“Córdoba es y debe ser una ciudad atractiva para la inversión y atraer talento"
RAFAEL LINARES | DIRECTOR GERENTE DE FUNDECOR
Ingeniero Agrónomo de la UCO, dirige la Fundación Universitaria para el Desarrollo de la Provincia, una entidad que gestiona, entre otros, las prácticas extracurriculares del alumnado
En septiembre, Rafael Linares (Córdoba, 1980) hará tres años que está al frente de la dirección y gerencia de la Fundación Universitaria para el Desarrollo de la Provincia (Fundecor), una institución que, según explica, "lo que fomenta es, principalmente, la empleabilidad entre los estudiantes universitarios y sus egresados".
-¿Qué es Fundecor?
–Es la Fundación Universitaria para el Desarrollo de la Provincia de Córdoba que da servicio a la sociedad y que articula diferentes programas con otras provincias. Es una fundación que lo que fomenta es, principalmente, la empleabilidad entre los estudiantes universitarios y sus egresados. No trabajamos solo para hoy, sino también para el mañana, para el futuro de nuestros estudiantes, de la sociedad y el futuro del territorio. Solo podemos construir el futuro si lo hacemos colaborando con todas las instituciones y las empresas.
–Fundecor se puso en marcha hace más de dos décadas, ¿realmente se conoce el trabajo que lleva a cabo?
–La fundación se conoce cada vez más. Tenemos una misión, un objetivo, que es que la fundación se considere de todos los cordobeses, sobre todo, en actividades relacionadas con la formación, el emprendimiento y la empleabilidad. Se conoce, sobre todo, a través de las empresas de la provincia con las prácticas extracurriculares de la Universidad de Córdoba (UCO) y otros programas.
–Fomentar la conexión entre el mundo universitario y la sociedad es una de las tareas que lleva años intentando la UCO, ¿qué papel juega en este caso Fundecor?
–Fundecor es una herramienta muy ágil que permite la conexión entre los universitarios y la sociedad. Estamos muy conectados con las empresas, con otras entidades que funcionan muy bien, como CECO, y creo que lo que tiene que ser la fundación es un nexo. Es una misión llevar el conocimiento a la provincia. La UCO ha hecho un cambio con el vicerrectorado de Desarrollo Territorial para que se generen más acciones en la provincia. Tenemos que apostar por la riqueza que tenemos en los municipios de Córdoba. Otra de nuestras misiones es acercarnos a los municipios, a las alcaldías, a las empresas de la provincia y hacer cada vez más acciones por la provincia, pero no sólo emprendimiento o formación o prácticas, sino que nos vean como un nexo que les permite llegan a entornos que no llegan. Tenemos que estar muy cerca de las empresas y de los municipios.
–Uno de esos programas de becas es el que lleva a cabo con la Fundación Cajasur, cuya séptima edición se ha firmado recientemente
–La relación con Cajasur es muy buena y se ha mantenido en el tiempo. Cajasur forma parte de nuestro consejo asesor y la fundación realiza una labor muy importante con entidades sociales y con nuestros alumnos a través del programa de prácticas, que tiene unas ratios de inserción muy interesantes. Lo que generan nuestros programas de prácticas es empleabilidad y, además, están permitiendo una formación a los chicos y también que las empresas conozcan perfiles interesantes para que el día de mañana sean futuros profesionales de las empresas.
–¿Cuánto tiempo tarda un alumno en encontrar un trabajo después de hacer las prácticas?
–En los programas que tenemos, la inserción laboral es de un 20 y un 31%. Es un dato bastante elevado, pero el reto es que una vez que finalicen sus prácticas estén insertados en menos de un año. Hacemos un seguimiento de los programas, normalmente a los seis meses, y nos llama la atención que se insertan en aquellas empresas en las que hicieron prácticas. Eso significa que para la empresa ha sido una experiencia muy buena tener un alumno en prácticas porque ha confiado en él para su contratación.
