Los empleados y Locsa tratarán el martes de llegar a un acuerdo

Los empleados de la industria del metal KME Locsa se reunirán el martes con los representantes de la firma para intentar llegar a un acuerdo sobre la decisión de la dirección de cerrar esta planta cordobesa, situada en los terrenos de la antigua Electromecánicas. El presidente del comité de empresa, Francisco Pozuelo, aseguró ayer que no comparten los argumentos que ofrece la empresa sobre la caída de ventas que les ha acumulado unas pérdidas de 18 millones de euros y, por eso, han decidido cerrar la planta en junio. Sin embargo, según Pozuelo "el año pasado perdimos clientes y, aún así, tuvimos número buenos, una situación favorable que en su opinión también se mantiene este ejercicio, por lo que aseguró que no entiende el ultimátum de la empresa.

En cualquier caso, tanto los trabajadores como los directivos tratarán el martes todas estas cuestiones y el comité de empresa ya se está preparando para pactar las medidas para pactar las posibles salidas del casi centenar de empleados de la planta. Pozuelo aseguró que su objetivo es conseguir las mejores condiciones en caso de que se produzca un expediente de rescisión de contrato, ya que esos puestos de trabajo no se recuperarían porque la fábrica apuesta por el cierre definitivo.

El comité de empresa provocó ayer un corte de carretera en los acceso a la planta situada en la Electromecánicas y, después, fueron caminando hasta la Delegación de Empleo para trasladarle al responsable del ramo, Antonio Fernández, su situación. Éste aseguró que le ha "sorprendido" el anuncio de la empresa que les ha trasladado los trabajadores ya que hasta la administración "no ha llegado ninguna notificación oficial". Fernández aseguró que "la relación que la Consejería de Empleo ha tenido con Locsa en los últimos años, a través de diferentes expedientes de regulación de empleo (ERE), siempre ha sido con el objeto de garantizar la viabilidad de la empresa". El delegado aseguró que su misión ahora es "comprobar si se dan o no las circunstancias legales previstas para el cierre de actividad, con la repercusión negativa que esto tendría para los trabajadores". Luego se ocuparía de "ver las posibilidades que se plantean para poder solucionar el impacto negativo, si se produjera el cierre", aunque, según insistió "a fecha de hoy la empresa aún no ha presentado nada de manera oficial".

El alcalde, Andrés Ocaña, lamentó ayer el anuncio de cierre hecho por la multinacional propietaria de Locsa y aseguró que es "indispensable buscar una alternativa" por lo que mantendrá una reunión con los empleados. El regidor pidió también a la Junta de Andalucía que, "como ha hecho en otros lugares y ante situaciones similares, se activen soluciones que impidan la pérdida de puestos de trabajo" y consolide un tejido industrial de gran importancia para la ciudad.

Por su parte, el secretario general del PSOE en Córdoba y candidato a la Alcaldía, Juan Pablo Durán, espera reunirse en breve con directivos de la multinacional para ofrecerles alternativas que permitan mantener en la ciudad su producción y el empleo. Durán pidió a los responsables de la firma que, "en el marco de ese proceso ordenado que dicen van seguir para cesar con la actividad productiva, pues tengan en cuenta que hay ya empresas dispuestas a quedarse, al menos, con esa parte de su actividad, con lo cual se reduciría bastante el impacto de personas desempleadas".

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