José Albert: "Sin pensamiento crítico no puedes elegir libertad"

Entrevista al decano de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales de la UCO

Profesor titular de Filosofía del Derecho, recuerda que "la justicia es dar a cada cual lo que merece, fundamentalmente con relación a su mérito o a su demérito"

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El decano de la Facultad de Derecho, José Albert
El decano de la Facultad de Derecho, José Albert Márquez / Juan Ayala

Córdoba/"Me interesaba la idea del Derecho como un factor de paz y de orden social". Esta idea fue lo que hizo a José Albert (Córdoba, 1966) estudiar esta licenciatura en la Universidad de Córdoba (UCO). Ahora, este profesor titular de Filosofía del Derecho es el decano de la Facultad de Derecho, y Ciencias Económicas y Empresariales, un centro al que cada día acuden más de 2.000 estudiantes y que adolece de la falta de espacio desde hace mucho tiempo.

Pregunta.¿Recuerda por qué estudio Derecho?

Respuesta.Estudié Derecho porque me interesaba y me interesa la idea del Derecho como un factor, podríamos decir, de paz y de orden social. Y luego descubrí en primero que más que el Derecho positivo me interesaban los fundamentos del Derecho, los valores que lo sustentan y, por ahí, orienté un poco mi carrera.

P.¿Ejerció como abogado antes de convertirse en profesor titular de Filosofía del Derecho?

R.Sí, estuve ejerciendo un tiempo como abogado a la vez que colaboraba con la facultad. Hubo un momento en que tuve que decidir y me quedé con el mundo de la universidad. Fue una decisión un poco egoísta porque me aportaba mucho más a mí como persona.

P.Y ahora es el decano de esta facultad. ¿Por qué decidió presentarse a las elecciones?

R.Hubo varios profesores, compañeras y compañeros de distintas áreas, que me animaron a hacerlo. Cuando ya el mandato del anterior decano, de Luis Miranda, estaba a punto de expirar, me animaron a hacerlo. Consulté con varios profesores también de la casa qué les parecía y como la respuesta fue positiva, me animé a dar el paso adelante.

P.¿Cuáles son sus retos al frente de la facultad?

R.Uno de ellos es en materia de infraestructuras. En esta materia, haría una división. Primero, en cuanto al mantenimiento de la casa, porque requiere un mantenimiento por sus características constantes y especiales. Ahora mismo estamos cambiando los tejados, y tenemos que cambiarlos con tejas antiguas por ser un edificio protegido y que tiene sus singularidades. El suelo del patio igual. Y más todo el mantenimiento ordinario de un edificio donde hay casi 2.000 personas.

P.Supongo que el segundo aspecto en infraestructuras es la ampliación de la propia facultad, ante la falta de espacio de la que adolece desde hace años.

R.En el caso de la ampliación, estamos en la fase más lenta y más difícil, que es la fase burocrática. Ya hay un proyecto de ampliación y se han iniciado las catas. Han aparecido restos humanos que van a obligar a continuar con las prospecciones arqueológicas, pero nosotros somos optimistas.

P.¿Qué previsiones de tiempo manejan para que la ampliación esté concluida?

R.No lo sabemos realmente porque depende del tema administrativo, del tema de concesión de las licencias. Porque luego, una vez que esté todo solventado, la construcción en sí misma no se puede demorar mucho. La construcción del edificio en sí no requerirá un tiempo excesivo.

P.Pero algún cálculo tendrán, ¿no?

R.Quizás un par de años de construcción. Pero lo verdaderamente lento es la gestión urbanística del proceso de edificación. Pero sí es verdad que nosotros tenemos un grave problema de espacio. Tanto para el alumnado, que es nuestra primera preocupación. Hay que tener en cuenta que impartimos los grados de Derecho, Derecho y Administración y Dirección de Empresas (ADE) y el doble grado de Ingeniería Civil y ADE, más los másteres que se dan aquí. En fin, esto nos obliga a forzar mucho los horarios. Tenemos clases también los sábados por la mañana; y nos vemos obligados a tener exámenes por la falta de sitio. También tenemos un serio problema de ubicación del profesorado. Es cierto, y esto me gustaría que constara, que durante el mandato del anterior decano, Luis Miranda, se construyó un anexo con 14 o 18 espacios que ha quedado fenomenal y que ha solventado en buena manera el problema. Pero, afortunadamente, se siguen incorporando nuevos profesores, sobre todo de la rama de ADE, y tenemos que ir buscando solución a esto. Y es que no tenemos de dónde sacar más despachos; algunos los hemos sacado hasta de cuartos de baño.

