Coronavirus: Enero ya ha dejado más muertos en Córdoba que el último trimestre de 2021
Balance
En las primeras tres semanas de 2022 se han notificado 54 fallecimientos, por los 49 contabilizados entre octubre, noviembre y diciembre
Los últimos siete días han anotado 29 decesos, más que ocho de los 12 meses del pasado año
Las primeras tres semanas de enero ya han dejado más muertos por complicaciones derivadas del covid en Córdoba que los tres meses anteriores. Desde que arrancó 2022, con la variante ómicrom desatada y el número de contagios multiplicándose por la particularidad del linaje, pero también por la fiebre de los autotest de antígenos, en la provincia han perdido la vida por consecuencias de la pandemia 54 personas; en el periodo entre el 1 de octubre y el 31 de diciembre, los fallecimientos fueron 49 (24 en octubre, 4 en noviembre y 21 en diciembre).
El dato, por suerte lejísimos de los registrados el pasado invierno, e incluso por debajo del que dejó el mes de agosto de 2021 –el balance de las dos primeras olas, anotadas en 2020, queda fuera de la comparación ante la ausencia de la vacuna y la sorpresiva irrupción del virus SARS-CoV-2– no hace más que evidenciar el comportamiento habitual del coronavirus, sea cual sea la variante predominante: explosión de contagios, reflejo en la presión hospitalaria y muertes. Y eso es algo que tampoco ha cambiado ómicrom.
Un año atrás, en enero de 2020, la provincia acumuló 103 fallecidos, una cifra luego superada por el trágico febrero que, con 195 decesos, marca el tope en lo que va de crisis sanitaria. A pesar de que ya se estaba inoculando, la vacuna aún no era efectiva. De hecho, hasta la irrupción del linaje predominante en la actualidad, ese primer mes anotó el récord de positivos, con más de 13.000. Y como se ha venido demostrando ola tras ola, tras la explosión de contagios, llegaron las muertes.
Hoy, eso sí, con cifras muy alejadas de aquellas por la inmunización. Es más, quitando ese inicio del pasado año, con más de un centenar de fallecimientos, solo marzo (61) y agosto (63), ya con delta de protagonista, dejaron cifras preocupantes... hasta ahora. A una semana de que finalice el mes, ya van 54 muertos en Córdoba, 29 de ellos acumulados en estos últimos siete días, cifra superior a ocho de los 12 meses del pasado año. La proyección, por tanto, parece superior a la de entonces, entre otras cosas porque ahora se empieza a reflejar ese aluvión de contagios con el que se dio la bienvenida a 2022.
Porque por mucho que se hable de la menor letalidad, e incluso de su menor capacidad invasiva de ómicrom, el covid sigue a día de hoy cobrándose vidas, y no pocas. Y esa triste noticia ya sería suficiente para aparcar conceptos frívolos y extendidos como el de gripalización. Es cierto que gracias al éxito de la campaña de inmunización, los números son cada vez menos alarmantes, pero en una situación de positivos tan descontrolada –en la provincia la positividad ronda el 44%, según los últimos registros oficiales del Sanidad– como la que se viene viviendo en el último mes, es el resultado que cabía esperar.
Es más, tal vez el registro de los fallecimientos esté llegando incluso antes de lo previsto, porque el pico de ingresos hospitalarios no se espera aún hasta dentro de una semana o diez días. Eso es lo que ya baraja la Junta de Andalucía, sin que se sepa muy bien en qué basa sus datos, y es lo que invita a mantener aún más si cabe la calma. En lo últimos siete días, la presión asistencial ha crecido en la comunidad en unas 300 personas –hay 2.131 ingresados, 236 en el área de críticos–; una tendencia opuesta a la que ha mantenido Córdoba, que tras tocar techo el martes con más de 200 hospitalizados, ha relajado sus números y hoy (la última actualización es del sábado) tiene 173 pacientes, 30 en UCI, cuando hace una semana estaba en 185 y 35.
Riesgo alto en siete de los nueve indicadores
Pero ese alivio apenas si ha tenido reflejo en el semáforo covid, la medida consensuada entre el Ministerio y las comunidades para controlar la pandemia. La actualización más reciente, publicada el viernes con datos de dos días antes, recoge que Córdoba es la única provincia de Andalucía que está en riesgo alto de ocupación de camas UCI, con un 20,9% (va del 15% al 25%), si bien mejora en cuanto a la situación en planta, donde pasa al nivel medio (9,9%), compartida con Huelva.
Esa tendencia se mantiene en la tasa de ingresos por 100.000 habitantes, pues la provincia queda en nivel medio en planta (29,4) y queda en el alto en lo referente a la Unidad de Cuidados Intensivos (3,1). Más allá de estos indicadores de capacidad asistencial, los concernientes a la transmisión siguen una semana más disparados –IA a 14 y 7 días, tanto total como en mayores de 65 años– y en riesgo alto, lo que termina por dejar a Córdoba en riesgo alto. Un panorama que, a día de hoy, preocupa bastante menos que los datos hospitalarios y de letalidad, que sí invitan a seguir mirando con cierta cautela la evolución de esta sexta ola marcada por el linaje ómicrom que no acaba de tocar techo.
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