Antonio Díaz: “La Base Logística necesita mucho esfuerzo colectivo”
Entrevista al presidente de CECO y la Cámara de Comercio de Córdoba
El presidente de la CECO considera que "Córdoba está cogiendo músculo empresarial en industria especializada"
Critica los "ataques" de algunos miembros del Gobierno central y advierte que "a las empresas lo que hay que hacer es ayudarlas, hacerles el camino más fácil para que sigan creciendo y sigan creando empleo"
Córdoba busca en Bilbao la inversión para su despegue logístico
Antonio Díaz lleva toda una vida desempeñando distintos puestos con un mismo objetivo, que resume en “la defensa de los intereses de los empresarios”. Llegó a la asesoría jurídica de la Confederación de Empresarios de Córdoba en 1985 y desde entonces ha pasado por la secretaría general, la vicepresidencia y la presidencia. Convencido y convincente cuando habla sobre la importancia del asociacionismo para la empresa, el también presidente de la Cámara de Comercio defiende que exista un lobby empresarial sin las connotaciones negativas del término. En ello sigue siete años después de llegar a la presidencia de la CECO.
Tres años después de que se declarase la pandemia nos encontramos inmersos en la crisis provocada por la guerra de Ucrania. ¿Cuál es la situación de las empresas cordobesas en esta coyuntura?
Yo siempre digo que las empresas que quedaron después de la crisis del ladrillo y financiera son muy solventes y muy potentes. Córdoba es una provincia donde la empresa familiar tiene mucho poderío, como en el resto de España y Andalucía. La empresa familiar está sustentada por unas raíces fuertes, pero es verdad que algunas han tenido serios problemas, incluso han llegado a la desaparición. Del año 2008 al año 2013 desaparecieron en Córdoba en torno a 5.000 empresas de todo tipo.
¿Cuál es el número total de empresas?
Podemos estar más de cincuenta mil empresas.
Una caída muy importante.
Mucho. Se ha ido recuperando en estos años y luego llegó la pandemia, provocando una parálisis y la caída de la producción y de la actividad empresarial. Pero creo que se ha recuperado gracias a mecanismos importantes que fueron pactados en su momento con los sindicatos, como los ERTE. Ahora ha ido aumentando el número de empresas, con el surgimiento de otras nuevas. Cuando una empresa se pierde ya es muy difícil volver a resucitarla, pero pueden surgir otras, de otros sectores. Córdoba está evolucionando en sectores empresariales que hace unos años eran bastante pequeños en su actividad. Yo me declaro un optimista con los pies en el suelo y me gusta ver las cosas desde el prisma positivo, porque el negativo cuando llega, viene solo y te lleva por delante en algunos casos.
Desde esa perspectiva optimista, ¿hacia dónde van las empresas de Córdoba? Si es posible hacer esa labor de prospectiva en las circunstancias actuales.
Voy a intentar contestarle. Creo que las empresas de Córdoba deben ir a buen puerto, si nos dejan los que tienen la capacidad de legislar y de tomar decisiones en materia de normativa para la regulación de la actividad empresarial. Córdoba está cogiendo músculo empresarial, fundamentalmente en sectores que hace unos años no eran los más fuertes, en materia industrial, no en grandes industrias, pero sí en industria especializada. Eso hace unos años era impensable y hoy se está produciendo, ¿por qué? Pues porque hay una serie de circunstancias que han cambiado. Ha cambiado el concepto de la logística industrial en esta provincia, el concepto de la industria tecnológica de futuro. Hay un proyecto tractor que es la Base Logística del Ejército de Tierra, que revoluciona la iniciativa empresarial e influye en que se tomen decisiones.
¿Les están llegando muchas consultas de empresas referentes al proyecto de la Base Logística y sus posibles desarrollos?
Cada vez son más, unas se saben y otras no, porque en el mundo empresarial la discreción es una virtud. Nosotros, desde la Confederación de Empresarios tenemos un acuerdo con el Ayuntamiento de Córdoba para la Oficina de Apoyo al Inversor, cuya pata más importante es la de promover el territorio del término municipal de Córdoba, y de la provincia también, como lugar para la inversión. Y eso es lo que llevamos haciendo fundamentalmente desde el año pasado, y está teniendo resultado, en el sentido de que se visualizan las oportunidades de negocio en Córdoba. Por su posición geográfica, por la impresión de ese proyecto tractor, por las decisiones públicas y privadas que se están tomando en materia de infraestructura, logística, por la universidad o las universidades que tenemos en Córdoba, que están especializadas en muchas cuestiones de presente y de futuro que se están produciendo.
