Coronavirus: Así ha sido la evolución de Córdoba desde el fin del estado de alarma

Evolución de la pandemia

La presión hospitalaria ha caído un 35% desde el 9 de mayo, porcentaje que sube al 40% en UCI

Ha habido un 60% más de altas que de contagios y los casos activos se han reducido a la mitad

Las muertes se han contenido gracias a la vacunación, con una subida del 66% en cinco semanas

Un sanitario abandona una sala hospitalaria en la que permanece un paciente con covid.
Un sanitario abandona una sala hospitalaria en la que permanece un paciente con covid. / Juan Carlos Torrejón / Efe

El pasado 9 de mayo, tras la caída del estado de alarma, Córdoba, como Andalucía y el resto de España, entraron en lo que el presidente del Ejecutivo andaluz, Juanma Moreno, llamó "proceso de transición a la normalidad". De hecho, la Junta dibujó una desescalada en tres fases que no han podido cumplirse en tiempo y forma por la evolución de los contagios y la elevación de la tasa de incidencia en la comunidad. Sin ir más lejos, la región sigue en la primera de ellas (Fase de estabilización) cuando desde el pasado día 1 de junio debía estar ya en la segunda (Fase de avance), por lo que no se divisa aún la llegada a esa última, la Fase de normalización, que debería entrar en vigor el próximo día 21.

Pero más allá de fases, ¿cómo ha transcurrido la desescalada en Córdoba? ¿Qué influencia ha tenido el fin del estado de alarma en la pandemia en la provincia? ¿Cómo han evolucionado las distintas gráficas de contagios, fallecidos, curados, casos activos, hospitalizados... y vacunados? Pues si bien la situación actual refleja una tendencia al alza en la tasa de incidencia, por el aumento de positivos, los efectos de la Estrategia de Vacunación, sobre todo en los colectivos con mayor letalidad, dibujan un escenario con cierta mejora respecto a ese ahora lejano 9 de mayo que subió el telón hacia la ansiada normalidad, que todavía hoy se resiste a llegar ante la fortaleza del virus SARS-CoV-2.

A pesar de que en 13 de los últimos 14 días la Consejería de Salud y Familias ha notificado más de un centenar de positivos en Córdoba -el pasado martes 8 se estableció el tope de la mal llamada cuarta ola con 230 casos, con 151 este sábado-, la media desde que cayó el estado de alarma está ligeramente por debajo de los 100 contagios/día. Porque en los 33 días que han pasado desde el 10 de mayo (fecha en la que anotaron los días del 9) hasta este sábado 12 de junio (casos del viernes 11), el total de confirmados ha pasado de 50.903 (50.454 solo atendiendo a las pruebas PCR y antígenos) a 54.180 (53.728), lo que supone una subida de 3.277. Sin duda no son buenas cifras, principalmente por el crecimiento reciente y, sobre todo en la población joven… la más alejada de los efectos de los planes de vacunación.

Con todo, para ver el reflejo real de este camino hacia la recuperación de la vida anterior al covid, otros parámetros son mucho más significativos y recogen igualmente la eficacia de la vacuna. Por un lado están los fallecidos, que en estas cinco semanas han crecido en 23, pasando de 942 a 965. Parece claro que la inmunización a la que han sido sometidos los grupos más vulnerables, en primera instancia, tiene consecuencias directas en la caída de la letalidad, que viene siendo mantenida en los últimos meses, cuando, por ejemplo, entre mediados de octubre y finales de noviembre, en plena segunda ola, hubo seis semanas consecutivas con cifras de muertes que alcanzaron las 54, algo que se repitió en la tercera ola, entre mediados de enero y finales de febrero, con tope de 63 fallecidos en apenas siete días.

Igualmente es muy positivo el incremento de las altas médicas, de las personas que ya han conseguido superar la enfermedad. Desde la caída del estado de alarma a este día, la subida ha sido de 5.287 (sale una media superior a los 163 por jornada pese a los 121 de esta jornada), pasando de los 45.481 curados de entonces a los casi 51.000 de hoy (50.889 para ser exactos). Porque esto se traduce, de manera directa, en una disminución más que notable de los casos activos de coronavirus en Córdoba -aquellas personas con capacidad para contagiar a otras-, que actualmente son 2.326, prácticamente la mitad que hace cinco semanas (4.480).

