Córdoba cuenta con casi un millar de edificios públicos de interés arquitectónico
Patrimonio
Ayuntamientos, colegios o bibliotecas, posadas, haciendas, seminarios, casas palacio o edificios polivalentes figuran en el catalogo actualizado por la Junta
Fomento busca clasificar estos bienes para planificar inversiones en rehabilitación
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La riqueza y diversidad patrimonial de Córdoba parece incalculable. Son cientos los edificios públicos que, por su valor, pueden ser catalogados como de alto interés arquitectónico, una figura que la Consejería de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda ha determinado para planificar las inversiones en rehabilitación y priorizar en qué se va a actuar primero. La provincia cordobesa cuenta con 926 edificios públicos de este tipo de los 7.200 catalogados en toda Andalucía, siendo la cuarta provincia con más inmuebles en el nuevo inventario, solo por detrás de Cádiz, Sevilla y Almería.
En Córdoba hay inmuebles de todo tipo: desde ayuntamientos, colegios o bibliotecas hasta posadas, haciendas, seminarios, casas palacio o edificios polivalentes. Catalogarlos en función de su valor y la urgencia de rehabilitación que presentan servirá para analizar caso por caso y calibrar los beneficios que acarrearía una intervención.
La Junta ha establecido cuatro niveles de clasificación en base al uso, interés arquitectónico y titularidad de los edificios. El Nivel I incluye los inmuebles que son compatibles con las políticas del programa de rehabilitación que ahora impulsa Fomento y que en la provincia cordobesa son 194. La mayoría de ellos tienen una prioridad de actuación baja (150), una veintena una prioridad media y solo 24 requerirían una actuación urgente.
La mayoría de los edificios de Córdoba, por una razón u otra, no son compatibles con el programa de rehabilitación y se encuentran en el Nivel II, un total de 441, mientras otros 290 se catalogan en el Nivel IV, que se trata de los edificios de menor interés o que requieren estudios más profundos para determinar ese valor arquitectónico.
En su mayoría tienen un nivel 3 de interés arquitectónico (360), siendo el nivel 5 el más alto en la tabla, con 86 edificios. Un total de 202 tienen un uso educativo en la actualidad, 129 de uso administrativo, 93 cementerios y 18 con usos hoteleros. Del total, 47 han sido declarados Bien de Interés Cultural (BIC), mientras que 634 no están protegidos.
De los 926 inmuebles catalogados en la provincia, 118 están en la capital cordobesa, que también se ubica en el cuarto lugar con más bienes, solo tras Sevilla (194), Cádiz (140) y Málaga (124). En la provincia, Fuente Obejuna y Montilla suman 27 inmuebles cada uno, 25 Priego de Córdoba, 24 Baena y Lucena, 23 Palma del Río y 20 Peñarroya-Pueblonuevo. Los municipios más pequeños son los que menos bienes tienen: La Victoria y Fuente la Lancha con tres cada uno.
El estado de conservación de los edificios
En el inventario se evalúa, como no podía ser de otra manera, el estado de conservación de esos edificios estudiados. En Córdoba hay 14 en estado ruinoso, ninguno de ellos en la capital, mismo número en estado muy degradado y 57 en degradado. La mayoría se encuentran en un estado que la Junta califica como normal y 199 están bien conservados.
En la capital no hay ningún edificio en estado ruinoso, pero sí hay en estado degradado y muy degradado. Los ejemplos saltan a la vista y entre los degradados se encuentra el Convento de Regina, un edificio fundado en 1499 y que tras su desamortización, el convento se ocupó como casa de vecinos y la iglesia se convirtió en fábrica de paños, almacén, secadero y bodega, fábrica de monedas falsas y teatro de aficionados, estando abandonada en la actualidad desde la década de los años 80 del pasado siglo.
Hoy en día solo se conserva la iglesia conventual y algunas dependencias anexas a ésta. Para rescatarlo, está en marcha una importante intervención de restauración , rehabilitación y adecuación para destinar el conjunto a un uso cultural y turístico, combinado con el administrativo, aunque la prioridad de la Junta para intervenirlo es baja.
El Pósito de la Corredera, edificio originalmente de planta casi cuadrada, que pierde la primera crujía que se alineaba con la de la Cárcel en 1683, al integrarse dentro del proyecto la plaza de la Corredera. Constaba de dos plantas y seis naves dispuestas de norte a sur, cubiertas a dos aguas. Hoy este impresionante edificio presenta "un lamentable estado de abandono".
