Los cordobeses creen que la base logística del Ejército atraerá nuevas inversiones empresariales

La base logística del Ejército de Tierra que se instalará en Córdoba, tras la adjudicación por parte del Ministerio de Defensa a comienzos del pasado mes de febrero, ofrece una oportunidad inmejorable para el despegue de la ciudad -y la provincia- a partir de ya. La capacidad de atracción que supone un proyecto de tal envergadura, que por sí solo generará ya más de 1.600 empleos directos, está fuera de toda duda y ha provocado que hasta socios alejados en sus ideales, como el cogobierno y la oposición, vayan de la mano para hacerlo realidad, pues todos son conscientes de la importancia presente y futura de su consagración, cuanto antes mejor.

Para dar una visión más profunda de lo que supone que la base logística se instale en Córdoba, la Asociación Cordobaactiva, dentro del proyecto Invertir en Córdoba. Herramienta promocional para la atracción de inversiones y vivir en Córdoba, con la asistencia técnica de la empresa Deimos Estadística, y la cofinanciación del Instituto de Desarrollo Económico y Empleo del Córdoba (Imdeec), ha elaborado una encuesta de percepción sobre la oportunidad que genera esta instalación. Y los resultados, tras la cuestación de empresarios y personas formadas de distintos perfiles, no pueden ser más alentadores.

Porque después de 225 entrevistas válidas realizadas, sobre seis preguntas, con un nivel de confianza del 95% y un margen de error que se sitúa en torno al 6,5%, una amplísima mayoría ha cambiado de manera notable su percepción sobre la capacidad de Córdoba para atraer proyectos de gran impacto tras la adjudicación de la base logística, de la que además esperan que cambie positivamente el desarrollo socio económico de la ciudad.

Porque un amplio porcentaje considera que la capital tiene una localización perfecta para empresas de logística y distribución, al tiempo que atiende que la calidad de vida y los costes son claves para elegir su ubicación. Además, tanto para bien como para mal, consideran fundamental la disponibilidad y cualificación de la mano de obra para decantarse por una ciudad u otra a la hora de instalar un proyecto.

Todo estos estos datos quedan desgranados en el informe en función de sexo -101 encuestas a varones y 124 a mujeres-, dos grupos de edad -129 entrevistas de 18 a 39 años y 96 de 40 a 65-, y tipo profesional, con 114 cuestaciones a empresarios o autónomos y 111 a profesionales por cuenta ajena. El trabajo de campo, para una población mayor de edad, se realizó 19 de mayo de 2021, si bien la realización comenzó ya en el mes de abril y se extendió por ambos meses.

Análisis pormenorizado por preguntas

La primera cuestión planteada hace referencia al cambio de opinión para atraer nuevas empresas de fuera y otras inversiones tras la llegada de la base, sobre una puntuación de uno (nada) a diez (todo). La inmensa mayoría se posiciona por encima de cinco y el grueso lo hace entre siete y ocho, lo que deja el nivel de confianza en un 7,93. Los hombres son los que más creen en esa capacidad de atracción, mientras que entre los grupos de edad la media es similar, siendo ligeramente superior entre los trabajadores por cuenta ajena.

Luego la encuesta se detiene entre los factores clave para que las empresas se decidan por una ubicación u otra. La disponibilidad y cualificación de la mano de obra representa el 43,5%, seguido por la disponibilidad de infraestructuras (34,2%) y la disponibilidad de suelo industrial (20%). Entre los hombres es mayoritario el apego a las infraestructuras, mientras que las mujeres se decantan por la mano de obra, que sí es la opción prioritaria en ambos grupos de edad y para los autónomos, mientras que los empresarios apuestan igualmente por las edificaciones de servicios.

La tercera pregunta afecta a qué punto valora más una empresa para ubicarse en una ciudad. El 43,5% cree que es la calidad de vida que puede ofrecer, mientras que el 33,3% se fija en los costes, y solo el 21,3% mira al apoyo institucional para su implantación y desarrollo. Esa ventaja del primer punto se fragua sobre todo en el apoyo de la mujer, superior al 53%, mientras que los hombres hacen un reparte más equitativo. Sí gana la primera opción tanto entre los de 18 a 39 años como entre los de 40 a 65, al igual que entre los autónomos, mientras que los trabajadores por cuenta ajena se decantan levemente por los costes.

Mirando a Córdoba, la encuesta realizada por Cordobaactiva cuestiona sobre qué sectores brinda mejores y más oportunidades la capital, imponiéndose el de distribución y logística (40,8%), seguido por la tecnología industrial y metalmecánica (26,22%) y la agroindustrial (21,3%), dejando más atrás a la biomedicina (7,1%) y la alta joyería (4,4%). Esta clasificación se mantiene por igual por sexos y también entre los encuestados de 18 a 39 años -el otro grupo coloca la agroindustria en segundo lugar-, y de igual forma entre los diferentes tipos de profesión.

La quinta cuestión establece, de uno a diez, qué nivel de cambio positivo en la tendencia del desarrollo socio económico de la ciudad establecerá la base logística del Ejército de Tierra. El corte queda en 8,11 después de que la mayoría se sitúe entre el siete y el ocho, y prácticamente todos por encima del cinco. Los hombres son más positivos que las mujeres, pues miran más al diez que al siete, una tendencia que se mantiene entre los mayores de 40 y los empresarios, pues tanto los menores de 39 como los trabajadores por cuenta ajena son ligeramente más reacios.

Ya por último, y con cierta relación a la pregunta dos, los entrevistados opinan sobre qué dificulta que vengan a la ciudad grandes empresas a instalarse. La mayoría (40,4%) apuesta por la disponibilidad y la cualificación de la mano de obra, mientras que el 38,6% apunta al apoyo institucional y los incentivos para su desarrollo e implantación, siendo la disponibilidad de suelo industrial la razón para el 19,1%. Estas cifras calcan la opinión de las mujeres, mientras que los hombres dan mayor peso a las administraciones, algo que se repite entre los mayores de 40 años -los de 18 a 39 dan continuidad a la opción mayoritaria- y los empleados por cuenta ajena, mientras que los autónomos se decantan por la tabla básica.