El decano de Derecho, en su despacho
El decano de Derecho, en su despacho / Juan Ayala

P.¿Cuántas aulas va a ganar la facultad con esta ampliación?

R.No puedo determinar exactamente el número porque los arquitectos nos dicen que muchas de ellas las van a plantear con paneles movibles. Entonces, será en atención a las necesidades que se vayan presentando. Espero que queden solventados por completo el problema de espacios del profesorado, del alumnado y del personal técnico de gestión y de administración y servicios.

P.El grado de Derecho es uno de los más demandados cada año, ¿a qué cree que se debe?

R.Sí, Derecho se llena y sigue siendo una carrera clásica. Los estudios de Administración y Dirección de Empresas también colman sus plazas y, por supuesto, el doble grado... En realidad, tiene que ver con el conjunto.

P.¿Hay alguna previsión de aumentar la oferta de titulaciones?

R.Vamos a implantar con la Universidad de Cádiz un nuevo grado en Logística y Transporte, en el que y los dos primeros años son comunes y los dos segundos son compartidos. En la Universidad de Córdoba se va a impartir aquí en la Facultad de Derecho y también en la Escuela Politécnica Superior de Belmez. La característica diferenciadora de nuestro grado es que se va a especializar en la gestión logística terrestre.

P.Citaba al principio de la entrevista que tenía dos retos y ha hecho referencia al de las infraestructuras, ¿cuál es el segundo?

R.El otro reto es el plan puramente académico, porque estamos en vísperas de implantar este grado de Logística y Transporte, y luego la reforma de los planes de estudio, sobre todo del grado de Administración y Dirección de Empresas, y lo que toque también del doble grado, en el que hay previstas, entre otras, cuatro menciones: en marketing, en logística, en contabilidad y otra relacionada con la empresa. También estamos involucrados en dos másteres, que no están coordinados por nuestra universidad. Uno es el máster en Derecho del Vino y otro en Derecho Digital.

P.¿Un máster centrado en el Derecho del Vino?

R.Lo ha impulsado la Universidad de Cádiz y estamos también las universidades de Córdoba, Málaga, La Rioja y Castilla-La Mancha, que son zonas productoras. Creo que puede ser un factor de unidad y, como se dice ahora, de visibilidad. En el fondo es una riqueza cultural y económica.

Todos los jueces y, es absurdo pensar que no, tienen su propia ideología; es lógico. Pero de ahí a afirmar que su ideología influye en sus resoluciones judiciales hay un trecho que nadie se molesta en argumentar"

P.¿Y en el caso del máster de Derecho Digital?

R.El Derecho Digital es el presente. En este caso, lo impulsa la Universidad de Málaga y también estamos ahí en la fase administrativa. Nosotros aprobamos la memoria de verificación y estamos pendientes de que la Junta de Andalucía lo apruebe ya por completo.

P.¿Sigue dando clases a pesar de ser el decano?

R.Sigo dando clases y lo que hay que hacer es activar una bolsa de trabajo. Hace falta profesorado y, en esto, se está trabajando ciertamente, pero los mecanismos de sustitución, de empleo, de bolsas de trabajo, tienen que funcionar más ágilmente. El problema que tenemos es que, claro, cuando tú convocas una plaza no puedes darla a dedo; tienes que respetar los principios de mérito, capacidad y de publicidad. Todos llevan un protocolo que, a veces, hace que se ralentice la incorporación de nuevas plazas. Eso sin contar el tema de las impugnaciones, que todo el mundo impugna todo. Entonces, a lo mejor hay procesos de selección que se han prolongado durante dos años.

P.Pero, ¿hacen falta profesores en la facultad?

R.Eso es competencia de los departamentos y se han producido muchas incorporaciones; es muy de agradecer. Sobre todo en el ámbito de la economía y la empresa, que era la que se ha encontrado durante muchos años más necesitada. Pero con un esfuerzo de todas las administraciones, de nuestra universidad y al final de la Junta, que es la que paga, creo que estamos ya en un nivel bastante bueno del profesorado y la gente que se ha incorporado es gente de nivel. Los procesos de selección son muy serios, los baremos son muy objetivos y están muy cerrados. Los procesos son selectivos, objetivos y duros.

