En el cerebro tecnológico de la estación de Córdoba: así se regulan 45.000 trenes anuales y casi 900 kilómetros de vía

Movilidad

Un equipo de una treintena de técnicos integran el CRC, que regula el tráfico ferroviario de cinco líneas de ancho convencional, la mayoría sobre vía única y con sistemas de control CTC

Un día de trabajo en el Centro de Regulación de Circulación de la estación de Córdoba, en imágenes

El Centro de Regulación de Circulación de Córdoba coordina una media de 120 trenes al día
El Centro de Regulación de Circulación de Córdoba coordina una media de 120 trenes al día / Miguel Ángel Salas

Córdoba/En la primera planta de la estación de Córdoba, al margen del trajín de viajeros que buscan un billete de última hora o apuran un café mientras hacen hora para embarcar, y lejos del ruido que las decenas de trenes que cada día pasan por sus ocho vías -cuatro de ancho estándar, reservadas para la Alta Velocidad, y otras tantas de ancho convencional para el resto de los servicios-, se encuentra el Centro de Regulación de Circulación. En otras palabras, el centro neurálgico de gestión de todo el tráfico ferroviario, de pasajeros y mercancías, que pasa no sólo por la provincia, sino por otras zonas que también están bajo su supervisión. Bajo un amplio espectro de líneas rojas, verdes y amarillas que cualquier neófito pasaría por alto se esconden las diversas bandas de regulación que un equipo de técnicos gestiona de manera solvente para garantizar el mejor servicio y con la mayor seguridad.

Varios puestos de mando presididos por un videowall en el que se representan todas las líneas ferroviarias bajo su cobertura dan forma al CRC de Córdoba, uno de los 19 que Adif tiene distribuidos por toda España para regular y supervisar el tráfico ferroviario, con el objetivo primordial de garantizar siempre la seguridad. De ellos, 15 se encargan, como el de la capital cordobesa, de las líneas de ancho convencional y los cuatro restantes de la red de Alta Velocidad. Operativo las 24 horas del día, durante los 365 días del año, un equipo formado por una treintena de técnicos se encarga de la gestión de 45.000 trenes anuales, que pasan por alguno de los casi 900 kilómetros de vía que están bajo su control, alcanzando zonas de las provincias de Jaén, Sevilla, Málaga, Cádiz y Ciudad Real. A nivel nacional, el volumen se aproxima a los dos millones de convoyes y 15.500 kilómetros de vía férrea.

El CRC de Córdoba, que en las próximas semanas se someterá a una profunda remodelación para acometer una más que necesaria ampliación y mejora, regula la circulación de cinco líneas de ancho convencional: Santa Cruz de Mudela-Linares-Córdoba-Lora del Río, Jaén-Espeluy, Córdoba-Los Prados (Málaga), Bobadilla-Algeciras y Bobadilla-Granada, a las que se suma la gestión de la línea Córdoba-Almorchón, sin uso desde hace un tiempo, pero bajo su supervisión al seguir en Red Ferroviaria de Interés General (RFIG). En un futuro, será el centro que coordinará la Autopista Ferroviaria Algeciras-Zaragoza a su paso por Andalucía, hasta que entregue el testigo al de Manzanares, cuando ya se adentre en la provincia de Ciudad Real. Un proyecto, este, que sigue dando pasos con la adaptación de los túneles a los nuevos gálibos para que pasen los semirremolques de carga montados en los trenes.

Dos técnicos, ante sus monitores y el 'videowall' que recoge las líneas que controla el CRC de Córdoba.
Dos técnicos, ante sus monitores y el 'videowall' que recoge las líneas que controla el CRC de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

Con la peculiaridad de controlar una zona que en su mayoría está cubierta por vía única, la importancia del Centro de Regulación de Circulación de Córdoba es notable, pues supervisa un volumen de trenes de unos 45.000 al año, lo que deja una media de unos 123 al día, si bien el tráfico en los días entre semana es superior por el aumento de los servicios de Cercanías al Campus de Rabanales y el Tren de Proximidad de Palma a Villa del Río. El mayor volumen de tráfico se concentra en torno al Valle del Guadalquivir, donde operan los Media Distancia, que acumulan un 52% de las circulaciones, pues al margen de la línea Jaén-Cádiz incluyen las Sevilla-Málaga y Jaén-Madrid. Le siguen los Cercanías, que suman el 24% del total, pues también suma el tramo del Cercanías de Málaga entre Álora y Los Prados; la Larga Distancia (Algeciras-Madrid, Almería-Madrid y Cádiz-Barcelona) es un 5% y los Mercancías, un 10%.

