Equipos Mujer-menor: 30 años de lucha contra la violencia de género en Córdoba

"Las huellas que deja la violencia de género no son siempre evidentes. A menudo se diluyen tras las frías paredes de una casa, bajo el rostro de la vergüenza, el silencio o el propio teléfono móvil". Es el rotundo mensaje que ofrece el sargento primero Javier G. R., jefe responsable del Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Guardia Civil de Córdoba, quien reconoce a El Día, con motivo de la celebración este lunes 25 de noviembre del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que a pesar de que se está avanzando en el trabajo para acabar de una vez por todas con esta lacra social "hay que seguir trabajando" en ello.

Estos equipos del Instituto Armado se despliegan a nivel comarcal y se encuadran en las Unidades Orgánicas de Policía Judicial. Entre sus objetivos, según relata, se encuentran asesorar y atender personalmente a las víctimas solicitando los apoyos asistenciales ofrecidos por otras Instituciones públicas, instruir las diligencias policiales en los hechos relevantes, así como desarrollar la investigación criminal hasta su esclarecimiento y también apoyar a las Unidades Territoriales de la Guardia Civil, encargadas de la Seguridad Ciudadana, a solucionar aquellos problemas que afectan de forma específica a la mujer y el menor.

El sargento lleva tres años al frente de este equipo en la Comandancia de Córdoba y tiene las cosas muy claras respecto a la violencia contra la mujer, de la que no tiene reparo alguno en asegurar que "es la manifestación más grave de la desigualdad entre la mujer y el hombre". En esta línea, incide en que esta lacra social "es el resultado de un entramado complejo arraigado a la sociedad, a la familia, a la educación, a la educación, en las redes sociales, en los medios de comunicación, en el propio lenguaje, incluso en el puesto de trabajo".

Además, subraya que "la expresión más grave de la violencia de género es el feminicidio, que el resultado de muerte" y recuerda que se da en todos los estratos de la sociedad. Entre las víctimas, continua, "se ha comprobado que no hay diferencias en el nivel económico, ni tampoco académico".

Es por ello, que lanza un mensaje de que hay que seguir luchando contra ella para "lo que hay que intervenir desde muchas esferas de la sociedad".

Y es que, la lucha contra la violencia de género siempre ha sido una prioridad la Guardia Civil. No en vano, el Instituto Armado fue pionero en ponerle freno mucho antes de que entrara en vigor en 2004 la ley integral con la violencia a las mujeres, ya que fue en 1995 cuando estos equipos de Mujer-Menor se pusieron en marcha en toda España.

La razón de este anticipo en el tiempo en acabar con la violencia hacia la mujer, explica Javier G. R., fue la detección por parte de la Guardia Civil de un aumento de casos "donde se encontraban implicadas mujeres y menores, y unido a las características especiales que se consideraba en este sector de la población que pudieran ser más vulnerables". Es por ello que se crearon estos equipos especializados.

La Guardia Civil de Córdoba, pionera

Uno de los aspectos que destaca el sargento primero es el hecho de que el Equipo Mujer-Menor de la Comandancia de la Guardia Civil en Córdoba fue pionero -también se puso en marcha en 1995-, al tiempo que subraya que dos de sus componentes "siguen en activo" cuando este servicio se puso en marcha. "Estas personas siguen trabajando en la lucha contra la violencia de género y su experiencia es indudable", insiste.

Pero, ¿cómo trabaja este servicio? Pues, según detalla, su ámbito de actuación se centra en la investigación de todos los delitos en el entorno familiar, sobre la mujer y "sobre cualquier tipo de expresión dentro de la violencia intrafamiliar, siempre asumiendo mayormente los casos más complejos y graves".

Esta es una parte crucial en su trabajo, pero estos equipos también investigan delitos contra la libertad sexual, tanto fuera como dentro del ámbito familiar, delitos de acos, agresiones sexuales, sumisión química, ente otros.

"Nosotros somos el órgano de control y de supervisión de toda la provincia, de que todos los escalones funcionen bien y que todos los casos se estén llevando bien", anota, al tiempo que insiste en que otra de las funciones de este equipo es comprobar que se cumplen todas las medidas que se toman para la víctima. Nosotros lo corroboramos y vemos que todas esas medidas de protección, en función del riesgo, se están llevando a cabo".

Casos activos en el sistema Viogén

Como complemento a estos equipos, la Guardia Civil creó los equipos Viogén, con dedicación exclusiva a la violencia de género y atención a las víctimas. En el caso de Córdoba, según los datos aportados por el Instituto Armado, se crearon cinco equipos, con 14 agentes especializados en este trabajo. Es por ello, que el trabajo que presta es en coordinación con el resto de órganos implicados en esta lucha y que ofrecen apoyo a las víctimas desde el primer momento.

El sistema VioGén tiene por objetivo centralizar y gestionar toda la información procedente de las denuncias realizadas por casos de violencia de género a través de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tanto Policía Nacional, como la Guardia Civil y algunas policías locales.

En la provincia de Córdoba y, según los datos publicados por el Ministerio del Interior hasta el 31 de octubre de este año, hay 2.277 casos activos de violencia de género, mientras que en la misma fecha de 2023 la cifra era de 1.923, por lo que en 12 meses se ha registrado un incremento del 18,4%. De todos ellos, además, 1.289 son casos en los que la víctima tiene menores a su cargo.

En concreto, un caso contiene toda la información que relaciona a una víctima con un único agresor, incluyendo tantas denuncias (de la víctima, de tercero o de oficio) como se hayan registrado. Igualmente, si una mujer, a lo largo del tiempo, es víctima de violencia de género con más de un agresor, se habla de un caso distinto por cada uno de ellos.