P.Dejando a un lado la actualidad de la facultad y centrándonos en la actualidad jurídica, el Consejo General del Poder Judicial, el fiscal general del Estado, el lawfare… no hay día en el que la justicia no se ponga en entredicho y llene los titulares de todos los medios. ¿La justicia es igual para todos dado el panorama actual?

R.La justicia es dar a cada cual lo que merece, fundamentalmente con relación a su mérito o a su demérito. La actualidad no es de la justicia en general, es de muy pocos casos de justicia. Créame que la justicia de un juzgado de primera instancia, de un juzgado de instrucción o de una Audiencia Provincial es absolutamente igual para todos porque está servida por profesionales muy cualificados que han sacado una oposición, no deben su cargo a nadie y en su juzgado lo que manda es la justicia.

Un momento de la entrevista
Un momento de la entrevista / Juan Ayala

P.En este punto, algunas asociaciones han criticado la reforma que ha anunciado el Gobierno relativa al acceso a la carrera judicial y el cuarto turno. ¿Está a favor?

R.Estoy a favor del cuarto turno y existe desde el siglo XIX. Aunque una cosa es el cuarto turno y otra los criterios de selección del mismo. De siempre ha habido una parte de los magistrados en la jurisdicción ordinaria y en el Tribunal Supremo. Siempre se pone el mismo ejemplo: José Castán (Zaragoza, 11 de julio de 1889-Madrid, 10 de junio de 1969), catedrático de Derecho Civil y padre de todos los civilistas españoles, fue magistrado del Tribunal Supremo por el cuarto turno y era un magistrado magnífico. Lo que el cuarto turno aporta muchas veces es una cercanía al mundo real y una conexión con la sociedad que, a veces, está en riesgo de perderse. Soy favorable al cuarto turno si todas las plazas no se pueden cubrir por el motivo que sea. El problema no es el cuarto turno, repito, sino el sistema de elección del mismo. Si es un sistema objetivo, adecuado y relacionado con los principios de mérito y de capacidad, bienvenido sean.

La justicia es dar a cada cual lo que merece, fundamentalmente con relación a su mérito o a su demérito"

P.El Tribunal Constitucional se ha marcado como máxima prioridad la ley de amnistía. ¿Dónde va a quedar el Supremo entonces?

R.Es un tema muy polémico en el que, desde mi punto de vista, no debería haber injerencias de la política ni en los órganos de gobierno ni en los órganos jurisdiccionales. Si el Constitucional responde a criterios más políticos que jurídicos, evidentemente su naturaleza va a ser más política que jurídica. El problema es de competencias y es un viejo problema entre ellos. El Constitucional tiene competencias a todo lo que se refiere a derechos fundamentales y son fuerzas que se oponen. Muchas veces, el Constitucional está funcionando como un legislador negativo y hay algunos que piensan que se sobrepasa en su función constitucional.

P.Eso del lawfare que denuncian los partidos políticos en la actualidad, ¿existe o no existe?

R.Todos los jueces y, es absurdo pensar que no, tienen su propia ideología; es lógico. Pero de ahí a afirmar que su ideología influye en sus resoluciones judiciales hay un trecho que nadie se molesta en argumentar. Uno puede tener sus convicciones personales sobre determinados temas, pero eso no afecta a la hora de dictar una sentencia, por lo menos, en los órganos jurisdiccionales puros.

P.Todo esto que estamos hablando de la actual situación judicial, ¿se traduce a las aulas?

R.Yo lo hablo con el alumnado y otros compañeros me consta que también porque lo que se trata de ofrecer son instrumentos para que desarrollen un espíritu crítico. No podemos limitarnos a exponer el puro derecho positivo. Creo que nuestra obligación es fomentar el espíritu crítico porque sin él no podemos elegir en libertad.

P.Por cierto, tras los últimos acontecimientos, ¿considera que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, debería dimitir?

R.A mí me parece que su posición desde un punto de vista ético es insostenible, pero obligación legal de dimitir, no la tiene. Lo que significa esto es que a los que no relacionan la ética con el derecho, lo ven bien, mientras que los que sí vemos una vinculación entre las normas éticas y las normas jurídicas, que somos minoría, lo vemos mal.

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