Humanidades en la Medicina
Rafael Recio Barba
Neuropolítica: Las razones de la sinrazón
Libros, apuntes, horarios, primeras fechas para los exámenes... El inicio del curso universitario es el momento de las novedades, para los recién matriculados o de reencuentro para los veteranos pero, en definitiva, es una temporada más relajada antes de que empiecen "lo peor", según reconocen los propios alumnos. Estas horas pasan entre la secretaría entregando el último papeleo, la copistería para conseguir los primeros temas y la cafetería, el punto de encuentro entre los novatos, los repetidores y, también los profesores.
En la Facultad de Filosofía y Letras ayer fue un día tranquilo ya que se celebró la lección inaugural de curso y las clases se cortaron por la mañana. El trasiego no era el de otros días, pero algunos estudiantes aprovecharon para ir a la facultad, hacer algunos trámites y desayunar con los compañeros. María José García está terminando la carrera de Filología Inglesa. Después de cinco años entre las paredes del antiguo Hospital del Cardenal Salazar, casi parece que sea su segunda casa, al menos un lugar en el que ha pasado "grandes momentos". Ayer recordaba algunos de ellos con su compañera Alicia mientras tomaban un zumo en la cafetería. "Aquí venimos siempre en los descansos o cuando tenemos alguna clase libre", aseguró. "Los precios son más baratos que fuera y, además, no salimos de la facultad y no perdemos tanto tiempo. Pero no sólo se puede empezar el día con tostadas y cafés, en este recinto también se puede comer por algo menos de cinco euros. En la cafetería es difícil desconectar de la rutina de la teoría. "Tarde o temprano se terminas hablando del trabajo que nos ha encargado tal profesora o de lo complicada que parece tal asignatura", dijo Mari Cortés, otra de las alumnas de Filosofía y Letras. Aún así, también queda tiempo para "ponernos al día", según Cortés, y "hablar de nuestras cosas".
De hecho, la actualidad universitaria, como no podía ser de otra manera, también está presente en sus conversaciones, "sobre todo ahora con la polémica sobre el Plan de Bolonia", comentó. Las opiniones en relación a este asunto son bastante diversas, sobre todo porque hay personas "que pasan olímpicamente y lo que quieren es estudiar, aprobar y punto".
Los alumnos de la Facultad de Derecho o Relaciones Laborales también aprovechan para evadirse entre clase y clase. María acaba de ingresar en el centro de Puerta Nueva y "lo primero que me han enseñado ha sido la cafetería", bromeaba ayer mientras desayunaba un dulce. "La verdad es que se agradece un sitio así para desconectar, después de las horas que pasamos aquí", explicó su compañera Lourdes.
También te puede interesar
Humanidades en la Medicina
Rafael Recio Barba
Neuropolítica: Las razones de la sinrazón
Comercios con historia
Sombrerería Rusi: legado familiar, tradición, artesanía y un taller más que centenario
Tribuna de opinión
Juan Luis Selma
Acertar en el amor
La Gloria de San Agustín
Rafalete ·
De sol a sol
CONTENIDO OFRECIDO POR San Miguel