Europe en Córdoba: Muchísimo más que 'The final countdown'

Crítica de Música

La banda sueca triunfa en un entregado Teatro de la Axerquía con un repertorio que destila un gran hard rock

Las mejores fotos del concierto de Europe en el Festival de la Guitarra de Córdoba

Un momento del concierto de Europe
Un momento del concierto de Europe / Miguel Ángel Salas

La ficha

**** Europe. Festival de la Guitarra de Córdoba. Voz: Joey Tempest. Guitarras: John Norum. Teclados: Mic Michaeli. Bajo: John Leven. Batería: Ian Haugland. Fecha: miércoles 3 de julio de 2024. Lugar: Teatro de la Axerquía. Aforo: Casi lleno.

El pistoletazo de salida del 43 Festival de la Guitarra de Córdoba no pudo ser más perfecto. El carismático Joey Tempest en la voz, el virtuoso John Norum en la guitarra, el talentoso Mic Michaeli en los teclados, el versátil John Leven en el bajo e Ian Haugland en la batería se encargaron de ello. Europe cumplió con creces en un casi lleno Teatro de la Axerquía en el que se desató el éxtasis cuando empezaron los primeros acordes de sintetizador de The final coutdown, la canción que les lanzó a la gloria allá por 1986, la última canción que interpretaron, la número 16 de su repertorio cordobés. Pero, Europe es muchísimo más que The final countdown, como demostraron en su concierto de Córdoba.

Los más puristas del rock puede que me tachen de blasfemo si comparo a la banda sueca con los míticos Led Zeppelin y quizás hasta llevarían razón. Pero estarían conmigo en que hubo momentos del show cordobés, algunas partes de algunas de las 16 canciones que interpretaron, en las que si cerrabas los ojos y las escuchabas con el corazón, parecía, por ese sonido tan característico que dejó para la historia la banda a la que el malogrado batería de The Who Keith Moon bautizó como Zepelín Pesado, precisamente por ese sonido, en las que parecía que sobre el escenario estaban Robert Plant (voz), Jimmy Page (guitarras), John Paul Jones (bajo) y John Bohan (batería). Palabras mayores. Un grupo que está en el Olimpo del rock con todos sus discos contados como obras de arte.

Pero bajemos a la Tierra para valorar el concierto que la épica banda sueca ofreció en Córdoba y que comenzó con On broken wings. Sí, épica. Una banda que lleva ya más de cuatro décadas recorriéndose los escenarios de medio mundo. El glam y el hardrock son el origen de esta épica y aclamada banda, que se situó durante algún tiempo en el metal más melódico apto para todos los públicos. No obstante, Europe sigue increíblemente infravalorada a pesar de que es muchísimo más que ese himno que una Axerquía entregada tatareó desde los primeros compases del mismo, muchísimo más que ese ninonino, ninonínoni, ninonino, nininonínoninoni.

Joey lanzó un “buenas noches, Córdoba ¿cómo estáis?” antes de los primeros compases de Rock the night. Le faltó decir, parafraseando el título de esa canción “esta noche os vamos a dar rock del bueno”, rock del bueno que continuó con Walk the Earth, Scream of anger, Sign of the times y Hold your head up. Rock del bueno con el que por momentos los Europe también demostraron que no solo han bebido de la fuente de Led Zeppelin, sino también de las de Deep Purple y Black Sabbath. Y no blasfemo. “Esto es un infierno por el calor”, le dijo medio en español, medio en inglés Joey a ese su público entregado que coreaba cada uno de los temas, como coreó y cantó hasta extenuación el siguiente del repertorio, la balada más mítica de la banda sueca, Carrie. Antes, en la presentación que hizo de Scream of anger, había gritado un ¡viva España! Y después dejó claro, en un clarísimo español, que “este público es de puta madre”. Cómo no iba a ser de puta madre si tanto él como el resto de la banda lo estaban dando todo sobre el escenario, estaban ofreciendo rock del bueno.

Tras Carrie llegaron War of kings, Stormwind, Open your heart y More tan meets the eye. En Open your heart Joey demostró que no solo es un buen vocalista sino también un correcto guitarrista en otra faceta, ésta con las seis cuerdas, que muchos de los presentes desconocían. Regalando un momento parecido al de, volvemos a salvar las distancias porque las comparaciones son odiosas, Freddie Mercury arrancándose con la guitarra acústica en los primeros acordes de la elvisiana canción de Queen Crazy Little thing call love. El vocalista y espontáneo guitarrista de Europe le recordó también al respetable que no olvida aquel concierto que ofrecieron también en la Axerquía y también en el Festival de la Guitarra en 2018, que no olvida a “la maravillosa ciudad de Córdoba”.

Ready or not y Superstitious pusieron el punto y final a la primera gran parte del concierto. Esta última con un fragmento de No woman, no cry. Sí, con un fragmento del mítico tema que inmortalizara Bob Marley y sus Wailers. El cantante que hace décadas parecía el hermano pequeño europeo de Bon Jovi, pelo escaldado y lacado por entonces incluido, lo bordó. Quedaba rematar la faena con unos cortos pero muy intensos bises que comenzaron con Cherokee, canción que, como Carrie, incluyeron en su disco multiplatino de 1986, bises que concluyeron con el mayor de los éxtasis. Ninonino, ninonínoni, ninonino, nininonínoninoni . El Teatro de la Axerquía enloqueció cuando empezó a sonar ese megaéxito del rock que irrumpe con suaves truenos que prologa una entrada de Mic Michaeli a los teclados con una melodía sintetizada, la de The final countdown. Un comienzo tan épico como el de Money for nothing de Dire Straits, tema este último en el que el orgasmo musical lo provoca un solo interminable de batería.

Un mar de cientos de móviles encendidos grabaron su propia versión de The final countdown, al igual que minutos antes han hecho lo propio inmortalizando en imágenes de vídeo Carrie. Insisto, sería injusto valorar el concierto que los suecos ofrecieron en La Axerquía sólo por esos dos momentos mágicos de máxima entrega del respetable. El hard rock que practican mezclado con una especie de glam más duro de la cuenta para algunos continúa siendo delicatessen para los oídos de los cientos y cientos de portadores de camisetas negras que no estaban dispuestos a perderse el show, para un casi lleno Teatro de la Axerquía en el que Europe volvió a demostrar que es muchísimo más que The final countdown.

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