El derrumbe de los servicios eleva el número de parados hasta los 70.712

Desalentadores. Así son los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Empleo (INEM) relativos al paro y que reflejan que el número de desempleados subió un 5% con respecto al mes anterior en la provincia de Córdoba. En febrero se sumaron a las listas 3.384 personas en busca de un trabajo, por lo que la cifra de parados asciende ya a 70.712 en toda la provincia. Si se compara esta cantidad con la registrada el año pasado, la situación es mucho más preocupante, pues el paro se incrementó en un 35%. En esta subida ha tenido mucho que ver la evolución que han sufrido los servicios. A pesar de que los primeros efectos de la crisis se cebaron con la construcción, ahora es el sector terciario el que está padeciendo las consecuencias de la recesión económica. La contención en el gasto de los consumidores no se ha frenado ni siquiera con el periodo de rebajas y el sector ha sumado 1.307 de los 3.384 nuevos parados que se han registrado este mes. De esta manera, los servicios se erige como la rama productiva más castigada por el paro con un total de 32.460 desempleados. Esta realidad adquiere un sentido más preocupante si se tiene en cuenta que Córdoba es una provincia cuya economía se basa principalmente en este sector, lo que demuestra la debilidad del momento.

La construcción también sigue su camino imparable en cuanto a al destrucción de empleo. Durante el mes de febrero un total de 640 personas se quedaron sin un trabajo en este sector y ya son 12.030 los que buscan un puesto relacionado con el ladrillo. Es una realidad que atrás quedó el boom inmobiliario y habrá que esperar si las obras de los fondos anticrisis promovidas por el Gobierno y la Junta alivian de algún modo la sangría del desempleo en la construcción. Está previsto que los primeros trabajos comiencen en abril y las administraciones valorarán los trabajos que se creen. La industria sigue muy de cerca por su parte la estela de la construcción, y febrero se saldó con 639 desempleados más; ahora son 11.102 las personas que buscan trabajo en ese sector. En último lugar se encuentra la agricultura, que engloba a 5.522 parados de los que 436 se han incorporado en el último mes, lo que se explica por el fin de las campañas de la aceituna y los cítricos.

El paro sigue golpeando a la mujer y más de la mitad de los parados pertenecen al colectivo femenino. Un dato significativo es que la mitad de los nuevos parados son mujeres mayores de 44 años que responden en general al perfil de madre de familia que sale al mercado laboral para colaborar con la economía doméstica.

La debilidad laboral se demuestra también en el apartado de contrataciones, que han descendido un 17% en un mes. Durante febrero se firmaron 40.087 vinculaciones laborales, 8.278 menos que en enero. Además, prácticamente la totalidad de los contratos son indefinidos, lo que refleja la mala calidad del poco empleo que se crea.

El director de ETEA, Gabriel Pérez Alcalá, señaló ayer en la presentación del índice de confianza empresarial que los datos del paro desbordan las previsiones y que las perspectivas de finales del primer trimestre ya se han superado a nivel nacional al sobrepasarse los 3,5 millones de desempleados. Esto hace, según Pérez Alcalá, que haya que ir revisando constantemente los estudios porque la crisis los está dinamitando en sentido negativo.