El empleo también envejece en Córdoba: los trabajadores mayores de 60 años se duplican en la última década
Economía
Los empleados mayores son ya el 11,52% de la fuerza laboral total de la provincia
En contraposición, los afiliados a la Seguridad Social de entre 25 y 34 años caen un 7,85%
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La población envejece y, con ella, también lo hacen los trabajadores. En Córdoba son ya más de 35.977 los afiliados a la Seguridad Social mayores de 60 años. Se trata de una cifra que ya casi duplica a la registrada hace una década, cuando solo había 18.909 trabajadores en ese rango de edad en los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social de España.
El aumento es del 90,26%. Cada año ha sumado, de media, unos 1.706 trabajadores mayores de 60 años más a los datos de la Tesorería. Cifra que sube en paralelo al envejecimiento de la población afiliada; según los datos de febrero de 2024, los últimos disponibles, ya hay 36.165 trabajadores mayores, 188 más que al cierre de 2023. Con todo ello, la tasa de participación en la fuerza laboral mayor a 60 años en Córdoba es del 11,52% de los 312.000 afiliados, mientras en 2013 era de un 6,81% de los 277.665 totales.
En contraposición, los afiliados jóvenes o se han mantenido igual o han bajado. Los trabajadores de 20 a 24 años son un 2,34% más al pasar de 14.030 a 14.359, mientras que en los siguientes apartados, todos han bajado. Los empleados entre 25 y 34 años han pasado de ser 61.260 a 56.450, un 7,85% menos en una década, con especial incidencia en la franja de edad de 25 a 29 años. Pero los trabajadores de entre 35 y 44 años también han descendido. En este caso, la bajada es de un 2%, de 77.354 a 75.792 personas en Córdoba.
Uno de los sectores más envejecidos es el sector público, según explica a El Día la secretaria de Empleo de UGT Córdoba, Paqui Haro, que explica que hubo un boom de opositores que entraron a trabajar en la administración en los años 90, que entraron con 20 años y ya entran dentro de la media de edad de los mayores, "para esa época hubo mucha oferta y en la crisis se paralizaron los procesos y no entró gente joven", afirma.
Aunque asegura que en los últimos años se está recuperando, sin ser aún suficiente, el llamamiento es a las administraciones públicas para que, cuando los actuales trabajadores se jubilen, den paso a las nuevas generaciones y que todos los puestos de trabajo "sean cubiertos con gente joven, que se cumpla el ciclo y que empiece a bajar la media de edad".
Para UGT, la mirada debe estar puesta en los jóvenes. Es necesario "que haya garantías sociales para todos y el trabajo es lo principal, es lo que hace que formes parte de la sociedad, tener un empleo de calidad, estable y bien remunerado para los jóvenes y para los adultos, que les permita plantearse temas de vivienda y familia". Lo ideal, afirma Paqui Haro, sería que la gente que trabaje continúe hasta su edad de jubilación, pero que se llevaran cabo políticas de inserción especifica para gente joven y, sobre todo, para mujeres, "las grandes olvidadas del mercado laboral".
El problema es que la tasa de paro juvenil es muy elevada, "la gente mayor está trabajando y la gente joven parada, por lo que la media que resulta es muy alta", sugiere Haro. El llamamiento, nuevamente, es a las administraciones públicas para que impulsen planes dedicados al empleo juvenil.
En España en general, y en Córdoba en particular, la esperanza de vida ha aumentado en las últimas décadas. Pero esta realidad, en la mayoría de países desarrollados, ha venido acompañada de una drástica reducción en las tasas de nacimientos. La media de edad de la población no hace más que crecer y, para garantizar el sistema de pensiones, se van a necesitar trabajadores, pues esta tendencia vino para quedarse.
Ante las necesidades que a lo largo de los próximos 25 años se derivarán del considerable aumento en el número de pensiones por la jubilación de la generación del baby boom, se apuesta por incrementar los recursos de sistema contributivo de Seguridad Social y se reforma el acuerdo de pensiones en 2023, explican desde el sindicato.
Esta reforma, según UGT, "favorece de manera particular y muy notable a las personas más jóvenes, que no solo tendrán más aseguradas sus pensiones sino que estas serán muy superiores", por lo que, afirman, las pensiones están garantizadas en España a pesar del temor que genera la baja natalidad y el descenso de trabajadores jóvenes que se registra en la provincia cordobesa.
El impacto de la edad en el mercado laboral
Se prevé que el porcentaje de la población mundial de 65 años o más aumente desde el 10% sobre el total de la población laboral, según los datos del estudio El impacto de la edad en el mercado de trabajo y la resiliencia de las empresas en España elaborado por Oxford Economics, la Universidad de Salamanca y el Centro Internacional sobre el Envejecimiento (Cenie).
Según este estudio, entre 2005 y 2020, la edad promedio de los trabajadores españoles pasó de alrededor de 37,8 a 43,3, en tanto la edad media aumentó de forma aún más significativa, pasando de 36,6 a 43,5 años.
Con este panorama, la población en edad laboral, definida como la comprendida entre los 15 y los 64 años, disminuirá en los próximos años. En el caso de la población española, y en lo que se refiere a la edad laboral, ésta se espera que aumente hasta finales de la década 2020-2030, iniciándose entonces un continuo proceso de reducción. De 31,5 millones en 2020, se prevé pasar a 28,5 millones en 2050.
El documento sugiere que la mano de obra longeva ha de percibirse "no como un lastre ni como un obstáculo, sino como una oportunidad, como un posible, y notable, factor de éxito económico, si se gestiona con planificación y eficacia". La capacidad de resistir una perturbación económica con la que cuentan los trabajadores seniors influyó positivamente en la crisis económica de 2008 en España,
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