Un día para pasear y gastar
Miles de consumidores llenan durante todo el día los comercios y las calles del centro para iniciar sus compras navideñas en un día que el sector considera crucial para salvar las cuentas de la temporada

La crisis ya no existe. O, al menos, se disimula muy bien a juzgar por las miles de personas que ayer no dudaron en pasar el día festivo de tienda en tienda. La mayoría de los establecimientos tardaron en abrir -algunos, a partir del mediodía- pero en poco tiempo se convirtieron en auténticos hormigueros adonde muchos acudieron para resguardarse de los rigores de la meteorología. Viendo la afluencia masiva a los centros comerciales y a la zona de compras del eje Gondomar-Concepción, uno se pregunta si de manera repentina las estrecheces económicas son ya cuestión del pasado. Las respuestas son variadas.
"No hemos comprado en todo el otoño y ahora que por fin ha llegado el frío aprovechamos para renovar el vestuario de invierno", respondió una joven de 23 años que pasó el día festivo de compras con sus amigas. En otros casos, el presupuesto se reduce de algunas partidas -"menos copas por la noche", dijo un joven- y en no pocos ejemplos proviene de un estricto plan de ahorro: "No he gastado ni un euro en ropa desde el mes de septiembre; ya tocaba", resumió una estudiante cargada de bolsas a la puerta de una popular franquicia de la calle Gondomar.
En esta vía del centro, para enfado del pequeño comercio, es posible medir el nivel del gasto de los cordobeses. Y de lo visto ayer se pueden extraer varias conclusiones: o la crisis ya se ha superado o las familias están gastando de sopetón todo lo ahorrado en los últimos meses. A partir de media mañana la calle se convirtió en un hervidero de viandantes -algunos con bolsas, otros de paseo-, pero fue por la tarde cuando la multitud hizo de ella un lugar casi impracticable. El sector del comercio espera el puente de la Inmaculada con expectación porque de estos pocos días depende en gran parte la caja de la temporada. El encendido del alumbrado navideño, además, permite calcular cómo será el gasto de los consumidores durante las fiestas. Pero, a pesar de que estos indicadores son clave para el funcionamiento de los negocios, muchos pequeños comerciantes de los alrededores de la calle Cruz Conde tomaron ayer la decisión de cerrar sus puertas.
Y, en otras ocasiones, abrieron por primera vez. Es el caso de la zapatería Zabol: "La recaudación del puente de la Inmaculada no suele ser buena para los comercios pequeños, sino para los grandes almacenes y para los centros comerciales. Pero este año hemos decidido abrir por primera vez", relató el responsable del establecimiento, Francisco Gestino. "Ahora es el momento de las ventas fuertes de productos típicamente navideños, como los juguetes. Nuestro momento álgido se produce más adelante, cuando se aproxima el día de Reyes", relató el comerciante.
En no pocas tiendas de ropa podían verse ayer descuentos de hasta el 30%, mientras que otras, como consecuencia del peso de la crisis, no culminarán el año y anunciaban su liquidación con grandes rótulos. Según los cálculos de Comercio Córdoba, las ventas durante la Navidad caerán casi un 20% respecto a la campaña del año pasado, una cifra que augura un nefasto inicio de 2010 para muchas familias. Aunque en algunos establecimientos, la afluencia masiva de público elimina toda incertidumbre.
Es el caso de El Corte Inglés, uno de estos puntos de encuentro obligados durante el puente de la Constitución, al que algunos van a comprar y otros -muchos- van a mirar y a pasear. "Siempre aprovechamos los días de fiesta para buscar los regalos de Reyes, aunque todavía no hemos comprado nada porque este año más que nunca hay que comparar bien los precios", reconoció Jesús Carmona, un vecino del Parque Figueroa padre de dos hijas. En otros casos, la tentación acaba abriendo el monedero: "Sólo veníamos a mirar, pero ya llevamos el último libro de Dan Brown", dijo Carmen Rojas, una joven de 29 años "adicta" a los libros de misterio.
En la última planta del gran almacén de Ronda de los Tejares, se desató la algarabía en torno a la exposición de juguetes: "El año pasado llegamos demasiado tarde y no pudimos completar la carta de los Reyes Magos, así que nos hemos adelantado. Lo niños lo ponen muy difícil", dijo Carlos Hernández, de Santa Rosa, padre de un pequeño de cinco años. Los departamentos de cosmética, complementos y ropa de señora también estuvieron ayer a punto de echar humo.
La carpa montada en La Victoria por la Unión de Vendedores Ambulantes de Córdoba (Uvaco) es otro de los lugares para pasear, mirar y, si acaso, comprar. Los productos que ofrecen los puestos son de lo más variopinto: alas de fantasía para colgarse a la espalda, objetos antiestrés, pequeños trabajos de artesanía, todo tipo de inciensos y complementos, una auténtica amalgama de bolsos, cinturones, monederos o corbatas a precios muy competitivos. Aunque este año cuesta gastar unos cuantos euros: "La carpa está llena, sí, pero se vende mucho menos que en años anteriores", apreció un comerciante. El paseo de rigor del puente de la Inmaculada también incluye el Bulevar del Gran Capitán, donde la feria de Belenes, los puestos de caramelos y productos navideños, las atracciones para los pequeños y la pista de patinaje sobre hielo completan el listado de estímulos para engordar la factura.
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