¿Qué necesita Córdoba para aprovechar al máximo las posibilidades de este tren?
Creo que hay una virtud y es que el proyecto de la Base Logística es unánime, todos a una como en Fuenteovejuna. Eso es un activo importantísimo. Y luego creo que necesita mucho esfuerzo colectivo en formación, en facilitar los trámites burocráticos a las empresas, en buscar incentivos fiscales para la inversión. Aparte de la importancia que va a tener el núcleo militar de la Base, va a ser mucho más importante lo que en el entorno de esa industria militar se está fabricando. Otras 100 hectáreas privadas para la implantación de plataformas logísticas, de industria avanzada, y la actuación en otros territorios, no solamente de la ciudad de Córdoba, sino también de la provincia.
Como por ejemplo...
Podemos estar hablando de La Carlota, de Villafranca, donde ya se están produciendo movimientos interesantes que posiblemente ahora se impulsen con más fuerza. Por ejemplo, la base de logística de transporte que está montando una empresa privada en Villafranca, el suelo industrial previsto en La Carlota o el suelo logístico que ya está a punto de ver culminada su aprobación definitiva por parte de la Junta Andalucía, el Prourban El Álamo. O la transformación del parque logístico de la carretera de Palma del Río, donde está todo vendido prácticamente y donde va a haber una conexión que ya ha salido a licitación de ese parque con la estación de mercancías de El Higuerón. Y son necesarios los corredores ferroviarios, lógicamente el Corredor Central más tarde o más temprano tendrá que llegar. Otra cosa importante: no debemos de obviar que Córdoba tiene un aeropuerto. Tiene que haber mucha más vida en el aeropuerto. Y eso pasa por que haya empresas que vean rentable operar en Córdoba sus vuelos comerciales.
Dada la ubicación geográfica de Córdoba, ¿por qué no se ha desarrollado antes todo ese potencial logístico?
Porque nadie se lo ha creído, estoy convencido de ello. Córdoba sigue en el mismo sitio, donde se fundó, donde estuvieron los romanos, los árabes, los judíos. ¿Cuál es el problema entonces? Creo que ha sido un problema de los cordobeses en cierta manera, que posiblemente en ciertos momentos no nos hemos creído la situación tan privilegiada que tiene Córdoba, que es la entrada natural a Andalucía. Eso es un activo invalorable, lo que hay es que saber utilizarlo y potenciarlo con inversiones, con capacidades para que se generen negocios y actividad económica. Siempre se ha hablado de la Córdoba logística. Desde que yo soy presidente de la CECO desde luego sí que nos lo hemos creído, los anteriores presidentes estoy convencido que también. En la anterior etapa, se creó la marca Córdoba Logística consensuada por sindicatos, empresarios y ayuntamientos y la Junta de Andalucía.
Y aun así las infraestructuras de transporte, tan necesarias para ese desarrollo logístico, siguen eternamente pendientes.
Y el ejemplo más flagrante es la variante Oeste. Estamos hablando de dos kilómetros y medio de conexión que descongestionarían por completo todo el tráfico rodado de mercancías que ahora mismo tiene que atravesar la ciudad. Por ejemplo, la salida de los productos de Hitachi Energy, la antigua ABB; cada vez que un transformador tiene que salir tienen que cortar el trafico. Eso en los tiempos que corren no tiene ni pies ni cabeza. Esa variante Oeste es absolutamente necesaria, pero no sé qué pasa entre los gobiernos, que no hay manera de que se pongan de acuerdo y que cada uno pague la parte que le corresponde. Podemos estar hablando también de la conversión en autovía de la Nacional 431, de la variante Norte...
Con la reforma del Palacio de Congresos y el nuevo Centro de Convenciones, ¿está lista Córdoba para terminar de despegar como ciudad de turismo de congresos y eventos?
Ya es un buen destino de turismo de congresos. El Palacio de Congresos espero que definitivamente en este año quede entregado a su concesionario, Juan Salado, para que pueda contar con todo el edificio para su plan de negocio y para su actividad económica, que para eso se adjudicó en un concurso público. Y en el Centro de Convenciones ya están anunciadas las primeras actividades. Hay que profesionalizar y hay que gestionar bien los espacios. Pero además en Córdoba hay un número importante de proyectos de hoteles y las camas se van a multiplicar en los próximos años. Por lo tanto, Córdoba tiene que estar arriba.
Antes hacía referencia a la necesidad de que los legisladores permitan que las empresas avancen. Hace unos días, era el consejero delegado de Cajasur quien advertía que había crear un clima propicio para la actividad empresarial. ¿No se está dando en estos momentos?