–El mundo de las prácticas ha evolucionado mucho en los últimos años después y ha recogido mejoras para el alumnado, ¿a qué se debe?
–Hay una responsabilidad por parte de la Universidad de que las prácticas sean de calidad y se vele por los intereses del alumno y de la empresa y que están muy reguladas. Fundecor gestiona más de 800 prácticas al año. La idea es que cualquier alumno que necesite hacer prácticas las haga, y además, que tenga un remuneración. La empresa, además, cada vez está más concienciada de la remuneración para que el alumno se sienta útil y hacerlo más atractivo. Ha habido una evolución por velar por la calidad de las prácticas; hay más control, más cercanía con las empresas y un seguimiento continuo.
–Otro de los ejes de trabajo de Fundecor es fomentar el emprendimiento. ¿Es un buen momento para ello?
–Si hablamos de un nivel más amplio, desde la Universidad de Córdoba, junto con la Fundación, estamos intentando conocer nuevos entornos de emprendimiento, que es algo necesario. Es una herramienta más para aquel que está buscando empleo. Hay muchas oportunidades y lo que estamos viendo son nuevos escenarios, nuevos modelos que hay en Europa para que ofrezcamos los mejores programas de emprendimiento. Lo que nosotros diseñamos es pirámide de emprendimiento: en la base es donde tenemos el mayor número de usuarios y muchos programas de sensibilización de emprendimiento. Una vez que vamos estrechando la pirámide, el número es menor, pero es dónde se van empezando a crear empresas. Desde la sensibilización hasta la creación de empresas tenemos programas de formación y acompañamiento para que el que quería formar una empresa tenga una herramienta para que tenga sostenibilidad en el tiempo.
–Alude a nuevos entornos para emprender, ¿cuáles son?
–El año pasado firmamos, junto con la Universidad de Córdoba, y fue el primer centro en Europa que lo hizo, con la Henry Ford Entrepreneurship Academy. Es un programa que la Universidad pone a disposición de la sociedad para el desarrollo de actividades relacionadas con el emprendimiento. También estamos en una red de colaboración con diferentes universidades europeas, donde estamos generando un entorno de encuentro de entidades que también fomentan el emprendimiento.
–Pero, ¿qué es emprender?
–Hay muchos movimientos a la hora de definir el emprendimiento, pero para mí al final es la capacidad que tiene una persona de iniciar una actividad, que implica a la sociedad, a entornos y a la academia.
–Es decir, que no se puede emprender solo
–Correcto. En el empredimiento es necesario que a la vez que inicias una actividad es necesario que tengas un entorno favorable, en el que se involucre a la sociedad, a las empresas. Un entorno muy colaborativo, donde esté también la Universidad. Cuando te encuentras en ese entorno amigable, los inicios van a ser mucho más fáciles.
–Y, ¿desde dónde se emprende mejor, desde Letras o desde Ciencias?
–Lo que intentamos es que todos los universitarios tengan la oportunidad de emprender y que cualquier idea de negocio que pueda tener la posibilidad de ser una empresa en el futuro, tenga el mismo apoyo. Es verdad que hay sectores, sobre todo los que están relacionados con la digitalización, que tienen más posibilidad a día de hoy. Los entornos disruptivos también son más atractivos de cara a los inversores, pero creo que no hay que menospreciar nunca a un emprendedor que crea un despacho pequeñito en su barrio o aquel que está creando un entorno tecnológico en Madrid. Todos al final tienen su hueco y, dependiendo de su ambición y del objetivo que tengan, tienen la posibilidad de crearse.
–Para esto de emprender, ¿se nace o se hace?
–He conocido a emprendedores que dicen que llevan el riesgo dentro. También creo que al final depende del entorno y de la gente que te va acompañando en la vida lo que te hace que seas emprendedor o no. Son personas con más capacidad, pero también se han ido formando en un entorno muy atractivo para que al final sean capaces de emprender. También depende del entorno. Hoy en día, las instituciones públicas y privadas tienen la capacidad de acompañar a todo este boom del emprendimiento y ofrecer actividades.
