Emacsa confía en iniciar la próxima primavera las obras del tanque de tormentas de Córdoba

Infraestructuras

El proyecto de mayor envergadura de la empresa municipal tiene un plazo de ejecución de 24 meses y una inversión cercana a los 22 millones de euros

Plano del tanque de tormentas en el Balcón del Guadalquivir. / El Día

La Empresa Municipal de Aguas de Córdoba (Emacsa) confía en que las obras para la construcción del tanque de tormentas de Córdoba, que se ubicará en el Balcón del Guadalquivir, puedan arrancar durante la próxima primavera de 2023. Estos son los nuevos plazos marcados por la sociedad, que el pasado mes de julio tuvo que suspender la tramitación de contratación al considerar el Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales del Ayuntamiento como inválido el pliego por la denuncia de una de las empresas aspirantes.

El presidente de Emacsa, Ramón Díaz-Castellanos, ha explicado que, tras la anulación de los pliegos, ahora los técnicos se afanan en poder iniciar nuevamente la licitación de la actuación, algo que podría llegar en el próximo consejo de administración de la empresa municipal, de finales de septiembre. A partir de ahí, sería expuesto públicamente durante casi dos meses, por lo que no sería hasta diciembre cuando arrancaría el proceso de adjudicación, que podría estar listo para marzo, con lo que "en primavera empezaríamos las obras", que mantienen un plazo de ejecución de 24 meses.

Hay que recordar que el tanque de tormentas, que se ubicará en el Balcón del Guadalquivir, es la actuación de mayor entidad de Emacsa en los últimos años, lo que en palabras del presidente "obliga a ser muy limpios" con el proceso. En total, el proyecto tiene una inversión cercana a los 22 millones de euros.

Con esta infraestructura se solucionará el problema de inundaciones que se dan en la zona sureste y parte del Casco Histórico de la capital cuando se producen fuertes precipitaciones. El tanque de tormentas recibirá el agua de lluvia y de los saneamientos aliviando la presión de los colectores y dirigiendo el agua, una vez que ha dejado de llover, hasta la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) La Golondrina, donde se depurará antes de verterla al río Guadalquivir.

El tanque de tormentas, dividido en tres vasos, tendrá una capacidad útil de almacenamiento de 23.170 metros cúbicos de aguas diluidas y unas dimensiones de 4.386 metros cuadrados. Además, estará dotado de la instrumentación necesaria para el telecontrol de los equipos, tendrá un edificio de control en superficie y sistemas de ventilación y desodorización.

Para mantener el valor arquitectónico del emplazamiento actual, se mantendrá y respetará la urbanización actual, incluyendo además la reconstrucción, arreglo e impermeabilización de las piscinas existentes actualmente.

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