Va por administraciones. En este caso, hablando de la Administración central, le mentiría si le dijera que se está dando un clima propicio para potenciar la actividad empresarial. Es necesario que no se ataque la actividad empresarial por parte de miembros del Gobierno, porque sin ella lógicamente no vamos a ninguna parte. A las empresas no hay que atacarlas, lo que hay que hacer es ayudarlas, hacerles el camino más fácil para que sigan creciendo y sigan creando empleo, promover normativas adecuadas para favorecer el desarrollo empresarial.
En cambio hay un desencuentro.
El último ejemplo lo tenemos calentito: la CEOE no fue a la reunión de la mesa convocada por la ministra de Trabajo para cerrar el tema del salario mínimo interprofesional porque todavía estaba esperando a que le respondieran a un borrador de documento que habían remitido, muy fundamentado, sobre la importancia de la subida del salario mínimo. Hay que ver las consecuencias que tiene un aumento de ese importe, que a bote pronto en esta provincia va a afectar como mínimo a tres convenios colectivos: el del campo, la panadería y las clínicas privadas.
¿Cuál es la propuesta de la patronal?
La propuesta razonada que la CEOE remitió al Ministerio era un incremento a 1.040 euros, pero con unas matizaciones para la agricultura y alguna otra actividad. Se habla del salario mínimo, pero yo diría que hay una decisión muy importante que tendría que tomar el Gobierno central, la deflación del impuesto a la renta. El Gobierno está recaudando mucho más por todos los impuestos gracias a la inflación y eso lo están pagando los ciudadanos. Ha subido un 8,5% las pensiones, pero también suben las retenciones. Vamos a ver cómo reaccionan en los próximos meses. Me temo que estamos en un año donde la toma de decisiones va a ser muy difícil, porque todo va a tener un sesgo electoral.
Decía que la relación va por administraciones. ¿Con la Junta de Andalucía sí que hay una relación más fluida?
Va por Administración en base a las competencias que cada una tiene. Con la Junta de Andalucía, para empezar, hay una Consejería que se llama de Diálogo Social. Que no es baladí el dato. Es la primera vez en la historia que se reconoce a nivel de una consejería la importancia del diálogo social, que está reconocido en nuestra Constitución y nuestro Estatuto de Autonomía. Que haya una consejería que se denomine de diálogo social es porque impera el diálogo entre los agentes económicos y sociales con el Gobierno y la toma de decisiones pactadas o consensuada. En ese sentido, la Junta ha tomado decisiones en materia fiscal que han sido consensuadas y han rebajado la presión fiscal al mundo empresarial. Eso ayuda y crea confianza. Uno de los grandes problemas en el mundo empresarial es la desconfianza.
A unos meses de las elecciones municipales, ¿qué reclama el empresariado a los ayuntamientos?
La principal demanda empresarial a un ayuntamiento, aparte de que preste unos servicios adecuados en relación con la recaudación, es la agilización de los trámites burocráticos, la rapidez en la respuesta. La empresa valora la facilidad para poner en marcha una actividad empresarial incluso más que la recaudación fiscal. Es verdad que la legislación es bastante rígida en muchos temas, también que la Junta de Andalucía ha aprobado medidas de simplificación administrativa; estamos deseando de que salga el tercer decreto, fruto también del diálogo social.
Las empresas se están enfrentando en los últimos años al gran reto de la digitalización. ¿Cómo se está desarrollando en las pymes cordobesas?
Creo que se están dando pasos importantes. Uno de los proyectos de más éxito hoy por hoy en relación con los fondos Next Generation del Gobierno es el famoso kit digital. Somos una provincia de pymes y las solicitudes que las empresas de esta provincia han cursado al kit digital para poder implantar en su empresa procedimientos digitales, agilizar el comercio electrónico y otra serie de controles son importantes. Se están dando pasos importantes en la pequeña digitalización. La gran digitalización está por venir, la inteligencia artificial, las nuevas tecnologías aplicadas a la productividad.
Otro gran cambio es la necesaria apuesta por la sostenibilidad.
Es una cuestión transversal. ¿Qué es sostenible? Decía el consejero de Industria, hace poco, que sea sostenible económicamente, medioambientalmente y socialmente. Yo creo que las empresas cada vez están más sensibles con la sostenibilidad, con la calidad de vida, con las posibilidades de ser más felices en el mejor sentido de la palabra. Pero volvemos a lo de siempre, nos tienen que dar los mimbres para poder hacer el cesto. Si no se está legislando en pro de conseguir ese equilibrio sostenible, pues es muy complicado llegar al punto de equilibrio.
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