Detenido un funcionario de la cárcel de Córdoba por vender permisos penitenciarios

Córdoba/Agentes de la Guardia Civil han detenido a un funcionario del centro penitenciario de Córdoba como presunto autor de un delito de cohecho por, supuestamente, aceptar pagos de los internos a cambio de conceder permisos y beneficios penitenciarios. La Comandancia ha confirmado a El Día de Córdoba que el arresto se produjo el sábado como resultado de una operación policial que arrancó después de que los mismos internos enviaran escritos a la dirección del centro avisando de prácticas corruptas.

El arrestado, con nivel laboral de jefe de servicio, ha formado durante años parte de la junta de tratamiento de la cárcel de Alcolea. Este es el órgano colegiado que se encarga de estudiar la situación de cada interno, su clasificación, el tratamiento a aplicar, las actividades que se realizan o los permisos y beneficios que pueden disfrutar los reclusos. Fuentes próximas a la investigación han informado de que se le imputa un presunto delito de cohecho por supuestamente aceptar pagos de los reclusos para otorgarles permisos. 

El arresto por parte de la Guardia Civil se produjo en la noche del sábado; los agentes le hicieron una requisa en la taquilla, fruto de la cual se le acusa también de introducir sustancias prohibidas en la cárcel, han concretado fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Alarmante aparición de móviles

En los últimos meses, los funcionarios habían observado una alarmante circulación de móviles en el interior de la cárcel, un objeto totalmente prohibido, lo que hacía sospechar de la posible colaboración de algún agente interno. Los propios reclusos pusieron sobre la pista a la dirección tras remitirle varios escritos quejándose de supuestas prácticas corruptas.

El del sábado, de hecho, es el segundo arresto de un funcionario de la cárcel de Alcolea que se produce en el último mes. Y es que otro trabajador se encuentra en la actualidad en régimen preventivo en el centro penitenciario de Morón de la Frontera, en la provincia de Sevilla. Se le acusa de introducir mochilas, supuestamente, con portes de droga, móviles, perfumes e incluso comida por encargo de los internos. Su arresto se produjo cuando se desplazaba en su coche hacia el centro penitenciario, momento en que un grupo de agentes encapuchados y armados le dieron el alto y le hicieron un registro, lo que terminó por materializar las sospechas.