–¿Cree que es excesiva la burocracia a la hora de montar cualquier empresa?
–Lo que intentamos es acercar las instituciones al emprendedor y que las instituciones le ofrezcan todas las posibilidades que tienen para que ponga en marcha su negocio. Cuanta más agilidad le des, mucho mejor. Creo que la intención de todo es agilizar todo eso.
–En la cultura norteamericana se entiende que los éxitos de un empresario se miden por sus fracasos y por su capacidad de volver a empezar. ¿Esa teoría en España funciona?
–Aquí es más difícil. Siempre se ha dicho que al que cae se le ve como a un fracasado, pero nuestra actitud tiene que ser todo lo contrario. Llevamos a los emprendedores de nuestros programas a antiguos egresados que han montado su empresa y, para algunos de ellos no ha sido fácil. Han caído, se han levantado, han sido capaces de generar nuevas iniciativas. Para los chicos que están en fase de inicial de su idea de negocio tiene que ser un reflejo de lo que a ellos le puede pasar.
–¿Cuánto tiempo se tarda en convertir una idea de negocio en una empresa?
–En nuestro programa principal, que desarrollamos junto a la Universidad de Córdoba, la Diputación y el Banco Santander, se tardan aproximadamente cinco o seis meses para que una idea de negocio pueda llegar a término. Lo que queremos es que cuando cree la empresa haya tenido todas las herramientas, toda la mentorización y formación necesarias para que esa idea empiece. Luego, necesitará un acompañamiento para que vaya creciendo.
–¿Y su índice de supervivencia?
–Hemos analizado y tenemos unas 25 empresas que están funcionando en los últimos cuatro años. Creo que es un dato interesante.
–Córdoba no es una de las ciudades que más pueda presumir de un gran tejido empresarial, ¿qué puede aportar Fundecor?
–Muchos desconocemos las grandes y buenas empresas que tenemos en Córdoba y su provincia. Son empresas que, muchas veces son desconocidas, pero que están generando muchos puestos de empleo y que también están creando servicios y proveedores relacionados con su entorno cercano, lo que permite el crecimiento de otras empresas y la colaboración con otras. Córdoba quizá no tenga mucha industria, pero sí tiene sectores muy fuertes. Córdoba es y debe ser una ciudad atractiva para la inversión y atracción de talento. Tenemos todo como ciudad para posicionarnos; sólo nos queda creérnoslo y saber comunicarlo. Además, cada vez hay un entorno más colaborador. Tenemos un sector de la automatización industrial que da servicio muy potente, pero que tenemos que potenciar. La Universidad de Córdoba se está volcando en este sector para que se conozca y creo que también se está creando un entorno muy amigable del desarrollo software. Son empresas que están apareciendo y creciendo que nos están identificando como un lugar atractivo para la inversión.
–¿Qué futuro tiene este sector en Córdoba?
–Hay desarrolladores que están colaborando mucho entre ellos. En la Universidad hay buenos profesionales, tanto profesores, como estudiantes, que terminan y son capaces de generar su negocio y ofrecer servicios a otras empresas. Creo también que las pequeñas empresas que están creciendo lo están haciendo tan bien, que están siendo visibles hacia fuera. Eso está permitiendo que se nos conozca como ciudad, por el talento y poco a poco atraer a más personas.
–Entonces, ¿es un nuevo nicho de mercado?
–Tenemos sectores potentes en Córdoba como el agroalimentario, y el de servicios que funciona muy bien. Pero las empresas que están apareciendo de desarrollo software y la digitalización nos pueden permitir ser visibles, por lo menos en Andalucía, como un lugar de referencia para el desarrollo de aplicaciones y acompañamiento a otras empresas que necesitan digitalizarse.
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