Coronavirus en Córdoba: La nueva fecha de la Feria, pendiente de Sevilla, Jerez y Granada

La logística de las casetas y el montaje de atracciones exige al menos una semana de plazo entre cada gran festejo

Las asociaciones ven positivo intentar el traslado a septiembre u octubre para favorecer la economía de la ciudad

Un grupo de mujeres, vestidas de flamenca, ante la portada de la Feria de Córdoba 2019.
Un grupo de mujeres, vestidas de flamenca, ante la portada de la Feria de Córdoba 2019. / Juan Ayala

Una Feria a partir de septiembre. Ese es el planteamiento inicial que ha marcado el Ayuntamiento de Córdoba tras decidir, de manera consensuada con toda la comisión que forma parte de la fiesta, aplazar todos los acontecimientos del Mayo Festivo por la crisis mundial provocada por el coronavirus. La medida, como no puede ser de otra forma, ha sido bien acogida por las principales asociaciones representativas del festejo, que consideran que salvarlo puede ser bueno para favorecer la economía de la ciudad.

Pero tras el aplazamiento, la primera duda que surge es saber en qué fecha se podrá llevar a cabo la Feria. Queda claro que será entre septiembre y octubre, pero el emplazamiento definitivo tardará en conocerse, ya que el punto clave ahora pasa por alcanzar un acuerdo común con las corporaciones municipales de las otras grandes ferias de Andalucía ya pospuestas: Sevilla y Jerez de la Frontera, a la que muy probablemente haya que sumar en breve Granada.

La logística de las casetas, desde carpas a aparatos de aire acondicionado, pasando por los aseos portátiles, y la obligación de contar con las atracciones de la calle del infierno para que la feria sea completa exige al menos una semana de plazo entre cada gran festejo. De momento, Sevilla ya deslizó su idea de montar la Feria de Abril por San Miguel (en fechas entre el 19 y el 27) y Jerez, aprovechando la festividad de El Pilar (del 10 al 17 de octubre). Pero habrá que cuadrar todo, de partida con Córdoba.

Así lo entiende también Rafael Bocero, presidente de la Asociación de Casetas Tradicionales, pues "ahora no hay que ir a ver quién puede más, debe haber un acuerdo con una semana por medio para que la logística pueda suministrarse sin problemas". Una problemática nada sencilla, al tener que jugarse a varias bandas, que hace que desde su colectivo haya quien vea bien pasar un año en blanco.

"Algunos piensan que lo suyo sería pasar y que no hubiera Feria, aunque si montamos sería por aliviar la economía de la ciudad, aunque después de la que se ha montado habrá poca alegría económica porque hay pocos ingresos", apunta Bocero, consciente de que "hay que sacar dinero a la calle". Eso sí, tiene claro que, de celebrarse, debe ser a finales de septiembre u octubre, sin pisar las fechas para los Patios, dado que "no podemos hacerla coincidir con la Velá de la Fuensanta y, además, montar en agosto sería horroroso por la calor".

Por su parte, Alfonso Rosero, presidente de la Asociación de Casetas Populares, mantiene que la postura de todas la partes implicadas es "barajar las distintas fechas en septiembre y octubre", porque es obligatorio organizarse con otros ayuntamientos y con la Asociación de Industriales y Feriantes de Andalucía, Ceuta y Melilla, que montan casi el 70% de las atracciones en Córdoba "para ver cómo encajamos todas las ferias".

"Ponernos de acuerdo con la asociación de atracciones va a ser fundamental para que todos salgamos beneficiados, y para eso tienen que ser decisiones grupales. Dentro del calendario que se pueda ofrecer, cada ciudad deberá ceder algo, pero no debe haber dificultad porque la predisposición de todos es esa", ha insistido Rosero.

El dirigente recuerda que, siempre que se solucione satisfactoriamente esta crisis mundial por el covid-19, "no habrá motivos para quedarnos sin feria, sino que habrá que tomar determinaciones excepcionales. Si se traslada no sale nadie perjudicado". De hecho, ha hecho referencia al anuncio del Vaticano de dar libertad para trasladar las procesiones de Semana Santa a los días 14 y 15 de septiembre.

Otra medida, sin duda, encaminada en parte a dar un respiro económico a la ciudad, aunque la crisis que deje el coronavirus "da miedo". "Contamos que la feria este año no va a tener el mismo desarrollo porque la crisis va a afectar, y tendremos que hacer un esfuerzo para contener gastos y amortiguar así un poco el resultado incierto de la celebración", sostiene.

stats