Dos años de covid en Córdoba: la pandemia en primera persona
Testimonios
El covid deja en estos dos años miles historias a las que ponen voz enfermos y profesionales sanitarios
Francisco Gómez Sanmiguel (paciente): "La estancia en la UCI no se la deseo a nadie"
José María Dueñas (intensivista): "No te acostumbras a ver pacientes perder la batalla con tanta facilidad"
Natalia Pascual (neumóloga): "La tercera ola fue la más dura; veías familias enteras ingresadas"
Antonio García (especialista en medicina interna): "Las vacunas han supuesto un antes y un después"
Mercedes Azores (fisioterapeuta): "El agradecimiento del paciente que ha estado a punto de morir te reconforta el alma"
José Manuel Matencio (enfermero de Urgencias): "Al principio todo el mundo estaba perdido; era miedo y desconocimiento"
En dos años de pandemia, el covid ha golpeado a todo el mundo. Cada uno tiene su propia experiencia en torno a un virus que ha volteado como un calcetín la vida. Historias en primera persona de las que seis aparecen en este reportaje que pretende dibujar, desde dentro, el viaje de la incertidumbre a la esperanza que han supuesto los 24 meses de convivencia con el bicho.
Relatos de lucha ante lo desconocido, de crudeza e ilusión ante la oportunidad de recuperar, más pronto que tarde, la ansiada vieja normalidad, aunque sea en convivencia con el virus, que todos tienen claro que ha venido para quedarse, aunque ojalá de una forma menos dolorosa que hasta ahora.
Así lo reflejan profesionales de la sanidad pública, desde el minuto uno en la línea de fuego, como José María Dueñas, que ha sufrido la pérdida de compañeros en plena batalla, que ha visto desgarradores episodios en la UCI, donde se evidencia realmente la fortaleza de cada sacudida del coronavirus, más allá de la frialdad ofrecida por la lluvia de datos.
Por ese área de críticos ha pasado también Francisco Gómez Sanmiguel, ya en plena sexta ola y a la espera de recibir la dosis de refuerzo de la vacuna, que rebaja la gravedad, no el contagio. Su ingreso apenas duró tres semanas, tiempo suficiente para conocer la cara más amarga de la enfermedad, a la que ha plantado cara también José Manuel Matencio desde ese primer filtro que son las Urgencias, donde los enfermos llegan “muy malos, desorientados”, para acabar muchas veces ingresados.
Pasajes como los que narran Natalia Pascual, tras tener que pelear con “lo desconocido” en unas primeras olas que por suerte han rebajado su impacto conforme ha avanzado el conocimiento de la infección, o Mercedes Azores, cuyo contacto directo con el paciente para “mejorarle su nivel de vida” una vez estabilizado y un espíritu positivo contagioso incluso a través del teléfono dan un chute de autoestima al más pintado. También Antonio García, que como su compañera, mantiene el contacto hasta con el alta médica si es necesario, porque todos son conscientes de lo provocado por el covid en dos años de sacudida emocional.
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