Córdoba pone en marcha un proyecto piloto en varias paradas de autobús para la accesibilidad de personas ciegas

El Ayuntamiento de Córdoba y la ONCE han presentado un proyecto piloto que pretende mejorar la accesibilidad de las personas ciegas a la hora de usar el transporte público. Concretamente, se ha puesto en marcha en la línea 2 de Aucorsa y el objetivo es extenderlo a toda la red de transporte público de la ciudad.

En este caso, se utiliza la tecnología que aporta NaviLens, una aplicación destinada a personas con discapacidad visual que tienen dificultades para utilizar la señalética tradicional y por tanto no pueden ser autónomos en entornos desconocidos.

NaviLens utiliza códigos que pueden ser detectados sin necesidad de saber dónde se ubican, algo clave para las personas ciegas. Los usuarios, a través de la cámara de su móvil, pueden escanear los códigos para obtener cierta información.

La clave está en que los códigos creados por NaviLens tienen varias características que los hacen fácilmente detectables. En este caso, pueden ser detectados hasta 12 veces desde más distancia que los QR o los códigos de barras (15 metros), se leen rápidamente y en cualquier condición lumínica, la información que aportan (que puede escucharse a través del altavoz del teléfono) es muy precisa y no es necesario enfocarlos.

Según ha indicado el alcalde, José María Bellido, el Ayuntamiento junto a la ONCE han seleccionado la línea 2 por ser uno de los trayectos con más usuarios, teniendo en cuenta además que llega hasta el Hospital Universitario Reina Sofía.

El objetivo es que esta tecnología de aquí a un futuro cercano esté presente en todas las paradas de Aucorsa, pero también ir más allá y usar las etiquetas en ámbitos como el turístico, para aplicarlas a los monumentos, por ejemplo.

Bellido ha destacado la labor de la Delegación de Inclusión, dirigida por Bernardo Jordano, y también de Aucorsa e Infraestructuras. Esta última se ha encargado de hacer pequeñas intervenciones en las paradas del trayecto para mejorar su accesibilidad y que puedan ser fácilmente detectables con un bastón.

La tecnología de los códigos NaviLens está presente ya en muchos lugares del mundo. Los códigos pueden encontrarse, por ejemplo, en la estación de Jay Street, una de las más concurridas del metro de Nueva York. También se usa en los servicios de los Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), en el tranvía de Murcia o en la estación de Atocha en Madrid.