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La celebración de la primera comunión supone un gasto extra para muchas familias en plena crisis económica. A pesar de que los precios que rodean al sector prácticamente se han estancado durante los dos últimos años, el desembolso medio que hay que hacer se sitúa en los 3.600 euros, según un informe elaborado por la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA).
El banquete es el apartado que se lleva la mayor parte del presupuesto, debido a la tendencia cada vez más frecuente de convertir las comuniones en pequeñas bodas, con el esfuerzo económico que eso supone para las familias. A este apartado le siguen otros gastos como el traje y los regalos. El estudio presentado por la UCA, que toma de referencia un menú cuyo precio de cubierto es de 35 euros, cifra la comida para 50 invitados en 1.750 euros. La inversión sube si se concierta un banquete para 75 personas, pues pasaría a costar 2.625 euros y hasta 3.500 si se eleva hasta los 100 invitados. En este caso, el importe total de esta celebración se elevaría hasta los 4.572 euros para las niñas y 4.485 para ellos. Otro de los puntos que se lleva otro pico es el de los recordatorios. El reportaje fotográfico durante la ceremonia, el de estudio, el vídeo de 30 minutos y las postales que luego se reparten entre los asistentes suman un total de 452 euros.
Normalmente, lo primero que se elige es el traje. En el caso de las niñas, existe una gran variedad de modelos y calidades en el mercado, aunque lo más habitual es el vestido de organza, cuyo coste medio es de 286 euros. Otras opciones más costosas son los trajes de seda y los realizados a medida en casas de modas. Además del traje, hay que tener en cuenta el bolsito y los adornos para el pelo, además del gasto de la peluquería, que suman 68 euros más. En el caso de los niños, la vestimenta puede resultar algo más económica y depende también de la opción que se elija. Así, el valor medio de un traje de almirante es de 260 euros, 241 si se elige el de chaqueta y, el más barato, es el de marinero, que cuesta una media de 224 euros. Una vez que se tiene el vestido, toca pensar en los calcetines, los zapatos, la muda o la medalla. Todos estos complementos pueden llegar a sumar hasta 264 euros, según el informe que ha elaborado la UCA.
Con este panorama, no es de extrañar que muchas familias se vean obligadas a pedir préstamos para poder hacer frente a estos gastos e, incluso, algunas han optado por aplazar esta celebración al año que viene. Hay que tener en cuenta que los precios se han reducido con respecto a años anteriores, cuando la crisis no había cerrado el bolsillo de los consumidores, pero aún así el volumen total sigue siendo muy elevado. Y es que también hay que tener en cuenta que el dinero que se va en los regalos y en la ropa que hay que comprar para el resto de la familia en ese día tan especial. Una celebración que puede suponer todo un reto para la economía doméstica.
Una de las familias que este año debe enfrentarse a la celebración de la comunión de uno de sus hijos es la de Elena Ruiz. Para ella afrontar este gasto va a ser "bastante duro", sobre todo teniendo en cuenta que su marido, Ramón León, se encuentra en paro desde hace más de un año. Así, en estos momentos, esta familia tiene que subsistir con el sueldo de Elena -en torno a unos mil euros- y la prestación por desempleo de su marido, que apenas llega a los 700 euros. "Nuestros ingresos no nos permiten celebrar una gran fiesta en un buen restaurante, así que hemos decidido hacer el típico perol en el campo con toda la familia y algunos de los amigos de nuestro hijo", detalló. Y es que para esta familia lo más importante es que "nuestro pequeño recuerde este día como uno de los mejores momentos de su vida, pero sin que sea necesario un derroche de dinero ni grandes suntuosidades".
Muy parecida es la situación de Mercedes Torres, ya que su hija pequeña hará el próximo 15 de mayo la comunión con todos los gastos que ello conlleva. "Desde hace un par de años venimos ahorrando cada mes algo de dinero, ya que tanto mi marido como yo éramos conscientes de que un gasto de este tipo no lo podíamos asumir del tirón", aseguró. Y, sobre todo, teniendo en cuenta que en este tipo de celebraciones el importe total es más elevado al tratarse de una niña. "Los padres siempre queremos que nuestros hijos vayan con todos los detalles y en el caso de las chicas el precio de cada cosa se dispara mucho, lo cual afecta bastante al gasto total", aseguró Mercedes.
Con mucho dinero o con lo justo, al final todos los padres hacen un esfuerzo para ver a sus hijos felices en uno de los días que siempre queda incrustado en la memoria de los pequeños y de sus familiares.
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