Emilio Duró reflexiona en Córdoba sobre la forma de interpretar la vida: "El bienestar y la felicidad no están relacionados"

Córdoba/"Que nadie te convenza de que el camino de Santiago termina en Santiago". Es uno de las muchos consejos que el empresario, profesor y conferenciante español dedicado a la consultoría, Emilio Duró (Lleida, 1960) ha relatado a los centenares de congresistas que se han dado cita este lunes en el Palacio de Congreso de Córdoba en la celebración del primer Global Innovation Forum Econatur (GIFE 2024): el congreso internacional más importante sobre innovación en los sectores agroalimentario y biotecnológico.

Firme defensor de la importancia de las actitudes y valores proactivos en la vida personal y profesional, los seminarios y conferencias que Emilio Duró ofrece por toda España están enfocados a promover el desarrollo de una actitud mental positiva en el ser humano. Con un tono cómico, mucha interacción con el público y una oratoria llena de reflexiones del día a día, el paso por Córdoba del conocido empresario ha sido de utilidad para comprender que "el bienestar y la felicidad no están relacionados", que "nadie se debe ir nunca a dormir con deudas pendientes" o que "hay gente que vive para amargarte la vida y gente que te la alegra".

Y tú ¿por qué corres?, es el título de la conferencia que Emilio Duró ha desarrollado en Córdoba. Apoyada en el lema del filósofo contemporáneo Víctor Frankl, "la vida nunca se vuelve insoportable por las circunstancias, sino solo por falta de significado y propósito. Cuando ya no podemos cambiar una situación, tenemos el desafío de cambiarnos a nosotros mismos", el empresario catalán ha puntualizado que "está de moda amargar a la gente cuando lo más fácil es hacerla feliz". Lo ha destacado para incidir en que el "coeficiente de optimismo" de la población es tan bajo que "86 de cada 100 personas son negativas".

La negatividad es un problema grave. El propio Emilio Duró ha contado que él no era una persona positiva en el pasado, que trabajaba con éxito en el sector privado y, sin embargo, no era feliz. Ahora lo es porque es consciente de que, como dijo Wiston Churchill, "el éxito consiste en ir de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo". El no tener miedo y ser positivo te puede cambiar la vida: "La realidad es la misma para todo el mundo, lo que cambia es la forma de interpretarla. Lo mismo lo puede interpretar una persona desde una perspectiva negativa y otra desde la positiva", ha explicado el empresario.

"Vivimos con más riquezas que nunca y, sin embargo, las depresiones se multiplican por siete, la principal causa de muerte entre niños de 15 y 25 años es el sucio y los diagnósticos de problemas mentales cada vez son más. ¿Qué estamos haciendo? Luchar contra problemas técnicos aprendemos, el problema son los emocionales. También estamos llenos de expectativas. Por ejemplo, disfrutamos más de un viernes pese a ser un día en el que trabajamos que de un domingo libre porque estamos pensando en el lunes. El 97% de las preocupaciones son imaginaciones mentales", ha destacado Duró, quien está en contra del nihilismo en el que "todo es azar" o en la teoría de que "el tren solo pasa una vez en la vida".

Todo lo contrario, "la vida son conocimientos y lo que hoy se piensa, mañana puede ser distinto". Y el mejor ejemplo es "esa carta que le escribiste a vuestra pareja diciendo que la amabas". Además, Emilio Duró ha recordado que se debe ser "indulgente con los demás", pues "cada uno carga con su propia cruz", nunca se sabe "por lo que vivido otra persona", por eso ha pedido que "se deje de juzgar a la gente". Lo que hay que hacer es "amar", tener "contacto físico".

El amor actual se ha transformado en likes, sobre todo en una infancia "que cada vez se abraza menos". Pese a ello, según Duró, "todo empieza con emoción y termina con emoción": "Te preparan para sacar un 10, pero otros suspenden y los quiere todo el mundo, eso es una matrícula de honor", ha recalcado el conferenciante, quien advierte de que "todos van a recibir golpes en la vida", pero que "vivir es aprender a disfrutar lo que has ganado". De hecho, las personas centenarias no se arrepienten de cosas materiales, todo lo contrario, se arrepienten de no haber tenido una vida fiel a uno mismo; de haber dejado a la familia o a la salud de lado por el trabajo; de no haber expresado más sus sentimientos; de no haber mantenido más el contacto con las amistades; y, en definitiva, de no haber sido más felices".

"Servir al corazón, no a la razón", abandonar la idea del Carpe Diem en los niños, romper con el placer momentáneo (esa dopamina adictiva y de corto plazo que mata a la serotonina, la cual da sentido a la vida y es de carácter permanente) y valorar lo que uno tiene desde una perspectiva positiva, es, desde la visión de Emilio Duró, la manera de encontrar la felicidad. Y es que, como ha destacado en Córdoba: "Cuando la gente dice que merece más en la vida, que recuerde que podría haber nacido con parálisis cerebral. Nadie merece nada".