Para la mejora de la gestión, la gran transformación introducida por Adif, con nuevos avances ya en marcha, es la supresión total de los bloqueos telefónicos y la implementación del Control de Tráfico Centralizado (CTC), que ya es mayoritario en la RFIG. De hecho, la ampliación del número de kilómetros de vía telemandados desde el CRC de Córdoba, en crecimiento constante, será efectiva en cuanto se culminen dos nuevos tramos de la línea Alcázar de San Juan-Cádiz, en concreto los que se sitúa entre Córdoba y Lora del Río (74 kilómetros), y Peñalajo y Espeluy (92,5), que se encuentran en proceso de licitación con un presupuesto de 158 millones de euros. El siguiente paso será el tramo de la línea convencional Córdoba-Málaga entre Valchillón y Fuente de Piedra, que tiene bloqueo eléctrico manual, si bien este aún se encuentra en la fase previa al inicio de la fase de contratación.

La renovación del CRC, en unas semanas

El crecimiento de las bandas de regulación bajo su gestión que ha provocado la implantación progresiva del CTC, por ejemplo con la reciente supresión del bloque telefónico en el tramo Bobadilla-Ronda de la línea Bobadilla-Algeciras, empujó tiempo atrás a la renovación del Centro de Regulación de Circulación de Córdoba, un proceso que arrancará en unas semanas. De hecho, está previsto que en abril se produzca la mudanza a una sala provisional para que comiencen los trabajos para ampliar y modernizar el equipamiento, con la implantación de un nuevo videowall de 27 metros cuadrados, y dar cabida a más técnicos. Con ocho meses de ejecución, la nueva sala, que se ubicará donde la actual, tendrá más de 230 metros cuadrados y permitirán aumentar la plantilla hasta los 40 trabajadores, nueve más que ahora, tras pasar de cinco a diez puestos de control (operadores, regulación y actividades complementarias).

De esta manera, los CRC integran los sistemas que intervienen en el control y la regulación del tráfico ferroviario (señalización, electrificación, sistemas de comunicaciones, e información o energía) y tienen al CTC, que permite la regulación directa de todas las señales y agujas situadas en el trayecto desde un punto único y mediante sistemas informáticos, estableciendo la ruta de los trenes con óptimas garantías de seguridad y fiabilidad, como corazón tecnológico de la gestión del tráfico ferroviario. Las actualizaciones previstas no sólo en el centro de Córdoba, sino también en los de Sevilla, Málaga, Granada y Ronda, licitadas recientemente por más de 14 millones, permitirán contar con elementos a la vanguardia tecnológica. Así, se creará un sistema de respaldo de toda la red convencional que asegura la continuidad de la circulación en caso de una incidencia, ya que cualquier CRC podrá gestionar en remoto.

Ángel Molina, técnico de Regulación de Córdoba, muestra los paneles de circulación.
Ángel Molina, técnico de Regulación de Córdoba, muestra los paneles de circulación. / Miguel Ángel Salas

Siempre con el apoyo del centro H24, el centro de gestión de red que, desde Madrid, coordina toda la Red Ferroviaria de Interés General. "Estamos siempre en comunicación con ellos y, ante cualquier tipo de incidencia, ante cualquier problema que surja, tomamos una decisión", comenta José María Muñoz, jefe de Tráfico de la Subdirección de Circulación Sur, que recuerda que el CRC de Córdoba cuenta también con un apoyo, para otras incidencias, en el Centro de Protección y Seguridad, que se encuentra en Sevilla, que se encargan de activar los servicios de emergencia sanitaria o de seguridad, según el caso, tra la información recibida de los puestos de control. "El trabajo que realizamos aquí exige una coordinación muy grande con estos centros, pero también con otros CRC", señala Muñoz, que hace mención a esos relevos en la misma banda que se han de realizar conforme el tren avanza en su recorrido.

