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Economía
Córdoba ha aumentado el peso del empleo tecnológico en su estructura productiva en los últimos años. El porcentaje de este sector ha pasado de ser el 2,6% en 2013, al 3,9% en 2023, con 10.691 afiliados en las 13 ramas más tecnológicas de la economía, un 67,6% más. La fabricación de maquinaria y la programación y consultoría tiran del carro en la provincia cordobesa y entre ambas suman el 56% del total de la industria.
Así se desprende del Mapa del Empleo Tecnológico de la Fundación Cotec, que promueve la innovación como motor de desarrollo económico y ha hecho pública la evolución del sector en la última década. Todas las comunidades y ciudades autónomas –sin excepción– incrementan el peso del empleo tecnológico en los últimos diez años. El 12% de los nuevos afiliados en las ramas más tecnológicas está en Andalucía, que se convierte, tras Madrid y Cataluña, en la tercera comunidad donde más empleo de este tipo se ha generado de 2013 a 2023.
Por provincias, son Guipúzcoa, Madrid, Zaragoza y Barcelona las que lideran el empleo tecnológico en España. En Andalucía, Sevilla se sitúa a la cabeza, con un 6%, mientras que en Cádiz y Huelva disminuye el porcentaje en la última década. Los mayores avances se producen en Granada (+1,7%) y Jaén (+1,6), en Córdoba es del 1,1% y se han creado 4.313 empleos, por detrás de Sevilla y Málaga (+1,2%). El avance de Málaga, como ciudad, es innegable y ya es la segunda que más lo ha incrementado en la última década, solo tras Barcelona y por delante de Valencia.
En los últimos años Córdoba se ha introducido tímidamente al sector de la tecnología. La puesta en marcha, finalmente y tras varios intentos fallidos, de la incubadora de alta tecnología Córdoba Biotech, que echó a andar con 33 proyectos el octubre pasado, las diferentes iniciativas y ayudas del Imdeec, las startups que se aceleran en El Patio, que en su mayoría son iniciativas tecnológicas, y la futura Base Logística del Ejército de Tierra, que atraerá talento de la industria 4.0 a la provincia, están generando un caldo de cultivo para que el sector siga creciendo.
Los afiliados a la Seguridad Social en Córdoba son, en 2024, 10.977 personas y, la mayoría, pertenecen a la rama de fabricación de maquinaria y equipo, que tira del carro de la creación de este tipo de empleo. Se trata de industria de media-alta intensidad tecnológica, con hasta 4.490 afiliados y un crecimiento del 135%. La programación y la consultoría, rama que pertenece a los servicios en conocimiento y tecnología avanzada, suma 1.681 afiliados y presenta un crecimiento del 80%. Entre ambos representan el 56% del empleo tecnológico total de Córdoba.
Otro sector importante, que ocupa el tercer lugar, aunque se queda todavía por debajo del millar de afiliados, es el de la investigación y desarrollo, que suma 980 empleos y ha crecido en un 176% en diez años, seguido de la fabricación de material y equipo electrónico, con 838 afiliados y un crecimiento del 264%, subiendo dos puestos y superando a la fabricación de vehículos de motor, remolques y semirremolques y a los servicios de información.
Además, otro detalle a destacar es que la fabricación de productos informáticos, las actividades de programación y emisión de radio y televisión y la fabricación de productos farmacéuticos estaban en números rojos en 2013, pero han crecido exponencialmente en los últimos diez años y ahora suman 175, 158 y 126 afiliados respectivamente. La fabricación de materiales de transporte ocupa el último lugar en la lista de Córdoba.
En la provincia de Córdoba hay tres municipios en los que el peso de la industria tecnológica es alto, en función, por supuesto, de su población. En Lucena, que es el municipio más poblado de la provincia, el porcentaje del empleo tecnológico es del 19,1% del total, con 3.235 afiliados, un 157% más que en 2013.
Esto significa que el 29% de todo el empleo tecnológico que genera la provincia está en este municipio de 42.856 habitantes de la Subbética, uno de los pocos que ha ganado población en los últimos años. El grueso se concentra, como ocurre en el conjunto de la provincia, en la fabricación de maquinaria, seguido del material y equipo electrónico y la industria química. La industria ha crecido un 8% en Lucena en los últimos diez ejercicios y ha generado 1.692 nuevos empleos, casi 170 afiliaciones cada año. En el municipio, además, existen tres clúster dedicados a la fabricación de maquinaria y equipos de investigación, desarrollo e innovación.
En Espiel, un pequeño pueblo de apenas 2.386 habitantes, el peso del empleo tecnológico es del 16,2%. Los afiliados en 2024 son 132, movidos, de nuevo, por la fabricación de maquinaria, además de otro pequeño grupo que se dedica a la industria cinematográfica. Se han generado 31 puestos de trabajo en estas áreas en los últimos diez años, lo que ha hecho que crezca un 32%.
El top tres lo completa Guadalcázar, con un peso, también del 16,2% y unos 80 afiliados en tres ramas tecnológicas: 71 en maquinaria, seis en programación y consultoría y otros tres en la fabricación de productos informáticos, electrónicos y ópticos, que se considera una actividad de alta intensidad tecnológica que solo reúne 175 afiliados en toda Córdoba. Esta localidad de la Vega del Guadalquivir es, incluso, más pequeña que Espiel: solo 1.534 habitantes.
Según el informe, España presenta una intensidad tecnológica parecida, aunque algo superior, a la de países como Francia y Portugal. Los países europeos con una estructura productiva más orientada a la industria muestran una intensidad de empleo tecnológico más alta. En 2022, España ya tenía el 79% del peso medio de empleo tecnológico de Europa. Aun así, el liderazgo de países como Alemania y Eslovaquia es indiscutible.
La última década suma 455.000 nuevos afiliados netos en las ramas más tecnológicas de la economía, pasando de 954.000 en 2013 a 1,41 millones en 2023. El empleo tecnológico acumula un crecimiento (+48%) considerablemente mayor que el del conjunto del empleo (+28%) y casi el doble que el agregado del resto de sectores (26%).
Existe una diferencia muy amplia –más de ocho puntos porcentuales– entre el peso del empleo tecnológico en la comunidad autónoma líder (Madrid) y la menos intensiva (Canarias), y tan sólo cinco territorios se sitúan en 2023 por encima de la media española en empleo tecnológico.
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