En el año 2014 se presentó un proyecto para convertir el Pósito en un mercado gourmet, dedicado en especial a la materia prima de la provincia, con unos 22 puestos distribuidos en dos plantas y que costaría unos 4 millones de euros. Su recuperación nunca se llevó a cabo y el Consejo del Movimiento ciudadano ha pedido recientemente la elaboración de un proyecto para el edificio, recuperando la idea de la ampliación del Centro Cívico Corredera.
La Casa de la Juventud de la avenida Campo Madre de Dios, antiguo convento que se clausura en 1836, fue fábrica de cristales y en 1862 el Ayuntamiento instaló aquí el Asilo de Mendicidad. La iglesia no llegó a concluirse y en la actualidad presenta un estado ruinoso y se encuentra parcialmente apuntalada. A nivel funcional, ambos claustros son independientes, uno es casa de acogida para menores y en el otro se desarrolla el programa de la Casa de la Juventud.
El antiguo colegio público Rey Heredia, actualmente centro cívico de carácter sociocultural, se corresponde con la serie de colegios públicos que se construyen en en el primer cuarto del siglo XX, durante la dictadura de Primo de Rivera y de los que hay numerosos ejemplos repartidos por toda la provincia. Forma parte del plan especial de adecuación del entorno de la Torre de la Calahorra, que contempla su demolición, junto al resto de las construcciones que ocupan la manzana (viviendas) y por ello está siendo difícil de gestionar. Sin embargo, Fomento considera que tiene un elevado interés arquitectónico (de nivel 4) y entra dentro del programa de rehabilitación.
Dos inmuebles, en peor estado
Entre los dos que están en peor estado de conservación en la capital destaca el molino de la Albolafia, que está en un estado muy degradado, según la clasificación que hace la Junta. Ubicado en la margen derecha del río, junto al Puente Romano, fue mandado construir por Abd al-Rahman II para elevar el agua del río hasta el palacio, a través de un ingenioso acueducto y una noria que estuvo en funcionamiento hasta 1492. En 1955 lo adquiere el Ayuntamiento, interviniendo en su restauración Félix Hernández.
En marzo de este año el alcalde de Córdoba, José María Bellido, anunció las obras de recuperación y restauración de la noria, un símbolo que forma parte incluso del escudo de la ciudad y que llevaba años oculto tras la vegetación.
El antiguo Hospital Militar de San Fernando se inauguró en julio de 1928. Constaba de 12 pabellones y daba servicio al ejército principalmente. Todo el conjunto fue ejecutado con una arquitectura funcional con un toque regionalista y actualmente algunos de los pabellones están en uso y otros abandonados y en estado ruinoso. En uno de sus pabellones se proyecta el futuro Centro de Emergencia Habitacional de Córdoba.
Los más destacados
En Córdoba capital hay nueve inmuebles que cumplen con todas las características para considerarse de un alto interés arquitectónico y, además, en un estado óptimo de conservación. Se trata del edificio que alberga el Ayuntamiento de la ciudad, en la calle Capitulares, el renacentista Palacio de Orive, el Molino de Martos, la Puerta del Puente, las Caballerizas Reales, la Casa de las Pavas, la Torre de la Malmuerta, el Alcázar de los Reyes Cristianos y el Palacio de la Merced.
Además, en un estado de conservación que Fomento califica como normal se encuentran otros ocho: el mercado de La Corredera, el colegio San Lorenzo, el antiguo colegio Julio Romero de Torres, actual sede del Instituto Municipal de Turismo (Imtur), la Casa Góngora, el Gran Teatro, la Torre de la Calahorra, el molino de San Antonio y la que hoy es sede de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Córdoba.
El estudio
Era necesario actualizar el documento sobre la importancia arquitectónica de los edificios en Andalucía, que se redactó entre los años 1987 y 1988. Hasta nueve equipos, compuestos en su mayoría por arquitectos, se han embarcado en esta minuciosa tarea de identificar todos estos edificios, un trabajo de un año.
Para ello se han tenido en cuenta consideraciones como su estado de conservación, su valor histórico, las posibilidades reales de tener una segunda vida como uso público o su incidencia con los espacios públicos de su entorno.
También se han incorporado una serie de factores de discriminación positiva para que el inventario refleje la diversidad cultural y arquitectónica de Andalucía y, con ello, estén representados diferentes estilos, épocas y etapas. Además, se ha calibrado no sólo el valor arquitectónico, sino también el valor etnológico, industrial, arqueológico, paisajístico, urbanístico o de memoria histórica.
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