La dieta vegetariana de los animales del Zoo de Córdoba

Conservación

Los alimentos más consumidos por herbívoros, frugívoros y omnívoros son el tomate, en el caso de las hortalizas; la acelga, en el de las verduras; y la manzana, en el de las frutas

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Un oso pardo del Zoo de Córdoba saborea un polo de fruta y verdura. / Miguel Ángel Salas

¿Sabías que uno de cada cuatro mamíferos basa su alimentación principalmente en el consumo de frutas? Primates, tapires, roedores y otros mamíferos, cuentan con una dentadura y mandíbulas adaptadas a la masticación de los frutos, así como con otras adaptaciones en sus extremidades (brazos, patas y colas) para conseguir una mayor cantidad de frutas y abrirlas si es necesario. Son los llamados animales frugívoros, mientras que los folívoros los que se especializan en comer hojas.

El Zoo de Córdoba cuenta con una buena representación de estos animales herbívoros, que -además de los omnívoros- consumen en algo más de medio año más de 46 toneladas de frutas, verduras y hortalizas, Se trata de datos del propio Centro de Conservación Zoo de Córdoba para un periodo de 32 semanas que van desde este mes de octubre hasta mediados de mayo de 2024, tiempo especificado en el contrato que el Ayuntamiento rubricará con una futura empresa proveedora de dichos alimentos. Esas 46 toneladas, además de 22.600 unidades de cogollos y 688 unidades de coles están cuantificadas en casi 60.000 euros. Lo que más van a comer este conjunto de animales del Zoo son zanahorias, con 10.620 kilos para esos algo más de seis meses; y lo que menos, las fresas, con 172 kilos.

En lo que se refiere a las frutas, el consumo de manzana gana por goleada, con 4.400 kilos. También son reseñables los 2.880 kilos de melón que engullen estas especies vegetarianas. Por detrás de ambas frutas en consumo están los plátanos, con 1.840 kilos; las sandías, con 1.732; los kakis, con 1.424; las uvas, con 1.376; las peras, con 1.340; las ciruelas, con 1.152; el melocotón, con 800; las granadas y naranjas, con 868 ambas; nectarinas y albarillos, ambas frutas con 732 kilos; las piñas, con 520; los cocos, con 468y las fresas, con 172 kilos. Los animales que comen frecuentemente manzanas incluyen alces, osos, ratones, conejos, chimpancés y aves. Muchos otros animales salvajes comen manzanas y otras frutas si es conveniente.

En el caso de las verduras, la que en consumo en los próximos algo más de seis meses gana por goleada la acelga -manjar exquisito para todos los animales herbívoros del Zoo-, con 3.200 kilos en algo más de seis mes; por delante de las espinacas, con 1.040; el apio, con 868; y el brócoli, con 348 kilos. Además de las 22.600 unidades de cogollos y las 688 de coles. Y en el caso de las hortalizas, lo que más consume este conjunto de animales del Zoo cordobés son tomates, con 2.468 kilos; muy por delante del calabacín, las patatas, los pimientos y el pepino, con 1.388 kilos cada una de esta hortaliza; y la calabaza, con 692 kilos.

A punto de cumplir 54 años

El Zoo de Córdoba abrió sus puertas a principios de 1968, aunque no fue oficialmente inaugurado hasta el 15 de mayo de 1968, haciéndolo coincidir con el I Congreso de la Unión Ibérica de Zoos, celebrado en nuestra ciudad en dicha fecha. Ubicado en la parte baja del Parque Cruz Conde, inicialmente contaba con 8.000 metros cuadrados y con unos cuantos ejemplares, la mayor parte de las cuales fueron donados por Juan Barasona, hecho que provocó que el parque tuviese en sus primeros momentos el nombre de su benefactor.

Es importante resaltar el carácter participativo de sus orígenes, en los que se realizó una cuestación voluntaria entre los cordobeses para la adquisición de un ejemplar de elefante. La emblemática Flavia, que con el paso del tiempo se convirtió en el símbolo del parque. Pasaron los años 70 y 80 y el Zoo cordobés terminó quedando desfasado, sobre todo tras cambiar el concepto de zoo. Sufrió pequeñas remodelaciones pero no fue hasta principios del año 2000 cuando se realizó la gran reforma para adaptarse a la nueva ley de zoológicos, aprobada en octubre del 2003.

Llegados a este punto, el 4 de junio de 2006 concluyó una de las intervenciones más largas que ha vivido el Zoo de Córdoba. El parque reabrió sus puertas después de permanecer siete años cerrado para realizar las obras de actualización de sus infraestructuras y equipamientos básicos. El zoo ofreció así un aspecto completamente remozado, con numerosas especies animales y muchas instalaciones de nueva construcción, sobre una superficie cercana a las 4,5 hectáreas.

En la actualidad, el Centro de Conservación Zoo Córdoba trabaja bajo una estrategia global para desempeñar las funciones de investigación científica, conservación de especies, educación y el ocio que corresponden al concepto de un centro de sus características. En total, se cuenta con más de 500 ejemplares de más de 100 especies diferentes entre de mamíferos, aves y reptiles.

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