Las 'cosmoservilletas' llegan un año más a los bares de Córdoba como anticipo del comienzo de Cosmopoética

Una de las señales inequívocas de la proximidad de la inauguración de Cosmopoética es desde 2016 la llegada a diversos establecimientos hosteleros de la ciudad de las cosmoservilletas, uno de los elementos ya tradicionales de difusión del festival y que han comenzado a distribuirse este viernes.

En total, se han impreso en esta ocasión 280.000 ejemplares, que llevarán la poesía a la vida cotidiana del desayuno o el aperitivo de miles de cordobeses y visitantes. Detrás de este proyecto que impulsa Cosmopoética está el colectivo Luneados, que conforman Juan Bolaños, Soledad López, José María Martín y Gema Timón.

Según explica Bolaños, este año se han seleccionado versos de ocho poetas que participan en en la vigésima edición del festival, cuya inauguración está prevista para el próximo viernes 29 en el Teatro Góngora con la presencia de la escritora uruguaya Ida Vitale.

Precisamente de esta autora, ganadora entre otros del Premio Cervantes, es uno de los versos que ilustran las cosmoservilletas de este año; concretamente el que advierte de que Cuidado:/ no se pierde sin castigo el pasado / no se pisa en el aire. Otros de los autores escogidos son el Premio Nacional de Poesía Carlos Marzal, del que aparecen sus versos Qué sólido es vivir, de puro frágil, y el escritor y periodista Ignacio Elguero, del que se puede leer El tiempo ha comenzado / a oler a higueras. De la colombiana María Gómez Lara se puede leer si tuviera palabras / en vez de cicatrices.

La poesía cordobesa, como es habitual, también está representada en las cosmoservilletas de este año. Por ejemplo, a través de la poeta pozoalbense Ana Castro, que aporta los versos Me arropó/ y puso mis oceános a dormir, o de Alejandra Vanessa, que escribe sístole, en mis costillas tus dedos /diástole, arena tú en mis ojos. También cordobés es el poeta y novelista José Daniel García, que nos advierte por su parte de que Cualquier amor es un allanamiento.

A partir de este viernes todos estos versos podrán leerse en bares y restaurantes de la ciudad como indicio de que la poesía es capaz de llegar a todas partes y de la vocación que tiene el festival Cosmopoética de expandirse por la ciudad y trascender los espacios en los que se desarrollan las actividades.