"El hándicap del puesto de mando de Córdoba es que tenemos todavía vía única", añade Ángel Molina, técnico de Regulación, que matiza que este hecho hace que "tengamos menor capacidad de tráfico", dado que los trenes van por una única vía y deben cruzarse en las estaciones o puntos habilitados. Algo que se recoge de forma directa en el Sitra, un sistema sobre el que Adif también trabaja para su evolución, que realiza un gráfico de ocupación de vías en tiempo real, con dos horas de margen, para permitir la anticipación a la hora de planificar los cruces tras conocer los tiempos de retraso. "Ese es realmente nuestro trabajo, ir adaptando lo mejor posible esos cruces para que se le regule el tráfico de forma lo más eficiente posible", insiste Molina, que advierte que cuando surge algún tipo de incidencia el objetivo es "intentar solucionarla lo antes posible para que el tráfico ferroviario se reestablezca inmediatamente".

En estos casos, ¿hay algún tipo de prioridad? El técnico de Regulación reconoce que estas vienen "establecidas", si bien "muchas veces depende de los operadores" -en Córdoba esto sólo afecta a los Mercancías, pues el servicio de viajeros en ancho convencional, por el momento, es exclusivo de Renfe- la decisión de cuál pasa antes por el punto marcado, aunque "siempre van antes los trenes de viajeros que los de mercancías". Son factores a tener en cuenta que se mantendrán mientras no haya inversiones para doblar las vías, un problema común a gran parte de la red que, por el momento, no está como una prioridad. Por delante hay otras como los mencionados CTC o la electrificación de las vías, algo crucial, dado que para los trenes de mercancías aumenta "la capacidad de tracción, pues la eléctrica es más elevada que la diésel, por regla general", y en los viajeros influye en "los costes", resume José María Muñoz.

De 08:00 a 10:00, horas punta de viajeros y trenes

Con una media de más de 120 trenes al día, que circulan de día y noche -esta franja está reservada a los Mercancías, pues la implementación de la Alta Velocidad eliminó los nocturnos-, las horas punta de viajeros y servicios se concentra "entre las ocho y las diez de la mañana, cuando los estudiantes acuden al Campus de Rabanales, porque se mueven diariamente miles", indica Ángel Molina, que añade que al hablar de gestión desde el CRC se incluyen servicios que no pasan por la provincia, pero sí se coordinan durante parte de su trayecto, con el trabajo de gestión entre distintos Centros de Regulación de Circulación, que en Andalucía son tres más para línea convencional (Sevilla, Málaga y Granada), y uno para AV (Antequera).

José María Muñoz, jefe de Tráfico de la Subdirección de Circulación Sur, y Antonio López, delegado de Comunicación de Adif.
José María Muñoz, jefe de Tráfico de la Subdirección de Circulación Sur, y Antonio López, delegado de Comunicación de Adif. / Miguel Ángel Salas

Pero más allá de la gestión de los trenes, que es la base, desde el CRC también se supervisan todos los trabajos de mantenimiento de las vías, ya que "tenemos un trabajo preventivo que se hace prácticamente todos los días; no sólo se acude ante una avería, sino que tenemos definidas unas bandas horarias para esas labores", puntualiza José María Muñoz, que señala que en estos casos la comunicación sí se hace vía telefónica, previo procedimiento establecido por escrito, porque "la seguridad descansa en saber dónde está la gente trabajando en cada momento". Un sistema, complemento de los CTC en estos casos, como también lo es la línea tren-tierra, un "sistema de radiotelefonía que permite que haya una comunicación buena y fluida" entre el Centro de Regulación de Circulación y cada convoy, y que normalmente ahor se realiza con mensajes escritos, en lugar de hablados.

Un aspecto que refleja la importancia de la coordinación, entre distintos CRC y dentro del mismo, en este caso el de Córdoba, que cada vez asume más funciones y que también cuenta con el telemando de energía que informa puntualmente de la situación de electrificación en cada momento. "No es que ampliemos la cantidad de kilómetros que asumimos, sino que se implementan otros sistemas nuevos y esos los asumimos nosotros", admite Molina para justificar la ampliación programada en un centro que ya se prepara para su transformación, no sólo en lo digital, con la implementación de la regulación automática que busca reducir el error humano, sino también en la mejora ergonómica para trabajadores que, 24 horas al día y 365 días al año, se encargan de gestionar gran parte de la circulación de viajeros y mercancías que se mueve por Andalucía.

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