Cuatro cordobeses cruzarán a nado el Estrecho de Gibraltar para ayudar a una ONG peruana

Córdoba/Hay personas a las que les gustaría mover cielo y tierra para hacer una labor benéfica, para ayudar con su trabajo a otras más necesitadas. Es el caso de cuatro nadadores cordobeses (uno de ellos de Jaén, pero asentado en la ciudad) que este domingo tienen previsto cruzar el Estrecho de Gibraltar para aportar su granito de arena a una ONG peruana denominada Comunidad de niños Sagrada Familia. Ellos son Juan Rafael Expósito Labella, Eladio Barrado Prieto, Rafael Fernández López y Francisco Ayala Villalón, que se enfrentan a un "reto deportivo y solidario" con una única misión: recaudar el dinero suficiente para financiar la adquisición de un bote que permite a esta asociación ayudar a las tribus del Amazonas peruano.

Pero, ¿cómo surge este proyecto? El destino quiso que un tío de Rafael Fernández conociera a Miguel Rodríguez-Candia, un ciudadano peruano que está al mando de esta organización y que hace ya 35 años decidió formar un hogar para niños con problemas, que han sufrido un abandono. A día de hoy, su misión con la sociedad ha ido creciendo y, tras la pandemia del Covid, se embarcó en un nuevo reto: ayudar a las tribus peruanas del Amazonas que carecen de luz, medicina, escuela e incluso agua potable a conseguir eso que para otros muchos ciudadanos del mundo es algo básico en el día a día.

Con estas cosas "te das cuenta de que eres un privilegiado", relata Fernández mientras explica todo el proceso que le ha llevado a preparar este reto que tiene como objetivo final conseguir esa embarcación que facilite la vida diaria de estas personas. Porque la distancia a la ciudad más cercana es bastante prolongada y, en la actualidad, para llegar a ella deben estar encima de un barco unos tres días; con el nuevo bote, ese tiempo se reduciría a apenas 12 horas. A eso se suma, como cuenta en un vídeo el fundador de la ONG, que "hay mucha minería ilegal" en esta zona y "lanzan mercurio al río", por lo que el agua está "contaminada", lo que les ha llevado a hacer "pozas tubulares de agua".

Los cuatro nadadores cordobeses que este domingo tienen previsto afrontar el paso del Estrecho a nado piensan que Miguel Rodríguez-Candia es de estas personas que quiere salvar el mundo a "toda costa" y, tal es la admiración que sienten por su labor, que quieren contribuir en esta misión tan importante. Fernández recuerda que, además, el nuevo barco ayudaría a esas tribus a enriquecer su comercio local, pues venden plátanos que podrían transportar en la nueva embarcación.

De esta forma, Fernández, Expósito, Barrado y Ayala no están solo ante un reto deportivo, sino también un reto humano que puede suponer un punto y aparte en muchas situaciones. “Antes me hacía ilusión lo de nadar; ahora lo que me mueve es poder ayudar a estas personas que tanto lo necesitan”, reflexiona Rafael, que junto a sus compañeros ha realizado entrenamientos de entre 14 y 20 kilómetros diarios durante un año para alcanzar el estado de forma óptimo.

Cruzar el Estrecho de Gibraltar es una actividad muy difícil, tal y como indican los nadadores. De hecho, antes de iniciar esta misión, han tenido que reunir unos requisitos y trámites para conseguir que se les permita introducirse en estas aguas, ya que van a necesitar dos barcos, una pequeña barca de apoyo que los acompañen en todo momento en la travesía y donde cada 45 minutos podrán parar para tomar algo y hasta una ambulancia. Además, también es obligatorio avisar a otros navegantes de un desafío en el que todo está preparado para que se lleve a cabo este domingo. Sólo en el caso de fenómenos atmosféricos adversos tendrían que aplazarlo a primavera.

Más allá de la misión en la que están Rafael Fernández, Juan Rafael Expósito, Eladio Barrado y Francisco Ayala, toda ayuda es bienvenida para a estas personas a mejorar su vida y conseguir nuevas oportunidades. Es por eso que los nadadores cordobeses han aportado un número de cuenta para las recaudaciones (ES56 0049 0986 96 2711457370) donde todos pueden aportar su ayuda. Una ayuda reconocida por el fundador de la ONG, Miguel Rodríguez-Candia, que valora "la disposición de nadar por nosotros, nadar a contracorriente, haciendo que el mundo sea un mundo bonito".