El campo cordobés exige al Gobierno que la crisis de los precios sea una cuestión de Estado
El Campo
Organizaciones agrarias y cooperativas elaboran una tabla con 17 exigencias ‘clave’ para resolver los problemas del sector
En el campo estamos viviendo una situación tan crítica que estamos heridos de muerte”. La secretaria provincial de COAG, Carmen Quintero, ha definido con estas palabras el estado que vive en la actualidad la agroganadería cordobesa. Lo ha hecho durante la presentación que ha realizado junto a los presidentes de Cooperativas Agroalimentarias de Córdoba y Asaja Córdoba, Rafael Sánchez de Puerta e Ignacio Fernández de Mesa, respectivamente, y al secretario provincial de UPA, Miguel Cobos, de las concentraciones que van a llevar a cabo las cooperativas y las organizaciones agrarias para exigir soluciones para el sector.
Estas movilizaciones “en defensa del sector agrario y del mundo rural” serán el jueves 13 de febrero por la tarde, con una concentración en Adamuz, y el viernes 14 de febrero, con una tractorada en Lucena, con la que se contará la A-45. Además, las organizaciones agrarias y las cooperativas han llamado al sector a un paro general el viernes 14. “Los problemas que vive el campo son más que suficientes para estas movilizaciones”, ha defendido Miguel Cobos.
Las organizaciones agrarias y Cooperativas Agro-alimentarias han elaborado la que han dado en llamar Tabla reivindicativa por la crisis del sector agrario y el mundo rural en Córdoba, un documento con 17 puntos que resumen las demandas del sector agroganadero cordobés. En el primero de esos puntos exigen “unos precios dignos para todas las producciones. Los actuales precios son ruinosos sin justificación y deben ser una cuestión de Estado. Exigimos una mesa interministerial para solucionar el problema”. El segundo de estos puntos es la exigencia de dignificar el papel que desempeñan los agricultores y ganaderos, “que proporcionamos alimentos sanos y de calidad a toda la sociedad, que garantizamos de supervivencia de un mundo rural y que contribuimos de forma decisiva a la sostenibilidad y mitigamos el cambio climático al ser sumideros netos de CO2”.
Otra de sus reivindicaciones es un no rotundo a los aranceles. “No somos culpables de lo que hacen otros sectores. Los aranceles son para los aviones, no para los agricultores y ganaderos. Exigimos firmeza ante la UE para que se defienda el campo y el mundo rural español”, insisten. Además, de exigir que se acabe con la venta a pérdidas y el uso de los productos agrarios como reclamo en los puntos de venta a los consumidores. “Exigimos una regulación para ello de las Administraciones competentes”, recalcan. Y que se investiguen de oficio antes las posibles fijaciones de precios. “Exigimos a la Comisión de Competencia que trabaje en ese sentido”, puntualizan.
Las organizaciones agrarias y Cooperativas Agro-alimentarias reclaman asimismo que haya una verdadera apuesta por el relevo generacional en el campo, así como por unas agriculturas y ganaderías rentables, “que son las que fijan población, mantienen el medio rural, y protegen el medio ambiente”. E incluyen entre sus exigencias la del incremento de los regadíos “para tener una agricultura más competitiva, poniendo en valor los 280 hectómetros cúbicos que han desaparecido en la provincia de Córdoba”.
Otras demandas incluidas en la tabla reivindicativa son las de la “garantía de agua para los ganaderos”; la “firme apuesta” por la comercialización, “la promoción del consumo de nuestras producciones, la concentración de la oferta, y el asociacionismo; la memora de la Ley de la cadena alimentaria; unos acuerdos comerciales justos para las producciones europeas;y la igualdad de condiciones laborales y de uso de productos fitosanitarios con las producciones de terceros países, con controles rigurosos en las fronteras”.
Mención aparte merece el caso del sector del aceite de oliva, al que las organizaciones agrarias y Cooperativas Agro-alimentarias dedican cuatro de las 17 exigencias de la Tabla reivindicativa por la crisis del sector agrario y el mundo rural en Córdoba. La primera de las cuatro medidas que exigen para el sector es categórica:“No más engaños. Exigimos la revisión completa del sistema de almacenamiento privado, con un presupuesto garantizado y transparente, para tener precios dignos”. Además, reclaman la autoregulación del mercado del aceite de oliva, exigen perseguir la banalización del aceite y su uso como producto reclamo y demandan “medidas de apoyo al olivar con mayores dificultades”.
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