Día Mundial contra el Cáncer Infantil en Córdoba: "Las opciones de curarse son muchas, el 80% lo superan"

Sanidad

"Nadie está preparado para este tipo de enfermedades en un hijo", destaca la oncóloga del Hospital Reina Sofía, Elena Mateos

La difícil tarea de luchar contra el cáncer infantil: "Tenemos muchísimas esperanzas"

Elena Mateos.
Elena Mateos. / El Día

Córdoba/Este sábado 15 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Mundial contra el Cáncer Infantil. Una fecha muy marcada en el calendario sanitario para concienciar a la población sobre esta enfermedad que supone uno de cada 100 tumores detectados en España. Es decir, el 1% de los cánceres a nivel nacional lo sufren niños, el 99% restante se diagnostican en adultos. De media, unos 1.200 tumores infantiles se diagnostican cada año en el país.

El porcentaje de recuperación de los cánceres infantiles, sin embargo, está situado en un 80%. Así lo destaca la jefa del área de Oncología Pediátrica del Hospital Reina Sofía de Córdoba, Elena Mateos: "Las estadísticas manejan alrededor del 80% de curación a nivel global, pero hay varios tipos de cánceres con una supervivencia mayor del 90% e incluso del 95% como son algunas leucemias o tumores renales", señala Mateos, quien recalca que, por el contrario, hay "otros cánceres en los que no se ha avanzado lo suficiente y su media de supervivencia es de un 50%". Eso sí, "afortunadamente, en los ensayos en oncología pediátrica, las opciones de curarse son muchas, el 80% lo superan", añade la doctora.

Los cánceres más habituales en niños son las leucemias, y, con respecto a los tumores sólidos, los más frecuentes son los del sistema nervioso central. Como explica la doctora, los cánceres infantiles son distintos a los de adultos, que normalmente están relacionados con el estilo de vida (los más comunes son de pulmón, de mama, de colon o de próstata); mientras los cánceres en niños tienen un origen embrionario y también tienen un tratamiento distinto al de los adultos.

De hecho, al ser el cáncer infantil una enfermedad rara por su poca incidencia, los ensayos y estudios para su tratamiento son internacionales. Eso quiere decir, como matiza la oncóloga, que los protocolos que se aplican para el tratamiento en el Hospital Reina Sofía son los mismos que se aplican en los centros sanitarios de Málaga, de Madrid, de París o incluso algunos tumores siguen similar tratamiento que en Estados Unidos y Canadá.

En el caso del Reina Sofía, referente a nivel nacional en tratamiento de cánceres infantiles, el Área de Oncología Pediátrica mantiene una atención hasta que los niños cumplen la mayoría de edad para ver si estos sufren alguna recaída o desarrollan una toxicidad por el tratamiento recibido. "Una vez recuperados, lo habitual es que no tengan que seguir otro tratamiento a lo largo de sus vidas", salvo en ocasiones en las que, "debido a toxicidad de la quimioterapia o a la radioterapia, tengan alguna afectación del equilibrio o auditiva". Esto necesitaría una prótesis auditiva de por vida, aunque "es un número pequeño de pacientes", como subraya Mateos.

Un anuncio para el que nadie está preparado

El cáncer infantil no es una enfermedad cualquiera. Requiere una sensibilidad especial al tratarse de niños. Los más pequeños, de hecho, suelen ser conscientes desde primera hora de que algo no va bien: "Las palabras cáncer o leucemia igual no las entienden, pero tratamos de adecuar el lenguaje para que los niños comprendan qué está sucediendo, por qué tienen que ingresar y por qué se le va a caer el pelo. Necesitan la información que sean capaz de asimilar, pero nunca hay que engañar a un niño, aunque siempre el mensaje va adaptado a cada uno", explica Elena Mateos.

Con respecto a los padres, a la hora de anunciarles el diagnóstico de sus hijos, hay "muchos que entran en shock inicial y no asimilan toda esa primera información". La solución para ello es "darles tiempo para asimilarlo", ya que "nadie está preparado para este tipo de enfermedades en un hijo". Además, en el Reina Sofía, el área de Oncología Pediátrica cuenta con un equipo de psicólogos y un equipo multidisciplinar que atiende tanto al niño como a los padres.

Desde el ámbito profesional, comunicarle a unos padres que su hijo tiene cáncer es "una labor complicada, pero gratificante". Y es que, como señala Mateos, afrontan la responsabilidad de que "los niños salgan adelante y se conviertan en adultos sanos". De hecho, la jefa del área de Oncología Pediátrica afirma que mantiene contacto con familiares de pacientes que le cuentan cómo se encuentran en la actualidad. "Para mí es una gran satisfacción esas palabras de agradecimiento, pero también son muy importantes las palabras de los padres que han perdido a un hijo", recalca.

"Uno de los últimos casos que tuvimos fue el de una madre que me dio las gracias por todo lo que habíamos estado haciendo por su hijo que falleció de cáncer. En estos casos es muy especial que los padres se den cuenta de que tú has hecho todos lo posible y que te den las gracias", destaca Mateos, quien sueña con que algún día la medicina avance tanto hasta el punto en que "se pudieran salvar todas las vidas, pero la supervivencia del cáncer desafortunadamente no es del 100% a día de hoy".

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