Y no menos importante es la situación en los hospitales, con una relajación de la presión a pesar de que los pacientes que llegan ahora, normalmente, tienen estancias más largas al ser más jóvenes y combatir mejor el virus, pues cuando se trataba de población anciana, el desenlace acababa siendo trágico en una mayoría de las veces. A fecha de 12 de junio permanecen ingresadas en algún centro de la provincia 73 personas, por las 113 que había el 9 de mayo, lo que supone una caída del 35,3% (40 camas), mientras que en la Unidad de Cuidados Intensivos se encuentran 23 por las 38 de entonces, un 39,5% (15 camas) menos. Todo pese a que en este tiempo hasta 170 cordobeses han tenido que pasar al menos una noche hospitalizado por los daños del coronavirus, de los que 34 requirieron los servicios de la zona de críticos.

El éxito de la vacuna: un 48% más con la pauta completa

Sin embargo, más allá de los parámetros que vienen siendo parte del día a día desde marzo de 2020, en los últimos cinco meses y medio se han añadido los que hacen referencia al plan de inmunización, con la administración de los cuatro fármacos hasta ahora autorizados por las autoridades sanitarias y que son, por número de dosis puestas, Pfizer, Astrazeneca, Moderna y Janssen, la única monodosis. Y aquí es donde entra en juego, como ha quedado ya antes reflejado, el factor determinante para alcanzar en un corto espacio de tiempo la ansiada normalidad o, al menos, apartar la pandemia como sí y empezar a convivir con el SARS-CoV-2 como un virus más de los muchos que afectan al aparato inmunológico.

Un profesional administra una vacuna.
Un profesional administra una vacuna. / Miguel Ángel Salas

En lo que hace referencia a las dosis administradas, primer factor para determinar el avance de la Estrategia de Vacunación, en estas cinco semanas Córdoba ha sumado 239.741 más, para un total de 603.372 (10.169 en las últimas 24 horas). Con la base de que en los cuatro primeros meses de plan se pusieron 363.631 vacunas, el incremento ha sido del 65,9%, lo que da imagen de la velocidad de crucero que se ha cogido en Andalucía, y con la provincia cordobesa como principal referente, en la inmunización. Sin ir más lejos, el viernes se inició el turno para que los nacidos en 1979 y 1980 puedan solicitar su cita, mientras que esta próxima semana está previsto que se comience con el grupo de edad de los menores de 40 años.

A esos números hay que añadir otros más alentadores aún y que señalan a los cordobeses que ya están inoculados con la pauta completa de la vacuna. La más reciente actualización habla de 235.097, casi el doble que el pasado 9 de mayo -un 48% para ser precisos-, cuando se encontraban en esa situación de protección 122.208, tras sumar desde entonces 112.889 personas. En números porcentuales, en aquel momento del total de la población de la provincia estaban protegidos con la vacuna un 15,56%, mientras que al día de hoy el porcentaje se eleva ya por encima del 30%.

Igualmente es importante saber cuántos cordobeses han recibido ya al menos una dosis de la vacuna, que son 387.773, casi 138.000 más que cinco semanas antes (250.317), cuando representaba el 32% de todos los cordobeses, un porcentaje que a 12 de junio roza ya el 50%. De esta manera, hay que reseñar también que 152.676 personas (sobre el 19%) se encuentran con la pauta incompleta, lo que unido a los cordobeses que ya tienen una inmunización propia por haber pasado el covid-19 o tenerlo actualmente, hace que la protección se eleve por encima del 50% en la provincia, más que ninguna otra en Andalucía y cada vez más cerca de ese 70% que se fijó como mínimo para alcanzar la inmunidad de rebaño y al que seguramente no sea necesario llegar para recuperar una vida cercana a como era antes de marzo de 2020, cuando el maldito bicho llegó para cambiar la vida de Córdoba, Andalucía, España y el Mundo.

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