lo que a medio-largo plazo hará difícil el reemplazo generacional y supondrá una problemática para sostener el sistema de pensiones.
Falta de reemplazo generacional
Según el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, el proceso de envejecimiento ha cogido "velocidad de crucero y tiene un gran impacto en el mercado de trabajo". En primer lugar, "la fuerza laboral es cada vez más sénior y urge desterrar los prejuicios y estereotipos que dificultan el acceso al empleo de las personas más veteranas, a las que se asocia con obsolescencia o menor flexibilidad".
Por otra parte, Mesonero destaca que el envejecimiento trunca las perspectivas de reemplazo generacional, siendo urgente apostar por la cualificación de la ciudadanía "como política tractora del país, permitiendo aportar su talento a personas tradicionalmente inactivas como aquellas con discapacidad o mujeres que han dedicado su vida a la familia y ahora desean incorporarse al mercado laboral". No en vano, resalta que existe un problema de sincronización entre la formación de los trabajadores y los requisitos de las empresas, que dispara la tasa de desempleo, cuando, al mismo tiempo, las empresas no logran cubrir sus vacantes".
"Es urgente actuar, mediante políticas activas de empleo, para corregir este desajuste estructural. Además, habrá que abordar con diligencia el reto de la diversidad cultural, teniendo en cuenta el potencial de la fuerza laboral extranjera para llenar el vacío de una población activa nativa decreciente", asevera el director general de la Fundación Adecco.
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