Coronavirus en Córdoba: Cuando las clases las impartes (y las recibes) desde casa
Profesores de varios centros educativos de la provincia relatan su experiencia desde el confinamiento y la labor docente
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El pasado 13 de marzo, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció la suspensión de las clases presenciales en todas las etapas educativas en los centros de la comunidad. Apenas han transcurrido diez días desde que se tomara la decisión, pero lo cierto es que los estudiantes cordobeses se han adaptado a esta nueva forma de estudio en la que la imaginación y la implicación de los profesores y las familias es de sobresaliente.
Así lo han narrado a el Día varios profesores de distintas etapas educativas de otros tantos centros de la provincia. Todos han coincidido en señalar la entrega de todas las partes implicadas: profesorado, familias y alumnos para que en estos días de confinamiento por la crisis del coronavirus, el aprendizaje continúe estando presente y evitar así, en la medida de lo posible, que dejen de impartirse ciertos conceptos.
Araceli Moreno es la directora del colegio de educación Infantil y Primaria Antonio Machado, de Pedro Abad. La docente cuenta que el centro, desde antes de que se extendiera el covid-19, ya trabajaba con una dinámica lo más innovadora posible. En busca del éxito del alumnado, relata Moreno, se lleva trabajando ya dos años en una comunidad de aprendizaje donde integrar los conceptos más innovadores posibles.
En el Antonio Machado de Pedro Abad usan todas las herramientas disponibles, aunque el móvil es el soporte más utilizado por las familias. Moreno explica que pueden existir casas donde no haya ordenador o conexión a internet, pero los smartphones son, prácticamente, el día a día de todo el mundo.
Los medios que se utilizan son todos los posibles, desde el correo electrónico hasta aplicaciones como Whatsapp o Telegram. Además, las herramientas que estos días echan humo son Classroom (de Google) y Edelvives Digital. La directora de este colegio comenta que con aplicaciones de este tipo no hace falta un ordenador, sino simplemente un móvil, y es aquí donde se cuelgan las actividades o donde se puede preguntar directamente al profesorado.
En la página de Edelvives, por ejemplo, existe la opción de consultar los libros de textos con los que trabaja el alumnado y hacer actividades online. Aquí los profesores encuentran una buena fórmula para estudiar el avance de los niños ya que, entre otras opciones, aparece el número de intentos que ha realizado el estudiante hasta finalizar la tarea.
Moreno cuenta también que no todo son actividades escolares, sino que además se incluyen juegos lúdicos para integrar algo de humor al día a día, ya que no hay que olvidar que son niños que no pueden salir de casa. Sobre esos niños y su implicación en las teleclases, la directora del colegio cuenta que ocurre igual que en las clases presenciales: "Si en el colegio es bueno y trabaja bien, lo mismo ocurre en casa", de la misma forma en casos contrarios.
Aún así, insiste en que la acogida a estos métodos de trabajo, que son nuevos para todos, ha sido muy buena entre los alumnos. Moreno también ha resaltado el trabajo de todo el claustro de profesores del centro, ya que sin el equipo, muchas de las labores que se llevan a cabo no serían posibles.
David Redondo es jefe de estudios y profesor de Educación Física del instituto Maestro Eloy Vaquero de Montalbán. Dentro de la faceta de profesor de una asignatura como Educación Física, Redondo explica que se ponen a disposición de los alumnos muchos vídeos con el objetivo final de que, básicamente, se muevan. A través de Youtube, estos estudiantes pueden acceder a contenidos para estar en forma, incluso ya han bailado alguna que otra bachata.
"Lo importante es romper lo menos posible el seguimiento de las clases", comenta el profesor ya desde su posición de jefe de estudios. Para ello, está en contacto continuo con los alumnos y mantiene videoconferencias con los delegados de cada clase y estos delegados, a su vez, transmiten lo que se ha acordado a sus compañeros a través de Whatsapp.
Es decir, son los propios estudiantes los que se ponen al día unos a otros de manera que, si alguno no tiene ordenador, al menos sí tiene contacto con el resto de sus compañeros para poder ponerse al día. Con ello, Redondo resalta "la cooperación extraordinaria" de todos los estudiantes, aunque bromea que si alguno "ponía excusas" en clase, ahora lo tiene bastante más fácil.
De la misma forma, este docente también destaca la labor del profesorado al cual, como es obvio y apunta Redondo, le resulta más complicado preparar una clase para impartirla a distancia que in situ. También apunta la colaboración en todos los sentidos y que en todos los momentos presta el municipio de Montalbán y añade que, a pesar de la situación, los alumnos no están agobiados por la carga lectiva.
Desde Córdoba capital habla Ana Hidalgo, maestra en el colegio Salvador Vinuesa. Reconoce que esta situación "nos ha cogido a todos de sorpresa" y "nos ha forzado a reinventarnos". En su caso, Hidalgo trabaja con una clase de niños de tres años, por lo que la implicación de la familia es totalmente necesaria.
Y esa implicación está siendo máxima, reconoce esta maestra, que agradece a todos los padres y madres de sus alumnos que les hagan llegar las actividades que se imparten para no perder el hilo del curso. Entre esas actividades se encuentran tres retos semanales que Hidalgo propone a sus niños, uno el lunes, otro el miércoles y otro el jueves. No lo hace todos los días porque, reconoce, son muchas las familias cuyos miembros siguen trabajando durante estos días, como médicos, enfermeras o trabajadores de supermercados.
Esos retos pretenden hacer el aprendizaje a los niños mucho más ameno y divertido, unido a que uno de los objetivos de esta maestra es intentar explicar a sus alumnos por qué hay que quedarse en casa y que a ellos no les parezca un castigo. Para ello, Hidalgo propone actividades que se pueden realizar con materiales que cualquiera tiene en casa, como botes de habichuelas o papel higiénico.
Se trata, explica, "de reforzar lo que se hace durante el curso", pero incluso de manera más divertida que con las tradicionales fichas. Los padres y madres de los alumnos también mantienen contacto con el profesorado a través de aplicaciones como Whatsapp, de manera que mandan fotografías de los niños con los trabajos realizados.
Hidalgo también destaca "la labor y esfuerzo de todo el claustro, pues todos estamos haciendo llegar a nuestros alumnos trabajos, retos, actividades... para seguir trabajando".
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